Beso a discreción

33 Un hogar vacío

La comodante analizaba a detalle la reciente propuesta para el rediseño de nuestros uniformes—mmmh... no está mal ¿pero que hay de malo con el actual?

—El cuero reforzado de acetato a diferencia del poliéster, es un textil que tiene mayor flexibilidad, es impermeable, resistente a la exposición al fuego y químicos corrosivos, también está la cuestión estética... las nuevas generaciones han mencionado que el actual es algo anticuado.

—No voy a negar que este diseño es muy elegante y vistoso, pero decir que nuestro uniforme es anticuado... pff anticuado tienen el... como sea, lo importante es la función del textil. ¿Qué hay de su compatibilidad con el equipo de maniobras?

—El modelo piloto está basado completamente en el equipo de maniobras y otra ventaja que no ofre...—No pude completar mi frase ya que justo en ese momento se hizo escuchar una estampida en la primera planta.

¡Vacaciones! ¡Somos libres!

La comandante y yo salimos del sótano para dirigirnos a los dormitorios, lugar de donde venía el bullicio.

—Buenos días, muchachos ¿alguien que me explique eso de las vacaciones?

—Buenos días, Comandante —Louise, erguida de espalda y adoptando el saludo militar comenzó con el reporte —El Capitán Ackerman nos que no dará clase hasta el regreso de la próxima expedición, Señora... a excepción de Floch, él tendrá que encargarse de los establos toda la semana.

—Ya veo. Pero el hecho de que el Capitán no vaya a dar clase no significa que yo no esté disponible —y apenas termino de hablar la comandante, el alboroto ceso y se posaron sobre ellas las miradas más tristes que he visto en meses —¡Ay! ¿A quién engaño? Ni yo tengo ganas de dar clase. Disfruten sus vacaciones.

— ¡hurra!

—Pero asegúrense de dejar todo limpio y organizado para cuando regresen ¿Entendido?

—Si Comandanta— dijeron todos al unísono.

~~♥~~

—Vamos a hacer de cuenta que la decisión del Capitán es de lo más normal?— pregunto jean

—Supongo que hasta el hombre más fuerte de la humanidad necesita un descanso. No es la gran cosa— Eren como siempre, juega al tonto ante este tipo de situaciones, aunque más tonto soy yo al fingir que desconozco de sus sentimientos por Mikasa.

—Mierda, entonces lo del rompimiento va en serio. Es una pena, hacían buena pareja.

—cállate, cara de caballo. Solo lo dices porque es indulgente cuando Athena lo pone de buenas— le recrimino Eren y después fijo su mirada en los documentos que llevaba en mis manos — Por cierto ¿No había dicho la comandante que le llevaras eso al Capitán?

—Si, es solo que preferí dejarlo hasta el final... no quiero lidiar con su mal genio.

—Ahora que recuerdo—continuo Jean, rehusándose a dejar ir el tema— Armin, tú estabas en la oficina de Hanji cuando Athena presentó su renuncia... cuenta el chisme completo.

—E-es que no se si lo tenga permitido...

—Vamos, Armin. Sabes que de aquí no va a salir.

Bien, pero si la comandante se entera de esto, me meterán en problemas — ambos me rodearon con los brazos y cerramos el circulo para evitar que algún curioso escuchara la conversación.

—Bueno, sucedió la mañana siguiente del ataque a la señorita Athena, ella se presentó en la oficina de la comandante y dijo que ya estaba harta de la actitud fría del Capitán y se marcharía antes de que el regresara.

— ¿Pero en donde estaba el Capitán?— pregunto Eren.

—Solo sé que después de dejar a Athena en el cuartel, partió a Sina para reunirse con la Reina Historia.

— ¿y Athena dijo a dónde iría?

—Si.... Pero nos pidió que la dejáramos en paz a menos que se tratase de un asunto vital y por supuesto, el Capitán no debe saberlo. Como sea, ya les dije suficiente.

Divisamos a Mikasa y al resto del escuadrón, quienes nos hacían señas a modo de invitación—Ustedes adelántense, tengo que terminar este último pendiente. Los veo en el lago como habíamos acordado— cerramos nuestro pacto de confidencialidad con un saludo de escupitajo y asentimos a modo de despedida.

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—''Buenas tardes. La comandante necesita que firme los permisos'' Si con eso basta— frente a la puerta del capitán, estaba ensayando en voz bajo lo que se supone seria mi dialogo. Debía mantener la charla  breve y concisa para no irritarlo mas de lo que ya esta —Bien, solo tardaré un minuto— estaba por dar tres golpes contra la madera cuando el capitán abrió la puerta de manera abrupta.

—¿Qué necesitas, Armin?

—So-solo que... Hanji, digo, la comandante...y su firma... Disculpe, comenzare de nuevo —esclarecí mi garganta y trague saliva— ejem La comandante Hanji ne-necesita que firme los permisos de mis compañeros.

El Capitán Ackerman me hizo tomar asiento, mientras firmaba y sellaba cada uno de los documentos.
No pude evitar prestar atención a las botellas de whisky acumuladas en una esquina. El hedor a licor era tan fuerte que por poco y me cubro la nariz.

—Tal vez... —dije con algo de miedo—Usted también debería ir a casa a descansar.

—Lo ultimo que quiero hacer es precisamente eso, Armin— me extendió la papelería y dijo— pocas son las cosas peores a una invasión de titanes... una de ellas es regresar a un hogar vacío... Puedes retirarte.

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Hola.... espero que estén bien :3 

Últimamente me cuesta mucho desarrollar las ideas... aun así, seguiré esforzándome hasta concluir esta historia.

El próximo capitulo será titulado ''34 el piano triste''
~Las notas solitarias que se pasean por los rincones del cuartel general, llegaran a los oídos de una amiga para hacerla cometer una traición benevolente...