Aidan Gallagher, el primer chico del que me enamoré (Aidan y tú) [1]

CAPÍTULO 52

"Cursi, pero lindo"

Entré a mi casa y como de novela romántica lo único que hice fue cerrar la puerta, recargarme sobre ella y suspirar.
–¡Dios! ¿Por qué lo besé yo? Él es quien lo hace siempre -suspiré- ¿Qué te está pasando T/N?
–Estás enamorada -dijo Dani bajando las escaleras de mi casa-
–¡No me jodas, Daniela! -dije casi gritando- Me asustaste, ¿qué haces aquí?
–Uh, estaba esperándote. Tus padres dijeron que estabas en tu club de lectura
–¿Dónde están ellos?
–Salieron, no sé a dónde. Me ofrecieron quedarme aquí para esperarte y eso hice. Así que cuéntame, ¿cómo te fue en el club de lectura?
De camino a mi habitación le fui contando un poco.
–Entonces, me contabas de tu club -dijo Dani y se sentó en mi cama-
–Uh, sí. Pues después de que Aidan diera su opinión sobre el libro, un chico, Andrik se llama
–¿Cómo es el chico?
Sabía la respuesta que quería obtener Dani, pero me encanta joder.
–Pues se nota que es bastante inteligente -dije sin interés-
–¡Físicamente! ¿Cómo es físicamente?
–Uh, pues es alto, musculoso, tiene cabello castaño y ojos azules -dije y luego me concentré en terminar de contar que fue lo que pasó antes de que Daniela empezara a hacer más preguntas sobre Andrik- Y eso  es todo -concluí minutos después-
–Lo siento, me perdí después de que dijiste "alto, musculoso, cabello castaño y ojos azules"
–¡Dani! ¿En serio no escuchaste todo lo que dije?
–¡Claro que escuché! Escuché que en tu club de lectura hay un chico alto, musculoso, de cabello castaño y ojos azules llamado Andrik. Dime, ¿Andrik qué?
–Uh, no sé su apellido
–Pero vas a presentármelo, ¿cierto? -preguntó sonriendo-
–No sé si eso sea posible -dije para joder a Dani, aunque era la verdad- No es mi amigo, ni si quiera lo conozco, sólo lo he visto una vez en mi vida y gracias a la maestra sé que es un semestre mayor que nosotras, y que ama los libros, eso es todo -confesé-
–¡Me uniré al club de lectura!
–¿De verdad? -dije riendo-
–Ajá, así conoceré en persona al amor de mi vida
–Wow, ok. Pero Dani, a ti no te gusta leer
–¿Y? Espera, a mí no me gusta leer, pero Andrik ama hacerlo, así que fingiré que amo los libros para conquistarlo -dijo con decisión- ¡Sí! Iré al club de lectura y tú me ayudarás a fingir de libros
*Narrador omnisciente*
–¿Por qué esa cara? ¿Qué sucede? -le preguntó Mau a Aidan mientras se acercaba a él
–Nada -era verdad, no tenía nada-
–No mientas -insistió Mau-
–Oye, a veces cuando las personas dicen "no me pasa nada", es cierto, no sucede nada -dijo Aidan y Mau negó con la cabeza-
–¡Ah, ya sé! T/N ya te dijo, ¿cierto?
–No, ¿qué? T/N, no me ha dicho nada -dijo Aidan con confusión-
–Oh, olvídalo
–Mau... -dijo Aidan presionando a Mau para que hablara pero este no dijo nada- Habla, ¿qué tiene que decirme T/N?
–Está bien, te contaré; T/N me dijo que ya no quiere que tú le enseñes Skate -confesó-
–¿Por qué? -dijo un poco molesto-
–Tranquilo. No es porque tú seas pésimo maestro o algo así, sino que, T/N me dijo que no puede concentrarse cuando practican Skate juntos porque ella todo lo que quiere hacer es admirarte, abrazarte y otras 268 ridiculeces que dijo que quiere hacer contigo. Es lindo, ¿no? Cursi, pero lindo
–¿Es lindo que T/N ya no quiere practicar Skate conmigo?
–No, más bien la razón por la que no quiere hacerlo
–Supongo -dijo Aidan con decepción-
–Oye, ni siquiera lo conoces. ¿Cómo puedes saber si realmente te gusta? -dije después de escuchar a Daniela insistir con el tema de Andrik-
–Pues no, pero pronto lo conoceré. Además, tú ya lo describiste y claro que me gusta. ¿Cuándo es la próxima reunión?
–El lunes
–¡Ay! Falta mucho
–Sólo 2 días, hoy es viernes
–Es mucho para ver a Andrik, pero poco para aprender de libros, o al menos fingir que sé de libros. Así qué dime, ¿qué tengo que saber sobre los libros y todo eso?
–Oye, ¿por qué no lees un libro? Así te das cuenta de lo, lo... -no sabía cómo describirlo- Es que no existen palabras para describirlo, leer es simplemente mágico
–Ok -dijo Dani como si hubiese aceptado leer- Pero también tengo que saber de autores y de, de no sé, de todo lo que tenga que ver con la literatura y así
–Después de leer tu primer libro puedes comenzar a investigar sobre los autores, también buscar reseñas y así -dije sonriendo-
–Entiendo. -dijo mientras asentía- Entonces, ¿qué libro me recomiendas para empezar?
–Antes, supongo que sabes que existen diferentes géneros
–Sí claro -dijo fingiendo que sabía- ¿Cómo cuantos? -preguntó rascándose la cabeza-
–Muchos, -dije riendo- y a la vez estos se dividen en subgéneros. Pero, ¿qué te parece empezar por un clásico?
–Está bien, ¿cuál?
–Bien, para que empieces a amar la lectura, creo que sería perfecto que primero leyeras El Principito de Antoine de Saint-Exupéry
–¿Que no es un cuento infantil?
–No, esa es sólo una pequeñísima adaptación, si puede llamarse así, de la novela
–Ok, ya estoy aprendiendo; El Principito no es cuento infantil sino una novela clásica
–¡Exacto! -dije y ambas reímos-
–Entonces, ¿el libro?
–Ten -dije entregándole el libro- Es de los pocos que tengo en físico, así que trátalo con cariño
–Gracias -dijo arrebatándome el libro-
–¡Daniela! -grité- Con cariño
–Ok, ya. Perdón
Habíamos pasado un rato leyendo y yo quería un frappé, en realidad no, sólo quería ir a comprarlo par ver a Aidan.
–Oye, ¿quieres algo de beber o de comer? -le pregunté a Dani- Vamos a Starbucks por algo -dije levantándome de la cama-
–No, mejor pidamos a domicilio -dijo sin interés-
–Dani -dije sonriendo tratando que entendiera lo que quería, pero ella sólo me veía-
–Oh, ya entendí. Tú quieres ir para ver a Aidan -dijo sonriendo- Uh, pues hazlo, aquí te espero. Es que el libro está buenísimo y no puedo parar de leerlo
–Ok, ya vuelvo. ¿Qué quieres que te traiga?
–Uh, un frappé
–Claro, como sólo hay un tipo de frappé, entendible -dije con sarcasmo-
–Un frappé del que siempre pides, por favor -me dio una sonrisa atenuada-.