CAPÍTULO 35

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"Intenso"

Unas horas después Aidan fue un momento al baño, Daniela y yo seguíamos en la cocina.
–Ya está anocheciendo, debo irme -dijo Dani-
–Debemos irnos -la corregí-
–No, tú quédate un rato más
–¡No!
–¡Sí! Ve, yo haré como que mi padres vendrán a recogerme, diré que ya llegaron y me iré, así Aidan y tú se quedan solitos -dijo riendo-
–¡Que no, Daniela!
–¡Que sí, T/N! Shh, ahí viene Aidan -dijo haciéndome callar, mientras Aidan regresaba a la cocina- Oigan, tengo que irme, mis padres dijeron que vendrían a recogerme y ya llegaron, bye!
–Bye! -dijo Aidan sonriendo-
Daniela se despidió y se marchó guiñándome un ojo sin que Nadia se diera cuenta.
–Uh, supongo que también debo irme
–¿No quieres quedarte un rato más?
–No, es que ya está anocheciendo y...
–Por favor, sólo un rato más -me interrumpió- Ven, te mostraré algo que sé que te va a gustar -sonrió-
Me llevó a una habitación llena de libros, parecía una biblioteca gigantesca.
–Wow -dije con impresión- ¿Esta es una especie de biblioteca?
–Sí, es la biblioteca de mis padres, aquí hay más de... Bueno, aquí hay muchos libros, ¡demasiados!
–Wow -dije una vez más ahora recorriendo aquél grandioso lugar- Aidan, este lugar es bellísimo
–¡Sabía que te gustaría! -dijo sonriendo-
–Daría todo un reino que ojalá tuviera por todos estos libros, pero soy pobre y leo en digital -reí-
–¿Qué dices? Cuando estuve en tu habitación pude notar que tienes algunos libros en físico
–Esos libros... Sí, bueno, son libros que tomé de la biblioteca que no he regresado y jamás regresaré pero shh
–¡Ladrona de libros!
–Sí, ese libro es muy bueno
–No me refiero al título del libro, sino a ti. ¿En serio los robaste?
–Como podría robar todos los que hay aquí, digo, ¿qué? No, no es robo, porque pues la señorita de la biblioteca me permitió llevarlos a casa como se lo permite a todo mundo
–Ajá y todo mundo regresa los libros
–Pero yo no soy "todo mundo"
–Tienes razón, no eres "todo mundo", pero sí eres mi mundo
–¿Tu arroz o tu mundo? Ya decídete -dije con cierta incomodidad y nerviosismo-
–Tú eres todo para mí -dijo y la tensión comenzó a surgir-
Me acorraló contra una pared, puso su manos sobre la pared, cada una cerca de mi rostro y luego intentó besarme, pero yo se lo impedí.
–Aidan, espera -dije y lo alejé- ¿No crees que estás siendo muy intenso?
–¿intenso? -preguntó mientras quitaba sus manos de la pared y me dejaba salir-
–Sí, con eso de decir que "soy todo para ti"
–Uh, yo sólo estoy diciendo la verdad
–Yo no creo que eso sea cierto. O sea, aún ni siquiera somos novios, estamos en proceso de volver a salir y a conocernos y todo eso, y me encantan tus coqueteos, aunque me sonroje y no sepa qué decir, me encanta todo de ti -dije sonriendo ligeramente- Sólo bájale a tu intensidad, por favor. Yo no creo que sea todo para ti
–¡Perdón! No creí que te molestara que dijera eso, yo sólo dije lo que siento
–No, no tienes que disculparte, no me molesta -le di una sonrisa atenuada- Es sólo que me parece raro -confesé-.

Aidan Gallagher, el primer chico del que me enamoré (Aidan y tú) [1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora