CAPÍTULO 5

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"Extremadamente lindo y especial"

–¿5:40? ¡Aidan llega en 20 minutos! -empecé a presionarme- Cálmate T/N, tranquila, no es nada, sólo es tu primera cita oficial... ¡Mi primera cita oficial! Se supone que tendría que arreglarme -me ví al espejo-. Nah, así estoy bien. No prestaré atención pero al menos tengo autoestima -reí-
Los 20 minutos en los que más me he sentido nerviosa en mi vida. Dios, ¿por qué me causas este nerviosismo, Aidan? Tocaron la puerta y me apresuré a bajar las escaleras para abrir la puerta antes de que alguien más lo hiciera.
–Regreso en un rato, mamá -le grité a mi madre- Afortunadamente mis padres no eran mucho de hacer preguntas ni de cuestionar mis acciones, así que debo estar agradecida por no haber tenido que explicar que saldría con Aidan en mi primera cita oficial.
Abrí la puerta y ví la hora en mi celular.
–6:00pm ¡que puntual!
–La puntualidad es lo mío -dijo y sonrió-
–¿Y a dónde iremos?
–Bueno, ¿me creerías si te digo que no tengo nada planeado y que sólo caminaremos por esta calle hasta que decidamos a dónde ir?
–Caminar por esta calle ya es un plan y me gusta ese plan -sonreí-
–Umm, ¡sí! Es cierto
–Caminemos entonces...
Empezamos a caminar juntos y por un momento creí que me tomaría de la mano, es que, estábamos caminando demasiado cerca.
–¿Recuerdas que hoy en la escuela me dijiste que te encanta que se tan directa?
–Sí, lo recuerdo, y sí, me encanta que seas súper directa -dijo mientras sonreía-
–Pues seré directa una vez más, bueno, más que directa, seré sincera. Umm, no, mejor dicho, debo confesarte algo
–Umm, ok, dime
–Yo nunca había salido con un chico, es más, nunca he salido con nadie. Digamos que esta es oficialmente mi primera cita, claro, si tú lo consideras una cita -me sonrojé-
–Oh, ¿de verdad nunca habías tenido una cita?
–Sí, de verdad
–¿Yo soy tu primer cita?
–Pues sí, supongo
Aidan parecía emocionado. Su sonrisa era tan jodidamente hermosa.
–¿Qué te pasa? -dije riendo-
–Es que, ¡estoy feliz! Soy el primer chico con el que sales y eso para mí es extremadamente lindo y especial -dijo sonriendo-
–¿Y tú sabes que es extremadamente lindo y especial para mí?
–No, ¿qué?
–Tú -no pude evitar sonreír-
–Espera, ¿qué? ¿Qué dijiste? -hizo que dejaramos de caminar-
–Lo que escuchaste -seguí caminando, pero Aidan no, así que me volteé y le dije-...
–¿Podrías por favor seguir caminando?
–No, ¿podrías tú por favor repetir lo que dijiste? Por favor, dilo otra vez
–Ok, lo haré con una condición
–¡Oye! La única persona que pone condiciones aquí, soy yo -dijo bromeando y ambos reímos- Pero haré una excepción, dime, ¿qué condición?
–¡Que me alcances! -dije mientras reía-
Empujé a Aidan y me eché a correr por toda la calle en la que caminábamos. Pero que lento era Nadia, digo, Aidan, no lograba alcanzarme. Corrí hasta llegar a la cancha pública de baloncesto. Ese día no había nadie jugando o practicando básquetbol, el lugar estaba solo, pero ahí había una especie de picnic...

Aidan Gallagher, el primer chico del que me enamoré (Aidan y tú) [1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora