E I G H T

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Me alejé lo más posible de los chicos, pero tampoco podía salir de la habitación, pues si Cass había llegado por la noche, entonces podría verme y se preguntaría qué hago aquí. Así que sin tener más opción, me adentré al baño.

Me recargué en el lavamanos y inhalé profundamente antes de pensar que es lo que haría. Pero los recuerdos me hacían imposible hacerlo.

Las manos de ambos chicos sobre mí, acariciando y deseando cada parte de mí, mientras que yo me llenaba de ambos al mismo tiempo. Los tres lo estábamos disfrutando, ¿Entonces por qué me siento mal ahora?

Me mojé la cara con un poco de agua, y entre las cosas de Hiro y Tadashi, encontré un poco de algodón, con el que me quité los restos del maquillaje de anoche.

Cuando estuve más presentable, y más tranquila, tomé mi móvil que había encontrado junto a la puerta del cuarto, y le llamé a Punzie.

No respondió hasta la tercera llamada, pero yo no iba a dejar que se saliese limpia de todo esto.

-. ¿Aló? Mami si eres tú, estoy yendo a clases, no estoy aún en cama, lo juro.- La voz somnolienta de la rubia se escuchó al otro lado del móvil.

-. ¿Cómo pudiste llamar a los chicos y dejarme ir con ellos?.- Ignoré sus palabras, regañándole sin subir mucho mi tono de voz.

-. ¡Elsa!.- Alzó su voz con euforia.- ¿por qué? ¿Acaso follaron y se declararon su amor? Porque no queríamos contarte, pero esos dos parecen bobos viéndote siempre.

-. ¡Cállate! ¿Cómo dejaste que me fuese así? No estaba cuerda y acabé teniendo la mejor noche de mi vida.

-. ¿Pero por qué te quejas entonces?.- podría jurar que tenía su ceño fruncido en estos momentos, pero no me importaba que fuese el mejor o peor sexo de mi vida, sino que me dejó sola.

-. Rapunzel, si vas a una jodida fiesta con tu amiga, ¡no llamas a alguien que vaya por ella!

-. ¿Entonces te dejaba haciendo el loco borracha, para que acabarás en un baño público haciendo quizás que cosa?

Me quedé callada.

Sabía que no estuvo mal lo que hizo, aunque no me hubiese gustado el final. Era su única opción sin tener que irse ella también, y por lo menos no llamó a mis padres.

-. Ahora. Tú volverás a esa cama, sea donde estés, verás a los dos hombres que tienes allí esperando por ti, y luego me contarás que tal fue el sexo.

-. Te odio.

-. Tú me amas, querida. Nos vemos en unas horas.

Y colgó.

Me miré una última vez en el espejo, pensando en lo que les diría a los chicos cuando los viera, pues teniendo en cuenta la hora, ya deben estar despiertos.

Tomé el Pomo de la puerta con cuidado, y poco a poco la abrí, sacando mi cabeza por el agujero, y llevándome dos pares de ojos justo sobre mí. Inhalé profundamente, y cerré la puerta detrás de mí.

-. Buenos días.- murmuré, intentando controlar el leve rubor que se estaba formando en mis mejillas.

Jack me dedicó una sonrisa burlona, mientras que Tadashi daba un pequeño bostezo y se estiraba entre las sábanas. De forma inconsciente me quedé viendo sus fornidos brazos.

-. ¿Que tal dormiste, Bonita?.- alzó una de sus cejas Jack, mientras palmeaba el espacio entre ambos para que me recostara allí. Lo dudé unos segundos, pero acabé por ir y colocarme allí.

My Boys. [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora