-. ¿Cuál crees que está mejor?.- me preguntó Punzie, una vez se volteó a verme.
-. Joder, ya te dije que los dos. ¿Pero eso que tiene que ver con mi problema?
-. ¡Pues viene porque no iré a una fiesta desnuda!
Rodé los ojos, sin poder ocultar la pequeña sonrisa que salió de mi boca luego de eso. Ella fue la mejor opción a la cual acudir luego de la casa de Tadashi.
Y es que, cómo yo le temo a todo, una vez acabó la película me excusé con un mensaje de Punzie sobre ayudarla con unos vestidos. Al principio no me creyeron, porque la verdad aquello sería lo último que yo haría, pero luego de explicarles que la chica me había "obligado", me soltaron. Y claro, como aquí La Niña no quiere afrontar que se excitó por culpa de sus amigos y una peli, entonces se irá a beber hasta que aquello deje de ser tema, y acabe por olvidarlo.
-. Muy bien, ya elegí. ¿Que usarás tú, hermosa?.- volvió a hablarme la rubia, sentándose junto a mí en su cama. Yo hice una mueca, ya no tan convencida de mi plan.
-. No creo que sea buena idea salir sin avisarle a los chicos. ¿Y si algo ocurre?.- la volteé a ver, encontrándome con sus típicas miradas comprensivas.
-. Elsa. El imaginarte teniendo sexo con alguien, no significa que estés enamorada o que enserio vaya a ocurrir.- acarició mi mejilla.- Avísales y mándales un mensaje, pero deja que entiendan que hoy es noche de chicas, y que si gustan hablar, pues que lo hagan mañana.
-. Solo hay un pequeño problema, rubia.
-. ¿Y cual es, Elsa?
-. ¡Que lo disfruté!.- alcé mi voz, sobresaltándola.- Joder, hasta quise saber cómo se sentiría hacerlo. ¡Y ni siquiera es la primera vez que siento curiosidad por besarles!
-. ¿Ósea cómo? ¿Te gustan Jack y Tadashi?.- intervino, logrando que mi boca dejara de parlotear y mi cabeza rápidamente diese un breve asentimiento.
-. N-No lo sé. Quiero decir, si que lo sé porque lo sentí bastante bien.- apunté a mi zona íntima, haciéndole gracia.- Solamente pensé que aún podría haber algo que sentir hacia Hans. Pero, cuando nos imaginé, ese idiota ni siquiera se cruzó por mi mente hasta ahora.
-. Bueno, Querida Elsa.- Punzie se acercó a mi hasta juntar nuestras mejillas.- Para eso hoy iremos a beber, bailaremos, y cuando ya estés lo suficientemente ebria como para admitir lo obvio, yo me encargaré del resto.
No dije nada. Simplemente asentí con mi cabeza y dejé que la rubia tomara el control de la situación, escogiendo lo que usaría hoy.
Me maquilló con bastante rapidez, con tonos oscuros para que, según ella, mis ojos resaltaran más y así me viese más guapa. Sin mencionar que el vestido que había elegido para mí era negro.
-. Punzie, esto hace que se me vea el culo.- hice una mueca, viéndome en el espejo. Pero la rubia solo me regañó y calló, diciéndome que si le temía a que se me viesen los muslos, pues que para eso me uniera a una religión conservadora.
Cuando por fin acabó conmigo, me miré en el espejo de cuerpo completo que había tras su puerta, encontrándome con una versión mucho más confiada y curvilínea de mí.
El vestido era escotado, pero no lo suficiente para que se viese demasiado piel. Tenía unos detalles bajo los pechos que hacía estos resaltar. Luego le seguían mis piernas largas, que se mostraban realmente atractivas, justo a mi trasero, el cual aunque no se viese por debajo del vestido, daba la impresión de ser más grande, resaltando con esto mis caderas.
La rubia si que sabía hacer milagros a la hora de salir de fiesta.
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My Boys. [+18]
Hayran KurguToda mi vida ellos estuvieron a mi lado. Regalándome momentos llenos de risas, sonrisas, llantos y gritos. Y ahora, por primera vez desde el inicio de todo, me cuestiono lo que atormenta a mi cabeza desde aquella noche de fiesta, en la que ambos est...