21 Estrella fugaz

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De un salto salí disparada y caí al frio piso

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De un salto salí disparada y caí al frio piso.
Lo que vi en mi sueño eran las memorias de la noche en que Euronymus y yo concluimos nuestro pacto.

Tendí la cama y me dispuse a comenzar el día. No tenía mucha hambre pues el sabor a hierro permanecía en mi boca a pesar de lavar mis dientes dos veces.

Camine por las calles delmercado y rebobinaba en mi mente lo sucedido en aquella luna nueva ¿Por quéhasta ahora vuelvo a recordar?

<< Mater Tenebris. Tal y como pediste– me encontraba de rodillas frente a una neblina negra y temblorosa le extendía el sacrificio – He cumplido con mi parte.

Euronymus tomó de mis manos aquel corazón y lo alzo contra la luz para observarlo – yo nunca entenderé por qué el destino otorga tantos años a los peores hombres y las almas nobles son las más fugaces.

—Madre – dije titubeante – Si me permites... quisiera saber qué piensas hacer con este sacrificio.

- Esto es para ti, querida.

- ¿Para... mí?

- ¿Qué tal vivir el equivalente a dos vidas? Teniendo en cuenta los años que ya te fueron concebidos por supuesto.

- Gracias madre, pero no hace falta...

- ¡TE OFREZCO LA VIRTUD DE LA LONGEVIDAD! ¿PRETENDES RECHAZRLO?

Humille la frente contra el piso para suplicarle perdón – No. no madre, por favor te ruego que olvides mi desaire...

-Levántate, Athena y mírame a los ojos – me mostré obediente ante mi salvador, no quería enfurecerle más y ella regreso a mis manos el corazón de Slader - Nutre tu cuerpo y cultiva tu alma.

Clave mis dientes en la dura carne y la sangre salpico mi cara. Me sobrepuse al hedor y el impulso de vomitar, ya que Euronymus me arrancaría el alma si le ofendo otra vez.

Trague pedazo a pedazo del órgano que aún estaba tibio y latiente hasta no dejar ni un solo rastro. >>

— ¿Señorita? ¿Está bien? ... ¿Señorita? – Dos fuertes aplausos y salí de me di trance para darme cuenta que estaba parada frente la tienda de Flegel apretando los tomates —Lo siento, es que te quedaste ahí parada sin hacer nada y me asustaste un poco ¿Te encuentras bien?

— Si, todo bien, gracias. Llevaré un kilo de estos y medio de calabaza, por favor.

El pelirrojo agrego unas zanahorias gratis – Oferta para las clientas guapas – fue lo que dijo con las mejillas coloradas.

Al girar me percate del joven apuesto que esperaba por mí, sentado enuna banca de madera. Nuestras miradas hicieron contacto y en su timidez volteoal lado opuesto

Beso a discreciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora