Aidan Gallagher, el primer chico del que me enamoré (Aidan y tú) [1]

CAPÍTULO 42

"No hay nadie como tú"

–¿Qué película te gustaría ver? -preguntó Aidan-
–No sé. ¿Te gustan las películas de terror? O podemos ver una de drama, o una cómica, si prefieres -encogí los hombros-
–Wow -dijo sonriendo-
–¿Qué? -pregunté con confusión-
–Eres la primera niña con la que voy al cine que no dice que quiere ver una película romántica
–Oh, ¿has llevado a muchas niñas al cine? -pregunté celosa-
–Pues... Espera, ¿estás celosa? -preguntó y rio un poco-
–No, es sólo curiosidad
Nadia se dio cuenta de mis celos y empezó a joderme.
–Pues sí, sí he ido con muchas niñas al cine
–Me imagino...
–Pero, ¿estás de acuerdo que ninguna niña como tú?
–¿Ah?
–O sea, T/N, todas las niñas eligen siempre cuál película ver, pero tú, tú incluso pides mi opinión
–Uh, pues sí -dije confundida- Ambos veremos la película, es justo que los dos decidamos cuál ver. Lo su, soy rara, la gente siempre lo dice
–Pues si "rara" significa ser extremadamente linda por dentro y por fuera, amable, buena onda, inteligente, divertida y simplemente increíble, entonces la gente tiene razón, sí eres muy rara -dijo y me sintió-
Llegamos al cine.
–Entonces, ¿cuál veremos? -preguntó Aidan-
–No sé, decide tú Nadia
–Uh, ¿te gustaría ver Bajo la misma Estrella? Yo sé que debes preferir el libro pero...
–Es raro porque en realidad prefiero la película -dije riendo- El libro no me gustó tanto, la película tampoco, pero la tolero un poco más, aunque odio a Van Houten -confesé-
–Comprendo, cualquier lector lo odiaría. Entonces, ¿vemos esta, o...?
–Sí, esta está bien
Compramos las entradas, palomitas, bebidas y un poco de dulces y luego entramos a la sala.
–1, 2, 3, 4, 5 y 6 -dijo Aidan contando a las personas que había en la sala-
–Sumadas a nosotros, en total somos 8 personas. ¡Ah! Sí sé sumar -dije riendo-
–Sumar sí, pero predecir no. Dijiste que no habría nadie
–Dije "prácticamente nadie" -de hecho no estoy segura de haber dicho "prácticamente"- Y 6 personas son prácticamente una sala vacía, entonces sí lo predije
Veíamos la película y ya habíamos llegado a la escena donde Gus le confiesa a Hazel que es virgen. Saqué una pluma de mi mochila y tomé el brazo derecho de Nadia.
–¿Me prestas tu brazo? -dije cuchicheando y empecé a dibujarle un círculo en el brazo-
–¿Para qué? T/N, estamos a la mitad de la película
–Sí, sólo déjame dibujar algo. -dije terminando de dibujar el círculo- Ok, esto, como ya lo dijo Gus, es un círculo de vírgenes y también...
–No creo que sea un círculo, más bien es un óvalo
–A ver, nadie dibuja círculos perfectos, sólo Bob Esponja, ¿ok? -dije riendo- Te decía que este es el círculo, bueno, el óvalo de los vírgenes, vírgenes en absolutamente todos los sentidos
–¿Cómo? -preguntó Aidan con confusión-
–Sí, en este óvalo sólo hay personas que nunca han tenido pareja, que son vírgenes, que nunca han tomado alcohol, que nunca se han drogado, para que me entiendas, personas que ni siquiera toman refresco. Personas pocos sociables, sí, personas "raras", igual a mí. Así que en este óvalo sólo estoy yo, y si tú conoces a alguien más así me dices y le incluimos en el óvalo
–No, no conozco a alguien más con esas características, sólo a ti, y estoy seguro que no existe otra persona así, porque no hay nadie como tú. Este óvalo es sólo tuyo, porque aquí sólo pueden estar personas inteligentes, lindas, divertidas, especiales, únicas y originales como tú -dijo sonriendo-
–¿De verdad crees que soy única?
–Sí, única e incomparable -me sonrió-
–Aww. Yo, yo no sé qué decir
–Bueno, podrías decirme que yo también soy único y...
Claro que lo eres -dije en mi mente-
–¿Y elevar su ego señor Gallagher? No gracias -reí- Para decir que eres único te tienes a ti mismo, ¿o no?
–Sí, lo sé, soy único -dijo sonriendo-
–¡Exacto! Ahora sigamos viendo la película
–O podemos, no sé -tomó mi cara y acerco sus labios a los míos- Podemos...
Tomé un puñado de palomitas y se lo metí a la boca.
–Podemos comer palomitas -reí-.