"La promesa"
Estaba muy ansiosa por ver las sorpresas que Nadia dijo que me tenía. Había llegado por fin el día en que Aidan y yo cumplíamos 6 meses de estar juntos, de ser novios. Salí de mi casa y Aidan ya estaba esperándome.
–¿Lista para conocer a Rainbow? -dijo mostrándome entradas para la Bookcon-
Emocionada corrí hacia él y lo abracé.
–¿Cómo las conseguiste?
–Bueno, no fue fácil pero lo importante es que lo hice -dijo sonriendo-
–¡Gracias! ¿Entonces sí iré a la Bookcon? -pregunté con incredulidad-
–Estás consciente de que las entradas son reales, ¿cierto? -dijo riendo ligeramente-
–Supongo. ¡Ahh! Es que no puedo creerlo. Espera, ya vengo...
Entré a casa por el libro en físico de Eleanor y Park
–Para que lo autografíe Rainbow -dije sonriendo y mostrándole el libro-
–Y que también autografíe esto -dijo Aidan sonriendo y entregándome un buzo de Eleanor y Park-
–¿Un buzo con el dibujo de Eleanor y Park? -preguntó con más emoción aún-
–Ajá, y no hace falta que lo digas, sé que soy el mejor -sonrió-
–Ay, ya egocéntrico. Pero sí, sí eres el mejor Nadia. Eres el mejor y único novio que he tenido -dije sonriendo-
En la Bookcon conocí a Rainbow Rowell y algunos otros autores más. Rainbow me autografió el libro y el buzo. Fue tan emocionante y divertido. Y todo fue gracias a Aidan.
–¿Ya vas a decirme cómo conseguiste las entradas?
–Estuve toda la noche buscando páginas en internet con personas revendiendo entradas para la Bookcon hasta que encontré a alguien que justo vendía dos. No fue sencillo, ni barato, -confesó- pero valió la pena, ¿cierto? -sonrió-
–¡Por supuesto! Gracias Nadia
–Oh no, no agradezcas
–¿Cómo puedo pagártelo?
–Así, sonriendo. Y también se aceptan besos -dijo sonriendo y lo besé-
–¿Estás lista para otra sorpresa?
–¡Sí!
–Vamos a nuestra madriguera del conejo
–¡Vamos! -reí ligeramente-
Llegamos, y como siempre, Aidan abrió la puerta con un paperclip, luego entramos.
–Vamos a la azotea -dijo Aidan sonriendo-
–¿Por qué siempre vamos a la azotea?
"Nuestra madriguera del conejo" en realidad no era la casa de mis abuelos, sino sólo la azotea, por eso siempre íbamos ahí.
–¿No quieres admirar las estrellas conmigo?
–No, sí quiero
–Dale, subamos entonces
La sorpresa era una cena romántica.
–¿Pizza y vino tinto?
–Para brindar por nuestro amor -dijo Aidan mientras abría la botella de vino-
–Pero yo no tomo
–Hoy es un buen día para empezar a hacerlo
–Aidan -advertí-
–Vamos, embriágate conmigo -dijo sonriendo-
–Embriagarme es justo lo que no quiero hacer
–¡Ahh! Está bien. Sabía que no ibas a hacerlo, y que ni diciendo "hazlo por mí" aceptarías. Por eso traje jugo de uva también -sonrió-
–Gracias, pero no me gusta el jugo de uva -dije bromeando-
–¿En serio?
–Nah, te estoy jodiendo -confesé riendo- Gracias por traer jugo de uva para mí
Terminamos de cenar y Aidan quiso brindáramos.
–Brindemos -dijo Aidan y tomamos nuestras copas- Por cambiar mi vida desde el primer momento que te vi en Starbucks, sentada leyendo en tu celular, con tus audífonos puestos, bebiendo frappé y comiendo galletas
–Por hacerme feliz siempre -dije y chocamos las copas-
Después nos recostamos en el piso, viendo al cielo, admirando las estrellas.
–T/N...
–¿Si?
–Prométeme algo
–Ajá
–Prométeme que pase lo que pase siempre estaremos juntos
Volteé a verlo.
–Oye, ¿por qué esto suena como a so fuera a suceder algo entre nosotros, como si fuéramos a separarnos?
–No, para nada. Sólo quiero que lo prometamos
–¿Por qué?
–Porque quiero tener la seguridad de que así será, y que sin importar que pase entre nosotros siempre estaremos juntos y siempre nos amaremos
–Lo prometo -sonreí-
–Pinky promise? -preguntó Aidan sonriendo-
–Pinky -dije e hicimos pinky promise-
–Siempre -dijo Aidan aún con nuestros meñiques entrelazados y me besó la mano-
–Siempre -le sonreí-
–¿Cómo se dice siempre en latín?
–Semper
–Pues, semper -sonrió-
–Diliget te (te amo)
–¿Puedes decirlo en español? Por favor
–Ok...
–Te amo -dijimos al mismo tiempo y nos sonreímos-
Seguimos admirando las estrellas, diciendo que nos amamos, y sí, también besándonos.
–Oye, tengo algo para ti -dijo sacando algo del bolsillo de su pantalón-
Era un anillo.
–Wow, ¿un anillo con forma de libro o un libro con forma de anillo? -reí un poco- No sé cómo llamarlo, pero me encanta. ¡Gracias!
–¡Felices 6 meses! Te amo -me sonrió-
–Te amo más
Aidan puso el anillo en el índice de mi mano derecha.
–Ahora me siento mal -confesé
–¿Por?
–Porque hoy hace 6 meses que somos novios, y tú conseguiste entradas para la Bookcon, me ayudaste a conocer a Rainbow y hasta me diste el buzo que ahora traigo puesto. Compraste pizza, vino tinto y jugo de uva para mí. También me regalaste un anillo, y yo, yo no te regalé nada -dije con agobio-
–Bueno, mi mejor regalo eres tú -sonrió- Y no te preocupes, no esperaba nada
–¡Oye! -dije riendo y le golpeé el brazo-
–¿Qué? -rio- Es la verdad, tú no eres ni un poquito detallista. ¿Recuerdas la carta que me escribiste en nuestro primer mes?
–Ajá
–T/N, la escribiste con lápiz en una hoja de papel arrancada de una libreta. ¿Lo que escribiste? Hermosa poesía, pero, ¿la presentación? Sin palabras, al menos la hubieses escrito con tinta -dijo riendo ligeramente-
–Oye, era un manuscrito hermoso. Pero está bien, la próxima vez que te escriba una carta lo haré en una máquina de escribir, eso es muy detallista
–Te lo agradecería
–Bueno, no soy nada detallista, pero así me amas -dije sonriendo-
–Sí, y mucho -dijo y nos besamos-
Aidan puso música en su celular, se levantó y me extendió su mano.
–Ven, bailemos
–Pero, Nadia -dije quejándome-
–Vamos, no puedes negarte
–Ok -rodé los ojos y le tomé la mano- Disculpas de antemano por pisarte
–O yo a ti. Ya lo hemos dicho, ninguno de los dos sabe bailar
–Sí, pero tú siempre dices "yo bailo con confianza no con habilidad" y yo simplemente ¡no bailo!
–Tú sólo déjate llevar por este momento, sigue el ritmo de la música y sigue mis pasos -dijo y empezamos a bailar-
Estuvimos bailando un buen rato. Afortunadamente no lo pise y él a mí tampoco. Aunque Aidan siempre dice "yo bailo con confianza no con habilidad", en realidad sí baila con habilidad, lo hace muy bien, para mí es el mejor bailarín que conozco.
–¡Suficiente! Ya lo complací señor Gallagher, ya bailé un buen rato con usted
–Sí, ya estás aprendiendo a ser detallista -dijo riendo ligeramente-
–Por supuesto, ve -dije y me quité una pulsera de mi muñeca derecha- Mi abuela me la regaló cuando era pequeña, desde ese entonces no había salido de mi mano, hasta hoy
–Wow
–Es muy importante para mí, así que imagina lo importante que tú también debes serlo para querer que la tengas
–No puedo aceptarla
–Vamos, claro que puedes -dije y Aidan negó con la cabeza- Por favor, quiero verla en tu mano
Le pulse la pulsera en la muñeca izquierda.
–Prometo regresártela algún día -dijo viendo la pulsera para luego voltear a verme a mí-
–Uh, claro. Cuando yo compre algo para ti como esto -dije mostrando el anillo- Si quieres podrás regresármela. Ahora brindemos -dije y me serví un poco de vino-
–No te creo -dijo Aidan negando con la cabeza-
–A vobis (por ti)
–No -volvió a negar con la cabeza-
–Es sólo un poco. No me voy a beber 268 copas, sólo es esta y ya. Jamás volveré a tomar alcohol en mi vida
–¿De verdad quieres hacerlo? -preguntó con incredulidad-
–Sí
Aidan tomó su copa de vino, brindamos y nos besamos.
–Yo creo que ya deberíamos irnos
–No, ¿por qué?
–Es tarde, mañana tenemos clases
–Pero yo quiero quedarme toda la noche contigo, yo quiero quedarme siempre contigo -se abalanzó sobre mí y me abrazó-
–Wow, ok. Pero de verdad es tarde
–Bonum ese (está bien) -dijo separándose del abrazo y luego nos dirigimos a casa-.
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Aidan Gallagher, el primer chico del que me enamoré (Aidan y tú) [1]
FanfictionY pensar que todo comenzó con un simple pase de lista en clases. Inspirado en "Eleanor y Park" y "Fangirl" de Rainbow Rowell.