CAPÍTULO 19

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"¿Celosa?"

Al día siguiente salimos de clases y Daniela y yo nos dirigíamos a mi casa para estudiar pero Roberta insistió en que fuéramos a comer juntas.
–Chicas, ¿ya van a casa -preguntó Roberta mientras sonreía-
–Sí -dijimos Dani y yo al unísono-
–¿Qué les parece si las invito a comer? La verdad ustedes me caen muy bien y me gustaría seguir conociéndolas -confesó sonriendo-
–Claro, a nosotras también nos caes muy bien y obvio queremos seguir conociéndote -dijo Daniela mientras sonreía-
Yo no sabía si Daniela mentía o si estaba diciendo la verdad, no sé, Dani sabe fingir muy bien. Yo sólo sonreí.
–¡Perfecto! Entonces, vamos -dijo mientras nos hacia caminar junto a ella-
–Hey, Roby ¡espérame! -dijo Aidan mientras iba hacia nosotras y le daba un medio abrazo a Roberta para así seguir caminando-
–Oh, sí; chicas, olvidé decirles que Aidan también vendrá -sonrió-
Dani me golpeó disimuladamente el brazo y luego sonrió como burlándose, eso hizo a mis celos crecer.
–¡Perfecto! -dijo Daniela aún burlándose-
–Si no te molesta, Dani y T/N vendrán con nosotros -le dijo Roberta a Aidan-
–Por mí está bien -dijo Aidan encogiendo los hombros-
Yo estaba jodida, ¡¿cómo se supone que voy a disimular mis celos durante toda la comida?!
En algún momento, Aidan, Daniela y Roberta se habían puesto de acuerdo a cual lugar ir a comer, yo sólo los escuchaba y asentía. Era mejor así, si yo decía algo sería para reclamarle a Aidan por no dejar de abrazar y sonreír a Roberta. ¡Dios! Los celos me estaban matando y lo peor es que yo sabía que Aidan lo hacía a propósito. Los celos tampoco me hacían prestar atención a lo que decían ellos en ese momento y realmente no supe a qué lugar decidieron ir hasta que llegamos a Carl's Jr.
–¡Llegamos! ¿Dónde quieren sentarse? -preguntó Roberta-
–Elije tú, Roby -dijo Aidan haciéndome sentir más celosa-
–Oh, sí. Elije tu Roby -dije tratando de disimular mis celos, aunque creo que no lo logré-
–Ok, entonces, por allá -dijo señalando una mesa-
Llegamos a la mesa y nos sentamos, Aidan y yo quedamos frente a frente, Roberta a un lado de él y Dani al lado mío.
–Hola, buenas tardes, ¿qué van a ordenar? -preguntó el mesero-
–Hola -dijo Roberta saludando al mesero- Uh, chicos, ¿me permiten ordenar por ustedes?
–Oh, claro, Roby -dijo a Aidan-
¡Dios! De verdad el estúpido no dejaba de sonreírle a Roberta
–Sí, está bien -dijimos Daniela y yo-
–Bien, entonces, una Western Bacon Cheeseburger, papas fritas y Coca-cola, lo mismo para todos, por favor -le dijo Roberta al mesero-
¿Western Bacon? ¿En serio? Odio el tocino -dije en mi mente-
–Uh, lo siento, pero es que no me gusta el tocino y tampoco tomo refresco. Para mí una Original Thickburger y agua simple, gracias
–Ok, perfecto. ¿Para los demás lo que pidió la señorita? -preguntó el mesero señalando a Roberta-
–Sí, gracias -dijeron Daniela y Aidan-
–Uh, T/N, discúlpame, no sabía que no te gusta el tocino y tampoco que no bebes refresco
–Oh, no, discúlpame tú a mí, pero nunca me ha gustado el tocino y dejé de tomar refresco hace unos años. 
De verdad estaba apenada, Roberta sólo quería tener el gesto de ordenar la comida por nosotros, pero pues, tampoco iba a dejarlo pasar y comer algo que no me gusta.
–Está bien -dijo Roberta sonriéndome-
–Tengo que ir al baño, ¿me acompañas, Roby? -dijo Daniela levantándose de su silla y tomando a Roberta de la mano prácticamente obligándola a que la acompañara-
–Oh, sí, vamos -dijo Roberta sin tener otra opción y ambas se fueron al baño-
Aidan y yo nos habíamos quedado solos. Yo no sabía qué decir y apuesto a que él tampoco. Para ignorar la situación, saqué mi celular para hacer cualquier cosa excepto tener que hablar con él mientras volvían Daniela y Roberta.
–La chica que nunca presta atención, ¿ya va a empezar a leer?, ¿tan rápido? -preguntó Aidan con tono de burla-
Yo lo ignoré y él rio, al parecer ahora le encantaba molestarme.
–¿Molesta? -dijo mientras reía- Si vas a ignorarme hazlo bien y colócate tus audífonos
–Oh, sí. Tienes razón, leer y escuchar música es 268 veces mejor que tener que oír tus estúpidos comentarios -dije firmemente-
No estuve ni 3 segundos con los audífonos puestos porque Aidan se levantó de su lugar para irse a sentar al lado mío y luego me quitó un audífono.
–¿Celosa? -me preguntó mientras sonreía-
–¿Ah? -dije fingiendo confusión-
–Admítelo, estás celosa de Roby
Y tú admite que te gusta joderme la vida por eso estás tratando de darme celos con Roberta -dije en mi mente-
Fingí una carcajada.
–Deja de decir estupideces y regrésame el audífono
–No hasta que admitas que sientes celos de Roby -dijo imponiéndose sobre mí-
–No voy a admitir algo que no siento -tragué grueso para poder decir eso-
–¿Segura? -siguió insistiendo-
–Aidan, devuélveme mi audífono, ¡por favor!
–Oh, ¿empezarás a suplicar? -dijo burlándose-
–No estoy suplicando, -rodé los ojos- sólo estoy siendo amable y pidiéndote que por favor me devuelvas el audífono, pero si prefieres, puedo dejar de ser amable y hacer que me regreses mi audífono -sonreí-
–¿Ah, sí? ¿Cómo? -dijo sonriendo-
Traté de quitarle el audífono y empezamos a forcejear.
–¡Dame el maldito audífono! -dije casi gritando-
–T/N, ¡espera!
Estuve tratando de quitarle mi audífono por unos minutos, estábamos haciendo contacto físico todo el tiempo, nuestras manos siempre estuvieron tocándose, yo no paraba de decir que me regresara el audífono y él no dejaba de decirme "espera". Por un momento Aidan soltó el audífono y este quedó bajo la mesa; rápidamente me agaché a recogerlo, Aidan hizo lo mismo y quedamos frente a frente bajo la mesa, nuestros cuerpos estaban muy juntos y nuestras caras demasiado cerca. Hicimos contacto visual por unos segundos, de esas miradas que penetran, como si estuviéramos a punto de besarnos, había demasiada tensión entre nosotros. Después de estar mirándonos unos segundos Aidan reaccionó antes que yo y tomó el audífono.
–¡Lo tengo! -dijo sonriendo-
Volvimos a arriba y luego nos sentamos
–Ya dámelo, por favor. -Ok, creo que ahora sí estaba suplicando-
Aidan me miraba sin decir nada. Llegaron Daniela y Roberta.
–¿Pasa algo? -preguntó Roberta-
–No, nada. Sólo, T/N y yo escuchábamos una canción mientras Dani y tú regresaban del baño, pero ya -dijo y después se levantó para regresar a su lugar al lado de Roberta-
Cuando volvió a sentarse frente a mí, por fin me regresó el audífono y yo esbocé una sonrisa fingida.
En toda la comida Aidan no dejó de coquetearle a Roberta para hacerme sentir celosa. Daniela sólo se burlaba de mí y yo juro que estaba a punto de estallar de celos. Terminamos de comer y Roberta llamó a un Uber para que nos llevara a casa. Salimos del restaurante y el Uber ya había llegado.
–Vamos, ya está aquí el Uber que pedí -dijo Roberta y Daniela y ella subieron al auto-
–Uh, yo prefiero regresar caminando
–¿Segura, T/N? -preguntó Daniela-
–Sí -dije sonriendo-
–Yo igual -dijo Aidan- 
¿Acaso Nadia pretendía ir caminando conmigo después de darme celos con Roberta?
–Está bien, nos vemos mañana en la escuela -dijo Roberta y luego el Uber se fue-
Empecé a caminar ignorando a Aidan.
–¡Espera! No me dejes atrás -dijo Aidan mientras me alcanzaba-
–Si no caminas rápido, entonces te quedas atrás -dije volteando a verlo-
Empecé a caminar más rápido y Aidan hizo lo mismo.
–Entonces, ¿seguirás negando que estás celosa de Roby?
–No insistas, ya te dije que no estoy celosa -dije esperando a que me creyera-
–Ok, haré como que te creo... Pero dime ¿cómo te cae Roby?
Ya vimos que Nadia no conoce el significado del verbo "insistir", o sea, ¡no me hables de Roberta y no me hagas sentir más celos!
–Tienes que creerme, es la verdad -dije suspirando- Roby me cae muy bien, supongo que a ti igual
–¡Sí! Ella es muy linda. Tenemos mucho en común, ¿sabes? -dijo mientras sonreía-
–Me imagino... -dije ocultando mis celos-

Aidan Gallagher, el primer chico del que me enamoré (Aidan y tú) [1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora