Suelto un jadeo de dolor cuando tocó la parte lastimada que hay en mi cuerpo y sigo jabonandome.
Leila me ha dado duro en el entrenamiento, y no saben, he descubierto que soy terrible fracasada, no se defenderme, no sirvo para esto dios.
Si sigo así me van a matar enseguida.
Termino de lavar mi cabello y salgo del baño mirando el solitario baño.
He decidido ducharme en las duchas y no en la habitación, todas estaban ocupadas y yo necesitaba un baño urgente.
Luego de mi encuentro con Tanner no me duche y me sentía sucía.
Una brisa de aire frío llega hasta mi logrando que mi piel se erize, miro nuevamente el baño solitario y me muevo incómoda.
Odio estar sola en lugares encerrada, por algún motivo quiero abrir la puerta pero eso permitiría qué cualquier persona me vea.
Cepillo mi cabello y me visto, un pantalón corto y un remeron largo, no llevo brasier ya que no me gusta dormir con el.
Salgo del baño y noto que las luces están apagadas, también vine a ducharme aquí para que nadie me vea en la cabaña, si voy a lo de Tanner tiene que ser cuando no ande nadie despierto.
Tiemblo de frío al salir a la oscura y refrescante noche, el silencio que hay es abrumador y me pone la piel de gallina.
Camino lo más rápido que puedo hasta llegar a la cabaña, no sin antes ver que no hay nadie observandome en la oscuridad, realmente odio estar sola, en silencio y a oscuras.
Llegó a la cabaña y gracias a Dios todas están durmiendo, o eso creó.
Camino hacia mi litera y me abrigo colocandome una campera.
-¿Madison?- susurra una voz ronca y levanto la mirada para ver a Leila mirandome
-Holi- le sonrio.
-¿Ya te vas?- pregunta y asiento.
-Prometo volver antes de que todos despierten- digo
Ella asiente y en su rostro se forma una linda sonrisa -Ten cuidado ¿Si? Que no te vea nadie-
Asiento y me siento en sus pies.
- Ya son las nueve y veinte- digo - Tanner dijo que vendría a buscarme a las nueve- frunzo el ceño preocupada.
-Tal vez no logró desocuparse- toma mi mano y la caricia.
Le sonrió y entonces me doy cuenta de algo, algo no está bien, puedo sentirlo, algo dentro de mi dice que algo no anda bien.
Tal vez es el rostro de Leila, que sonrie intentando no parecer angustiada o preocupada, tal vez es porque Tanner no ha llegado, tal vez es porque me encuentro muy paranoica.
-¿Todo esta bien?- pregunto y ella sigue sonriendo mientras asiente exageradamente.
- Todo está perfecto, por supuesto-
Entrecierro los ojos.
-Eres mala mintiendo- ella niega, está vez sonrie y sus ojos se humedecen un poco. Traga con fuerza y me preocupa -Leila que pasa-
-Todo está bien- dice pero esta vez su intento de sonreír no funciona.
-Dime que está pasando leila- digo esta vez un poco más sería. -¿Isaac te hizo algo?-
Ella abre los ojos y niega rotundamente.
- No, no es isaac-
-¿Entonces que es?- insisto Y desvía su mirada de mi.
ESTÁS LEYENDO
Caricias Fingidas © [#1]✔️
RomansaNo sabes lo fuerte que eres hasta que ser fuerte es la única opción qué tienes. ---Bob Marley. •Libro 1 de la Trilogía #Caricias +18 Completa - en edición © 2020 Todos los derechos reservados