Capítulo 5

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Lumine observó a su hermano con detenimiento, ─intentando notar las diferencias entre el antes y el ahora─,  apoyada desde donde estaba contra la cabecera de la cama

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Lumine observó a su hermano con detenimiento, ─intentando notar las diferencias entre el antes y el ahora─,  apoyada desde donde estaba contra la cabecera de la cama. Aether le daba la espalda, su piel blanca a la vista y los huesos de su columna levemente marcados por la forma en que se curva ligeramente hacia adelante, la extensión de su espalda está llena de pequeñas cicatrices de un rosa pálido. Es muchísimo más delgado de lo que recuerda, aunque todavía tiene los hombros un poco más anchos que ella, pero una cintura casi o más estrecha que la suya.

─¿Por qué te has dejado crecer el cabello? ─Cuestionó con genuina curiosidad, viendo como la larga cabellera rubia se balanceaba con los movimientos del mayor. El cabello de Aether siempre había sido mucho más rubio que el suyo, de un dorado que brillaba bajo la luz del sol. Ella siempre lo había amado.

Sin embargo, tiene recuerdos lejanos de su hermano, muy malhumorado, quejándose porque la parte más larga terminaba pegada a sus mejillas debido al sudor. Sacudiendola y persuadiéndola para que lo ayudará a cortarlo para mantenerlo lo más corto posible.

Aether dejó de hacer lo que sea que estaba haciendo y volteó el rostro en su dirección. Parpadeó una, dos, tres veces y desvió la mirada una vez más. Lumine esperó con suma paciencia hasta que finalmente respondió: ─Quizá solo deseaba cambiar mi aspecto un poco.

«Mentiroso», pensó. Obviamente no le creería a una respuesta que ella misma daría. Resopló.

─¿Es así? Recuerdo que nunca te gustó esa idea. Siempre decías que era muy molesto, en especial en los días calurosos. ─Llevó un dedo a su mentón y puso una expresión pensativa.─ ¿Será que hubo algún tipo de influencia? Sí, eso debió ser ─Escuchó a Aether soltar una pequeña risa que parecía más un resoplido que otra cosa, pero no respondió a sus especulaciones. Sus ojos se iluminaron con detenimiento.─ ¿Qué o quién ha sido?

─¿Por qué sientes tanta curiosidad? Es solo un poco de cabello.

Suspiró soñadoramente antes de responder: ─Solo quiero saber quién fue la persona que pudo lograr cambiar los ideales de mi hermanito. Si es así, debió ser alguien realmente especial.

─¿Qué te hace pensar que ha sido una persona? 

─¿Qué más sí no? Además, no lo has negado.

Aether se pasó un suéter por la cabeza y acomodó su larga cabellera sujetándolo con una cinta. Giró completamente su cuerpo y para observarla con un toque de nostalgia en su mirada. Se arrastró hasta ella y se sentó a su lado, sosteniendo su mano delicadamente. No habló por un largo tiempo, sus ojos fijos más allá de la ventana abierta, perdido en sus pensamientos.

─Cuando la diosa del tiempo me arrojó aquí, terminé en un pasillo que poco a poco estaba siendo consumido por las llamas y cuya estructura se desmoronaba. Estaba asustado, gritando tu nombre, pero solo se perdía entre los otros gritos de dolor y agonía. ¿Recuerdas cuando llegamos a ese primer mundo extraño? ─Cuestionó en un susurro, Lumine asintió─. Creí que estaba en el infierno que ellos describían, pero rápidamente vi las edificaciones familiares y supe que estaba en Khaenri'ah. 

Asuntos pendientes.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora