Aidan Gallagher, el primer chico del que me enamoré (Aidan y tú) [1]

CAPÍTULO 28

"Perdón"

Llegamos a casa de Roby exactamente a las 8:26pm. Tocamos a la puerta y Mau abrió.
–Hey! -dije saludando a Mau-
–¡T/N, viniste! -dijo sonriendo-
–Sí y ve, te presento, ella es Daniela, mi mejor amiga, y Dani, él es Mau...
–El amigo de Aidan y ahora también tuyo, lo sé. ¡Mucho gusto, Mau!
–¡Un gusto, Dani! -dijo sonriendo- Uh, pasen, por allá está Roby
Llegamos con Roberta y Aidan estaba con ella. La tensión e incomodidad se hacían presentes.
–¡Niñas! Que bueno que vinieron -dijo Roberta mientras sonreía-
–¡Sí! Este es un regalo de parte de T/N y mía -de camino le habíamos comprado chocolates-
–Sí. Feliz cumpleaños, Roby -sonreí-
–Aww, que lindas, ¡gracias! Vengan, les presentaré a unos amigos...
*Narrador omnisciente*
–¿Ya conociste a Dani? -preguntó Aidan a Mau-
–Sí. Ella es, uff, ¡guapísima!
–No tanto como T/N
–De acuerdo -dijo Mau sonriendo-
–T/N es extremadamente linda, por dentro y por fuera -insistió Aidan-
–Sí, lo sé. Pero Aidan ya estás ebrio
–No, no sólo llevo 3 cervezas -dijo riendo-
–Sí, pero para ti son como 268
–¿268? T/N siempre dice eso cuando exagera, es decir, cualquier persona usa la cifra "1000" o "100", pero T/N dice "268"
–Oh sí. Lo copié de ella, no sé, me parece original
–Original, sí -dijo Aidan asintiendo-
2 horas después. Estaba sentada en las escaleras de casa de Roby, los chicos que nos presentó a Dani y a mí fueron a bailar junto con ellas, yo decidí ir a sentarme para evitar hacer el ridículo porque no me gusta el baile, además, ¡no sé bailar! De las 268 veces que he intentado bailar en mi vida 268 he terminado haciendo el ridículo. Mientras estaba ahí sola, un chico se me acercó y empezaba a molestarme.
–Vamos, es sólo una, acéptala -dijo el chico mientras me ofrecía una cerveza-
–¡Que no! -dije casi gritando- Ya te dije que no tomo
Ya había insistido mucho y mi respuesta siempre había sido negativa, pero el chico no paraba de ofrecerme cerveza y empezaba a colmar mi paciencia.
–Sólo un traguito, dale -siguió insistiendo-
–Ya te dijo que no -dijo Aidan con voz firme poniéndose frente al chico-
–Ok, ok amigo, tranquilo -dijo el chico y luego se fue-
–Uh, gracias -dije un poco incómoda-
–¿Puedo sentarme?
–Sí, está bien -dije y luego Aidan se sentó junto a mí en las escaleras-
–Entonces, ¿no tomas cerveza?
–No
–¿Ni un poquito? -preguntó mientras se tocaba los labios-
–Ay, ¿tú también me molestarás? -rodé los ojos-
–Oh, no. Tranquila, yo sólo preguntaba
–Ugh, perdón. -solté un suspiro- Pues no, no tomo cerveza y nunca lo haré
–Ok -dijo como si la respuesta le diera igual- ¿Cuánto tiempo llevas aquí sentada?
–No sé, como 20 minutos
–Oh, ¿qué hiciste las primeras horas de la fiesta? -seguía haciendo preguntas-
–¿Esto es un interrogatorio? -pregunté y luego suspiré- Está bien, te contaré; Roby nos presentó a Dani y a mí unos amigos, estuvimos platicando un rato, luego ellos decidieron ir a bailar...
–Y tú terminaste sola en las escaleras -dijo Aidan interrumpiéndome-
–Ajá. Es que yo no sé bailar y quiero evitar hacer el ridículo, así que sí, por eso terminé sola aquí
–Me gustaría contradecirte, pero nunca te he visto bailar, así que...
–Y que bueno que nunca lo has hecho -dije riendo- De verdad, ¡soy pésima! Soy un tronco
–También soy pésimo en el baile, pero, ¿sabes? Yo bailo con confianza no con habilidad -dijo mientras se levantaba de las escaleras para extenderme su mano- ¿Te gustaría bailar conmigo? -preguntó sonriendo-
¡Sí! Bueno, no, ¡pero sí! -dije con emoción en mi mente-
–Uh, no
–¿Por qué no? -preguntó y una vez más evadía la obviedad-
–Porque tú ni siquiera deberías estar aquí, tú deberías estar con Roby disfrutando de la fiesta
–Bien, entonces si no quieres bailar, ven conmigo -dijo mientras me tomaba del brazo para levantarme de las escaleras y hacerme caminar con él-
–Espera, ¿a dónde vamos?
–Tengo que hablar contigo, pero aquí no
–¿Por qué aquí no?
–Hay mucho ruido, iremos a un lugar tranquilo donde podamos hablar -explicó-
Salimos de casa de Roby, y Aidan aún me sostenía el brazo.
–¿Quieres dejar de jalarme el brazo?
–Si prefieres te doy la mano
Entrelazó su mano con la mía y empezaba a ponerme nerviosa, sólo esperaba que mi mano no sudara. Afortunadamente mi mano nuca sudó y Aidan no notó mi nerviosismo, o eso creo. Caminamos hasta llegar a un parque cerca de la casa de Roberta.
–Ok, creo que aquí podemos hablar -dijo y por fin soltó mi mano-
–¡Columpios! -dije emocionada y corrí a uno para empezar a columpiarme-
Aidan me vio sonriendo y él mismo empezó a columpiarme. Yo estaba demasiado feliz y emocionada, pero frente a Aidan disimulaba, obvio.
–Suficiente -dijo y detuvo mi columpio, luego se sentó en el columpio que estaba a mi lado- Vinimos aquí para hablar no para columpiarnos
–Pero podemos aprovechar -dije sonriendo y volví a columpiarme-
La verdad es que estaba tratando de evadir lo que Aidan quería decirme.
–T/N... -dijo pero lo ignoré- T/N, ¡ya! -dijo y detuvo el columpio nuevamente- ¿Podemos hablar ahora?
–Ok -rodé los ojos- ¿De qué quieres hablar?
–No sé por dónde empezar -dijo y luego suspiró para continuar con lo que quería decir- Ok, primero quiero que sepas que Mau me dijo todo, me contó todos los planes que tuvieron para darme celos, y pues, también quiero decirte que sí, sí sentí muchísimos celos, yo creí que era real, que entre Mau y tú sí había algo más que sólo amistad
–Yo... -lo interrumpí- lo siento -dije apenada-
–¡No! La única persona que tiene que pedir disculpas, soy yo. Perdón T/N, perdón por haber creído que no te  importo, perdón por decir que no me importas, perdón por... -suspiró- Perdón por haberme alejado de ti y hacer que tú quisieras alejarte. Perdón por tratar de darte celos con Roby. Perdón por creer que lo tuyo con Mau era real, perdón por haberme enamorado de Roberta
–Aidan, Aidan -dije pero no me dejaba hablar, él seguía pidiendo perdón- ¡Aidan! -dije haciendo que callara y que me dejara hablar- Ok, ok, ok, ya entendí, ¿sí? No tienes que recordármelo, no tienes que... -quería continuar diciendo que no tenía que pedirme disculpas por haberse involucrado sentimentalmente con Roberta pero él me interrumpió-
–Por favor T/N, déjame seguir hablando; tú siempre te disculpaste por creer que quien arruinó todo entre nosotros fuiste tú y no es así, no T/N. Fui yo por haberte ignorado, fui yo porque yo te alejé, fui yo porque no supe demostrar mis verdaderos sentimientos, porque no supe demostrar mi amor por ti -dijo todo esto con consternación-
–¿Sabes qué creo? Creo que estás demasiado ebrio, ¿y sabes que es lo peor? Que tengas que beber alcohol para darte  valor y así poder pedirme disculpas. Nunca creí que este día llegaría, nunca creí que te disculparías y menos así, ebrio. Oye, yo sé que los niños y los borrachos siempre dicen la verdad y dudo que tú estés mintiendo, pero no entiendo por qué tienes que disculparte ahora, pudiste haberlo hecho antes y así evitarme el dolor, el dolor de haber perdido a alguien que... -hice una pausa- A alguien que solía amar -tragué grueso-
–Por favor perdóname, perdóname por todo lo que indirecta o directamente te lastimé. De verdad estoy muy arrepentido por dejarte ir y todo lo que quiero es que me perdones
En ese momento sonó mi celular, era una llamada de Daniela, respondí y puse el altavoz para que Aidan también pudiera oír.
–¿Qué pasa, Dani?
–¿Dónde estás? Te he buscado por toda la fiesta
–Uh, lo siento. Decidí irme, ahora estoy llegando a casa
–¿Por qué? ¿Tan aburrida estabas?
–Uh...
–Ok, como sea. Al menos te hubieses despedido
–Lo siento
–Oye, Aidan tampoco está aquí, ¿tú sabes algo? Roby también ha estado buscándolo
–No, yo no sé nada de Aidan
–¿Segura? Porque podría estar contigo y...
–Sí Daniela, segura -la interrumpí- Él no está conmigo, ya te dije que yo estoy por llegar a mi casa y de Aidan no sé nada -colgué el teléfono- Ya escuchaste, Roby está buscándote -le dije a Aidan, bajé del columpio y luego empecé a caminar-.