Capitulo 8

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ㅤQuerida Lumine:

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Querida Lumine:

¿Cómo has estado últimamente? De todo corazón, espero que se encuentren bien. Ha pasado un tiempo desde la última carta que te he escrito, ¿cierto?; después de todo, ha sido complicado mantenerse en contacto con todo este tema de la guerra y porque en los días posteriores hemos tenido muchas cosas que organizar y reparar aquí en Mondstatd. Como siempre, la maestra Jean está cargando con la culpa de todos los daños, aún cuando le hemos dicho que no necesita hacerlo sola, sabes que le gusta llevar todo el peso sobre sus hombros. No la hemos presionado, no debió ser sencillo tener que ver cómo tus amigos y aliados más cercanos caían en batalla, de hecho, no fue fácil para nadie. 

No lo fue para mí, tener que ver a Eula en un estado como ese, fue muy doloroso, después de todo, ella era mi mejor amiga y luego, ver al Capitán Kaeya ser herido de muerte aún me persigue en mis sueños. No lo ha dicho, pero parece ser que el Señor Diluc aún se siente culpable por eso, especialmente porque tuvo que abandonarlo a manos de Albedo para ir contigo (no te sientas culpable por eso tú también, en aras de proteger a un amigo, los demás somos capaces de todo). Albedo, por su parte, es quien ha estado trabajando más duro que cualquiera de nosotros, ha pasado cada uno de sus días encerrado en el laboratorio de alquimia perfeccionando ungüentos y pociones para ayudar a los heridos. Gracias a él, el maestro Kaeya se ha recuperado casi por completo y finalmente pudo pasar bajo el cuidado de la Diaconisa, Bárbara; no obstante, sigue inconsciente.

Una parte mía está feliz porque el Capitán Kaeya está bien en este momento y se recuperará completamente muy pronto, como muchos otros que se sumaron a la guerra y sufrieron algún tipo de daño, pero también estoy triste ¿sabes?, porque muchos amigos cercanos no lograron sobrevivir. Creí que merecías saberlo, después de todo, también te has encariñado bastante con ellos y has forjado un lazo de amistad que fue fortaleciéndose con el correr de los años: la señorita Lisa, Razor, Sucrose y Noelle, fueron algunos de los que tuvieron que decirnos adiós, luego de dar todo de sí para cuidar del lugar que tanto han amado. Y luego está Eula, no sabes cuánto me duele su partida. No he dejado de pensar en ella ni un solo segundo y me duele aún más que tuviera que dar su vida para que finalmente fuera aceptada por el resto de los ciudadanos, siendo reconocida como una heroína que dio todo de sí para defender las puertas de la ciudad.

¿No te parece un poco hipócrita? A mí sí.

A pesar del dolor, mi padre me ha dicho que no debo dejarme caer por algo como esto, que eso no es lo que Eula habría deseado y porque el mundo no va a detenerse solo porque yo me sienta de esta manera. Y lo entiendo, porque la vida sigue y el tiempo corre y, aunque duela, tenemos que aprender a vivir con estas cicatrices.

Los hemos homenajeado hace unos días, estuvo lloviendo como nunca antes, como si el cielo estuviera llorando con nosotros o buscase enjuagar nuestras lágrimas; no obstante, Venti no cree que eso sea suficiente, así que ha dicho que el próximo festival de las flores debería ser dedicado completamente a todos los caídos. Al principio, nadie estaba con ánimos para realizar una celebración, pero cuando él sugirió aquello, todos pensamos que sería una hermosa manera de honrar sus memorias.

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