12.

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Viernes. Otra vez se juntarían en la casa de Niall y Louis los cuatro chicos que en tan solo dos meses pudieron formar una linda amistad.

Harry sentía que no debía ir. El miércoles y jueves después de darle a entender al ojiazul que no sentía lo mismo, cosa que era mentira, pero era mejor que lo crea así. De todas formas, decidió ir, un rato con Niall le ayudaría a aclarar sus ideas.

-Dale rubio arranca- Zayn y Louis ya se habían metido en el auto, así que al estar todos se dirigieron a la casa de los hermanastros.

-Eso es mentira Louis-

-Vos sabes que es verdad- le replicó el ojiazul a Niall. Zayn y Harry se miraban divertidos por la discusión, estaban discutiendo por quién se tiraba el eructo mas fuerte. Claramente Niall ganó, pero Louis afirmaba que él lo había hecho.

-Basta che. Louis, vos y yo tenemos cosas de que hablar- advirtió el morocho, señalando las escaleras para que suban al cuarto del castaño.

-Gobernado te dicen- rió el rubio cuando Louis subió detrás de Zayn. Su hermanastro solo le levantó el dedo del medio con una sonrisa falsa.

Cuando desaparecieron, Harry decidió hacer algo medio erróneo, pero que necesitaba.

-Yo también tengo que hablar con vos, en realidad no es hablar, es digamos agrandar nuestra apuesta-

-Me interesa- Niall arqueó una ceja.

-Te apuesto 1000 euros más que me pongo de novio con Louis- concluyó el ojiverde. Niall lanzó una fuerte carcajada.

-No lo vas a lograr ni en sueños Styles-

-No andes tan tranquilo Horan, en cualquier momento se te da vuelta la tortilla y gano yo- si bien ya había ganado, necesitaba seguir con ese juego.

El ojiverde sabía que nunca podría estar con Louis en paz, por eso no le confesó a su mejor amigo que estaba enamorado de  su hermanastro, que ya habían tenido sexo y que su padre... bueno su padre lamentablemente existía. La voz de Niall lo sacó de sus pensamientos.

-Acepto, solo porque voy a ganar-

-Ya te dije que no estes tan seguro rubio-

-Sisi, como digas- gritó adentrándose en la cocina en busca de algo de comida.

Niall había aceptado, ahora tenía que ver si su querido amigo aceptaba.

-Niall dejame comida idiota- gritó cuando se acercaba a la cocina.

Harry largaba carcajadas al ver a su amigo con una bolsa de papas fritas y tomando una coca-cola.

-De que te reis-

-De tu cara salame- los dos estallaron en risa, pero esta fue interrumpida por el tiembre. -¿Esperas a alguien?- el rubio negó con la cabeza. Ambos chicos se asomaron por la puerta de la cocina para saber de quien se trataba.

Al rizado le extraño que era Louis quien abría la puerta, pero cuando vio esos pelos rubios asomarse por la puerta su curiosidad de trasformó en un lío de celos.

-Pasa Sam-

-Hace mucho no vengo a tu casa- Louis le sonrió guiándolo hasta las escaleras. Ninguno de los dos se percató de la presencia de los otros. O eso creían Harry y Niall.

-Que raro, se habrán reconciliado, lamento decirte que gane la apuesta de por si-

-Sisi que chistoso sos, Louis ni en pedo vuelve con ese-

-Y vos ¿cómo sabes tanto acerca de mi querido hermanito?- casi mete la pata.

-Discutieron cuando se quedó en mi casa esa vez del trabajo, idiota- Niall hizo de cuenta que le creyó, después de todo no era estúpido, sabía que algo pasaba.

-A-antes de ir a jugar voy al baño- sus palabras se tropezaban entre ellas, el ojiverde era malísimo mintiendo.

Subió las escaleras encaminándose al cuarto de Louis, no sabia que podría de excusa, ya lo pensaría. El problema es que al segundo se percató que ya estaba en la puerta de la habitación de su amigo.

-Ya fue- murmuró para si mismo y sin más abrió la puerta que estaba entre abierta.

Sus cejas se dispararon cuando vieron la imagen que estaba frente a él. Louis y Sam estaban teniendo una clase física de anatomía. El ojiverde estaba hirviendo de celos.

-Louis sabes que me escrib- se petrificó. Ahora eran cuatro chicos mirándose las caras, Harry rojo de los celos, Louis ocultando una sonrisa, Sam despreocupado y Zayn de lo contrario muy preocupado por la reacción del rizado.

Harry salió de su trance y dio media vuelta, bajando las escaleras a máxima velocidad. No sabía si matar a Sam por tocar lo que es suyo o a Louis por dejar que el rubio lo haga.

Cuando terminó de llegar a la cocina se percató de que alguien más bajaba las escaleras, y pudo divisar una corta cabellera rubia atravesar la puerta volando. ¿Que carajos había sido eso?

*Jueves cuando Louis llegó a su casa*

Se canso, debía hablar con alguien que le dijera que hacer. Agarro su teléfono y marco al número.

-Louis, son las 2:30 de la mañana que queres-

-Zaaayn, tengo que contarte muchas cosas hermano, necesito que me ayudes urgente-

Si pueden voten así puede llegar a más vistas :))

Bet on you (Larry stylinson)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora