38 Petrita

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Athena aún estaba enredada entre  sábanas, su boca sutilmente abierta dejaba escapar un suave y gracioso ronquido.

Acaricié su mejilla, plantee un par de besos en su hombro y le susurré un "iré al mercado, tu sigue durmiendo"

Ella sin abrir los ojos  dijo "puedes traer quesito y pan?"

- Quesito? Bueno, pero no sé que alcancemos a comer con un "quesito"

-ash, - gruñó juguetona y dijo - queso, traeme queso y pan.

- y de cuál queso? Hay muchos?

-del que se derrite. De ese.

-y... quieres uno chiquito o grande?

-Ay, Levi!

-ya, ya. "Quesito y pan" -besé su hombro y le di una palmada en la nalga.

Cerré la puerta detrás de mi y emprendí el camino.

Jamás había estado por estos rumbos de Paradise así que tuve que preguntar a los locales de la zona para poder llegar al mercado y hacer las compras.

~❤️~

"Zanahorias! Dos por uno el kilo"
"Muslos y costillas de cerdo en oferta, aproveche!"
Era un lugar bullicioso, lleno de gente y montones de mercancía a la vista como cualquier otro mercado.

Entre dos tiendas había un grupo de niños jugando a las canicas y unas niñas jugaban con sus muñecas.

Era una vista muy común pero algo se sentía diferente pues los colores me parecían más saturados, los aromas eran más fáciles de distinguir, la risa de los niños y el cantar de las aves me provocaban unas extrañas vibraciones en el pecho al punto que mi boca y mis mejillas formaban esa mueca que en algún momento me pareció tan difícil demostrar.

-Buen día- una señora con una canasta en una mano y un niño en la otra me dijo mientras asentía.
Y le respondí instintivamente imitando su seña- Buen día.

El pequeño que llevaba de la mano se volteó para mirarme y agitar su pequeña mano en señal de despedida una última vez.

Así, sucesivamente, la gente y yo intercambiamos miradas, gestos y los buenos días mientras cada quien hacia sus compras.

Me sentí como Athena, que pareciera una celebridad a donde sea que va, pues se roba las miradas y las atenciones con esa alegría y sonrisa que la caracteriza.

"Queso y pan" repetí entre dientes al recordar.
Entré a la carpa donde se exhibían unos quesos y chorizos.

-Capitán Levi?!

Al levantar la mirada me quedé inmóvil por un momento y mi sonrisa se disipó - Señor... Ral - respondí titubeante.

- Que gusto verlo de nuevo! Cómo ha estado? Hace tanto que no lo veía, desde la conmemoración de los soldados caídos, recuerda? Hace unos meses estaba de visita por Trost, quería saludarlo pero lo noté ocupado. Si me recuerda, verdad? O será que ya me olvidó? bueno, no me extrañaría, digo con tantas cosas que ustedes soldados traen en la cabeza. Pase, pase por favor, no se quedé ahí en la entrada.

 Pase, pase por favor, no se quedé ahí en la entrada

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Beso a discreciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora