Aidan Gallagher, el primer chico del que me enamoré (Aidan y tú) [1]

CAPÍTULO 33

"¡Chismoso!"

Terminamos de cenar. Mis padres me pidieron que recogiera los platos porque ellos se sentían muy cansados para hacerlo, se despidieron y fueron a dormir. Terminé de recoger los platos, tomé la rebanada de pizza que quedaba para dársela a Aidan y subí a mi habitación.
–Shh, la habitación de mis padres es la de enfrente, así que habla bajito -advertí con voz baja- Ten, supongo que tienes hambre, es la última
–¡Gracias! -dijo tomando la rebanada de pizza- Si te soy sincero, esto parece un secuestro, ¿por qué cerraste con llave?
–¿Por qué intentaste salir?
–¡No! -dijo y rio- Yo sólo quería abrir un poco la puerta para...
–¿Para qué? -dije con tono de reclamo-
–Pues, quería saber de qué hablabas con tus padres -confesó-
–¡Chismoso! Sólo termina la pizza y te vas
–Sí, ya, ¡ya terminé!
–Igual, tenemos que esperar un poco más para que mis padres estén completamente dormidos y puedas irte sin que te escuchen
–¿Esperar un poco más? Mejor admite que no quieres que me vaya -dijo sonriendo-
–¡Ay, por favor! -reí- Claro que quiero que te vayas, ¿o tú crees que es muy cómodo tenerte aquí escondido?
–Bueno, pudimos sólo quedarnos en la sala cuando tus padres llegaron y explicarles que te lastimaste el tobillo por eso estoy aquí, así hubiésemos evitado todo esto. Por cierto, ¿cómo sigue tu tobillo? 
–Pues ya no está hinchado, en realidad, ya no me duele, te dije que pasaría. Estoy muy bien -terminé de confirmar-
–Uff, ¡que alivio! ¿Y les contaste a tus padres que ahora eres skater y que te lastimaste el tobillo?
–No les conté lo del tobillo porque estoy bien y no quiero preocuparlos. Pero sí les dije que estoy aprendiendo a andar en patineta, y cuando les conté que eres tú quien me está enseñando, me enteré que nuestros padres son amigos, o eso parece... ¿Tú sabías eso?
–¿En serio? No tenía idea. Yo supuse que la única vez que habían hablado fue después del partido de béisbol
–Yo supuse lo mismo, pero ahora hasta planean invitarlos a comer
–¿Cómo? -preguntó con confusión-
–Sí, mis padres planean invitar a comer a los tuyos
–Me encantan que empiecen a convivir desde ahora, así se acostumbran
–¿Acostumbrarse?
–Sí, muy pronto convivirán como consuegros -dijo sonriendo-
–Sí, lo que digas, ¡ahora vete! Vamos, te acompañaré a la salida
Salimos de mi habitación y bajamos las escaleras silenciosamente.
–Shh, no hagas ruido -me advirtió Aidan-
–Eso intento -dije mientras abría la puerta-
Salimos de mi casa.
–Aquí si puedo hablar normal, ¿no? Sin cuchicheos
–Sí, aquí no nos escuchan, o eso espero -dije volteando a ver a mi casa-
–Nos vemos después para la siguiente lección de Skate, pero intenta no caerte y no preocuparme -dijo sonriendo ligeramente-
–Lo intentaré -dije riendo un poco-
–Bueno, nos vemos mañana en la escuela
–Bye! -dije sonriendo-
Aidan se despidió dándome un abrazo y luego se fue.