CAPÍTULO 25

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"La confesión"

Al día siguiente las clases habían terminado. Iba de regreso a casa, llevaba audífonos con música a todo volumen por eso no había escuchado los gritos de Aidan hasta que me tomó del hombro y me giró hacia él.
–¿Qué pasa? -dije un poco alterada mientras me quitaba los audífonos-
–¿Por qué le dijiste a Roberta que soy "gay"? -preguntó con molestia-
No respondí, no sabía que qué decir.
–¡Habla, T/N! -dijo alterado- ¿Por qué le dijiste eso a Roby?
Yo seguía sin poder responder y Aidan continuó hablando.
–Hoy yo estaba decidido a confesarle mi amor a Roby, a pedirle que lo intentemos, que seamos novios
–Aid-Aidan... -tartamudeé-
–Y lo hice, pero ella estaba muy... -hizo una pausa- Muy confundida, y me confesó lo que Daniela y tú le dijeron, ¡que soy "gay"! -gritó-
–Exacto, Daniela y yo. Roberta preguntó si creíamos que tenía oportunidad contigo, yo estaba dispuesta a decirle que sí, pero Daniela me interrumpió y cuando menos lo esperaba... ¡Ahhh! Cuando menos lo esperaba, Daniela y yo ya le habíamos hecho creer a Roby que eras "gay". Lo siento -suspiré- ¡Perdón!
–¿Por qué, T/N? -preguntó como si la respuesta no fuera obvia-
–Porque intentaba solucionar las cosas entre nosotros, porque quería proteger mi amor por ti, porque trataba de evitar que tú y Roberta terminaran juntos, porque te quiero y te quiero a mi lado -dije con frustración y bajé la mirada-  Ya sé, ya sé que terminé arruinando todo una vez más
–T/N... -dijo y lo vi a los ojos, pero no lo dejé hablar-
Suspiré y lo interrumpí.
–De verdad espero que lo tuyo con Roby funcione -le di una sonrisa atenuada- Perdón y... Y disculpa también a Daniela -di la vuelta y me marché-
*Narrador omnisciente*
T/N dio la vuelta para seguir caminando hacia su casa, Aidan vio como se marchaba y quiso ir tras ella, dio unos cuantos pasos para tratar de alcanzarla pero después se detuvo.
–No, estará bien -se dijo engañándose a sí mismo porque era obvio y él sabía que le había hecho demasiado daño a T/N-
Por la tarde fui al Starbucks para contarle a Mau lo sucedido y agradecerle por la ayuda que me había dado todo este tiempo.
–¡Hola! Hoy es el día libre de Aidan así que él no está aquí -dijo Mau mientras se acercaba a mí-
–Uh, tú sabes que no vine a verlo a él, en realidad, no sé si quiero volver a verlo, pero estoy segura que él a mí no
–¿Cómo? ¿Aidan ya sabe que le mentiste a Roberta?
–Ajá -dije con desánimo-
–¿Y?
–Pues era obvio que me reclamaría, lo hizo, yo le expliqué porque le dije eso a Roby, le pedí disculpas, y es todo -le di una sonrisa atenuada-
–¿Cómo te sientes? -preguntó Mau sonriendo atenuadamente-
–Pues...No sé, o sea, por una parte estoy feliz por Aidan, él se enamoró de Roby y supongo que ahora estarán juntos, yo sé que Aidan será feliz con ella y si él es feliz yo también, yo sé que suena a cliché pero es la verdad. Por otra parte, es obvio que me duele que Aidan y yo no podamos estar juntos, pero me resignaré -sonreí ligeramente- También estoy muy apenada por haberle mentido a Roby, pero estoy bien. Igual, yo sólo vine aquí para agradecerte por tu ayuda
–Oh no, no agradezcas, no funcionó -dijo con decepción-
–Pues no, pero está bien, lo importante es que lo intentamos -dije sonriendo-
–Espera, esto suena como a despedida, tú, ¿tratas de decirme que no volveremos a vernos?
–No, ¡cómo crees! Obviamente yo quiero continuar con nuestra amistad. Todo el tiempo que estuvimos saliendo para darle celos a Aidan te convertiste en alguien muy especial para mí  -le sonreí-
–Tú también eres muy especial para mí, todo este tiempo que hemos estado conociéndonos, confirmé que lo que decía Aidan sobre ti es verdad 
–¿Sobre que nuca presto atención?
–Además -dijo y ambos reímos- Me di cuenta que sí, eres muy inteligente, linda, divertida, única y demasiado directa -rio un poco- Por lo tanto, es obvio que yo también quiero seguir con nuestra relación ¡De amistad, obvio! -corrigió-
–¡Obvio! -reí- Tal vez esta sea la última vez que venga aquí -dije sonriendo atenuadamente-
–¿Ahora pedirás a domicilio?
–Probablemente -dije y ambos reímos-
–Entiendo que no quieras seguir viniendo aquí, supongo que este lugar te recuerda a Aidan y además si sigues viniendo tendrías que verlo
–Exacto, y no quiero eso
–Pero seguirás viéndolo en la escuela, y no sólo a él, también a Roberta
–Los ignoraré y haré como que no existen
–¿Podrás con eso?
–¡Soy experta en eso! -dije sonriendo-
–Ven acá -dijo Mau sonriendo y extendiéndome sus brazos para que lo abrazara-
Nos abrazamos y de alguna forma ese abrazo me dio cierta tranquilidad. Lo que le dije a Mau era cierto, él es desde ese entonces muy especial para mí.

Aidan Gallagher, el primer chico del que me enamoré (Aidan y tú) [1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora