A medio morir o quizás a medio vivir, Levi encuentra a una joven que yacía en el ensangrentado fango.
Sin preaviso, un pacto con la muerte y una venganza ajenas a él someterán su razonamiento y corazón.
Informacion importante:
⭐La protagonista es u...
Finalmente había llegado el día en que se enjuiciaría y se diera sentencia a los secuaces de Slader.
Hoy pondremos fin a todo este asunto y no tendré que hacerla más de guardaespaldas.
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El Generalísimo Darius Zackly dió tres golpes con el mazo para anunciar su presencia –Se declara abierta la sesión. A continuación se dará lectura a los escritos de acusación y defensa.
Erwin se levantó frente al jurado y comenzó a exponer el caso de las jóvenes Viatorem mientras que Hanji y el forense mostraban las evidencias encontradas que iban desde pertenencias personales tales como amuletos, ropas hasta grotescos juguetes que habían Sido fabricados a partir de los cadáveres de las víctimas.
Fue difícil ver cómo las madres lloraban desconsoladas al escuchar la manera en que habían terminado con las vidas de sus hijas.
Una de ellas estaba tan consternada que se desmayó de la impresión y tuvieron que ser llevadas a la enfermería por Nanaba y Nifa.
Fue al menos una hora entera lo que le tomo a Erwin y a Hanji exponer las evidencias.
Así que era el turno del defensor dar algún argumento a favor de aquellos cerdos, si es que puede existir alguno.
-Los acusados, pónganse de pie. - dijo Darius Zackly - Se les informa de su derecho a defenderse y a no declararse culpables. Expongan su defensa
– El representante legal de los malparidos escupía los argumentos más estúpidos que eh escuchado jamás: ''Su Señoria, la mujer Viatorem en general, es conocida por incitar a los hombres al pecado. Basta con ver sus formas tan vulgares de vestir. Usan blusas que dejan ver sus brazos y vientres, sus faldas dejan que se asomen sus piernas y por si fuera poco bailan en las calles de manera lasciva para ganarse unas cua tas monedas. Debemos entender que mis clientes son hombres de carne y hueso y tienen necesidades que satisfacer. Si esas súcubos se comportaran como damas esto jamás les hubiera pasado.''
Athena sentada en su lugar apretaba los puños y dientes; su nariz se torno roja, su menton comenzó a temblar y sus ojos se agüaron. A Erwin parecía no molestarle pero a mí me estaba sacando de quicio –Tranquila. Lo peor ya paso- frené su ansiedad poniendo mi mano en su espalda.
Como táctica para disminuir su sentencia, los secuaces de Slader entregaron información sobre otros militares y miembros de la iglesia que también estaban envueltos en sus crímenes.
El jurado y el Generalísimo se tomaron un par de minutos para deliberar y poco después Athena fue llamada al estrado a testificar.
-Que la testigo para dar su versión de los hechos -
Ella me miro nerviosa y titubeó ante la orden del juez.
-Anda, - le dije - estamos de tu lado.
Asintió temerosa, caminó hacia el estrado y se sentó frente a al jurado y el público.