"Señor y señorita obviedad"
Llevábamos un buen rato en el Skate Park, según Aidan yo aprendía muy rápido y él ya me había enseñado lo suficiente para que pudiera subir una rampa.
–¿Estás lista? -preguntó Aidan-
–Uh, supongo -dije con nerviosismo-
–Pues dale, sorprendeme
Me subí a la patineta y empecé a andar en ella. Me sentía emocionada porque con tan sola unas horas de práctica ya dominaba un poco el Skate pero intenté subir una rampa y caí. Aidan fue corriendo hasta mí.
–¿Estás bien? -preguntó preocupado-
–Sí, sólo ayúdame a levantarme
Me ayudó a levantarme del piso y yo me quejaba de dolor.
–Ouch, me duele el tobillo
–Vamos a un hospital, ¿puedes caminar? -seguía sonando preocupado-
–No, no creo que sea necesario, y sí, sí puedo caminar. Estoy bien, me duele un poco, pero estoy bien
–Igual iremos a un hospital, tal vez sea grave, aunque lo niegues
–No exageres, ya te dije que no iremos a un hospital, ve, puedo hacer Jumping Jacks -dije y riendo empecé a hacer Jumping Jacks-
–¿Qué haces? Te lastimarás más -dijo con preocupación-
–Mejor vamos a mi casa para ponerme un poco de hielo
Aidan tomó la patineta del piso, me ayudó a caminar y luego nos dirigimos a mi casa.
–¡Llegamos! Dame las llaves, yo abro
Saqué las llaves del bolsillo de mi buzo y se las dí a Aidan, él abrió la puerta y luego entremos y me senté en un sofá de la sala.
–Bien, tú quédate ahí y dime, ¿dónde están los hielos?
–En la nevera
–Ay, señorita obviedad. ¿En qué parte de la casa esta está la nevera? Y no me digas que en la cocina
–Ok -reí un poco- Por allá está la cocina -le señalé dónde-
–Ok, voy por hielos
Mientras Aidan regresaba con los hielos me quité los tenis y reposé el tobillo sobre un cojín. Cuando regresó levantó mi pie y el cojín del sofá, se sentó y puso mi tobillo sobre sus muslos.
–Está un poco hinchado -dijo mientras me ponía el hielo-
–Oh, ¿de verdad, señor obviedad? -dije y ambos reímos- No te preocupes, estoy bien, de verdad. Sólo es un poco de hinchazón, con el hielo pasará, creo
–Oye, ¿me juras que estás bien? -me vio directamente a los ojos- Es sólo que yo no quiero que te pase algo grave
–Estoy bien, te lo juro -le sonreí-
Aidan quitó el hielo de mi tobillo y se acercó a mí, hacia mi cara, e intentó besarme. Escuché llegar el auto de mis padres y alejé a Aidan antes de que me besara.
–¡Mis padres!
–¡Mis suegros! Digo, ¿qué?
–No pueden verte aquí
–¿Y qué hago?
–¡Ayúdame! Tú llévate la patineta y yo el hielo y... ¡Rápido! -dije alarmada- Subamos a mi cuarto
Subimos rápidamente las escaleras y entremos a mi habitación
–Creí que te dolía el tobillo, subiste como si nada las escaleras
–Prefiero soportar el dolor a tener que mis padres te vean aquí y tenga que explicarles el porqué, así que ¡vete!
–¿Y qué? ¿En tu habitación hay algún pasaje secreto que me llevará a la salida?
–No, sólo está la ventana
–T/N, quisiera pero no vuelo. ¿La ventana? ¿Tú quieres verme muerto?
–¡T/N! Ya llegamos, trajimos pizza, baja a cenar -gritó mi madre desde abajo-
–Sí, má, dame un momento, ya voy -grité- ¡Ay! ¿Por qué no tienes el cabello más largo?
–¿Qué?
–Sí, para que pudieras usarlo para escapar de aquí, como Rapunzel de la torre. ¡Ahh! Está bien. Tengo que bajar a cenar, sólo quédate aquí y no hagas ruido, por favor
–¿Me dejarás aquí solo?
–Shh, guarda silencio y no salgas de aquí, ¡por favor!
Salí de mi habitación y bajé a cenar.
–¡Que bueno que trajeron pizza!
–Sí, decidimos que hoy cenaríamos tu comida favorita -dijo mi madre-
–T/N, en toda la tarde no te vi, ¿dónde estabas? -preguntó papá-
–Oh, estaba en el Skate Park, ustedes saben que quiero aprender a andar en patineta y pues estaba practicando
–¿Ah, sí? ¿Con qué patineta? Que yo recuerde nunca te hemos comprado una -dijo mi madre mientras tomaba una rebanada de pizza-
–La patineta me la prestaron unos amigos, de hecho, ellos también están enseñándome a patinar
–¿Amigos? De la escuela, supongo -dijo mi padre-
–Umm, sí, amigos de la escuela
–Oh, ¿y cómo se llaman? -preguntó mi madre-
–Aidan y Mau
–¿Aidan? ¿El hijo de los Gallagher? -preguntó mi padre-
–Oh sí, los Gallagher, la familia que nos ayudó con el auto aquél día después del partido de béisbol. Pero, espera, ¿estamos hablando del mimo Aidan? Porque la primera vez que te oí decir ese nombre "Aidan" me dijiste que sólo eran compañeros de clase y ahora es, ¿tu amigo? -preguntó mi madre- ¡Dios! Ellos de verdad parecían interesados en el tema
Es que no estoy segura de qué somos -dije en mi mente-
–Sí, el mismo Aidan, Aidan Gallagher. Y sí, yo dije eso, pero ahora somos amigos. O eso creo -dije en mi mente-
–Oh, ok. ¿Tú sabías qué los Gallagher son los dueños del Starbucks de aquí cerca?
–Oh sí, al que solías ir -dijo mi madre-
–Sí, sí lo sabía
–¿Y por qué no nos lo habías dicho? -preguntó mi padre-
–No me pareció relevante. ¿Por qué tanta insistencia con la familia de Aidan?
–Por nada en especial. Sólo, he estado hablando con Rob desde el día en que nos ayudó con el auto, ustedes saben, béisbol, negocios, etc -confesó mi padre-
–¿En serio? Pues algún día deberíamos invitarlos a comer -dijo sonriendo mi madre-
–Sí claro -sonreí- Así se van preparando para cuando Aidan y yo seamos novios -dije y reí en mi mente-.
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Aidan Gallagher, el primer chico del que me enamoré (Aidan y tú) [1]
FanficY pensar que todo comenzó con un simple pase de lista en clases. Inspirado en "Eleanor y Park" y "Fangirl" de Rainbow Rowell.