T W E N T Y T W O

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Acomodé el escote de mi blusa nuevamente. Mis manos estaban frías a causa de lo nervios, y el labial que tenía en mis labios estaba desapareciendo, a causa de las relamidas y mordidas que le daba a mi labio inferior.

Era viernes. La semana la habíamos sobrevivido fingiendo poco interés entre sí. Me sentaba con Punzie algunos días, mientras que Elena iba con los chicos, y luego viceversa. De ese modo, no perdíamos la comunicación entre los cinco.

Elena me había prometido no contarle nada a nadie, incluyendo a su novio. Pues, aún cuando él no tuviese nada que ver, no dejaría que nadie acabara exponiendo todo el plan.

-. Deja de hacer eso.- me regañó Jack, desde el asiento de copiloto. Hice una mueca, asintiendo.

-. Lo siento. Es solo que, estoy nerviosa.

-. Dijiste que Hans había accedido a verte en la feria. No creo que el idiota diga que no, sabiendo que irás sola.- Se encogió de hombros Tadashi, mientras sostenía el volante con más fuerza de la necesaria. Rápidamente dejé mi mano sobre su hombro.

-. Nada malo sucederá, ¿bien? Miren, se que no me van a creer, pero Hans no es tan cretino como parece.- Ambos rodaron sus ojos.- ¡es en serio! E-El solo es alguien que busca aprobación haciendo cualquier cosa, menos la correcta. Puedo aprovechar aquello, porque lo conozco.

-. Aún cuando lo conoces. Él ahora es amigo de la persona que quiere hundirte y arruinar tu vida, Els.

-. Dijo que no lo conoce en persona.

-. ¡Aunque no lo conociera! Mira. Emma me dijo que estaría aquí esta noche, y últimamente la he visto curioseando con Hans en los vestidores. Tadashi y yo veremos que relación pueden tener, por lo que no estaremos cerca todo el tiempo para ayudarte. Por favor, linda, cuídate.

Los ojos azules de Jack chocaron con los míos, permitiéndome disfrutar de aquel océano. Mis ojos también eran azules, pero los de Jack parecían ser tan claros que, cerca de la pupila, estos se veían grises.

-. Lo prometo.

No fue necesario decir mucho más. Ellos creían en mi palabra, y yo confiaba en que ellos lograrían su objetivo esta noche.
Me dejaron unas cuadras lejos de la feria, para así evitar que la gente nos viera juntos. Caminé con calma hasta la entrada, y allí, pude ver unos cabellos pelirrojos esperando.

Hans estaba recostado sobre un poste de luz. Parecía no estar muy interesado con lo que lo rodeaba, pero al menos no llevaba esa actitud defensiva de siempre.

-. Hola, Hans.- Sonreí una vez estuve frente a frente con él. Este fijó sus ojos sobre mí, y sonrió levemente.

-. Elsa, al fin llegas.

-. Lamento si te hice esperar. No tengo coche hoy día, así he tuve que caminar desde la parada.

-. Ah, bueno, pudiste haberme dicho y te pasaba a recoger.- Se encogió de hombros, mientras ambos comenzábamos a caminar.

-. No quería molestar. No vives muy cerca de mi, la verdad. Aparte, estaba en casa de Elena, ayudándola a escoger que usar.

Comenzamos a hablar con tranquilidad. Había olvidado por qué había salido con Hans Dede un principio. Recuerdo que todo comenzó luego de que ambos lo hiciéramos el verano pasado, pero también estaban las salidas que teníamos. Nunca fuimos algo tan oficial, por lo que no mostrábamos demasiado afecto en público, más bien, éramos algo así como amigos.

Quizás habríamos seguido siendo amigos, sino fuese por las influencias de los amigos de Hans sobre él, y su innecesaria necesidad de encajar en un grupo que no era al que él parecía pertenecer.

My Boys. [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora