El barrio chino

Capitulo 2- Las evidencias

-3/11/97

<<Aquí en la sintonía 105.6 FM después de haber escuchado Canción Suave de la gran banda nacional Caramelos de cianuro informamos que el abogado y político de la oposición rusa Alexei Navalny, confiesa en una rueda de prensa que ha sido víctima de un posible envenenamiento por part...>>

Cambio la emisora con tan solo no escuchar posibles homicidios que algunos no tienen sentido que solo son chismes de la farándula periodística. Preparo el café siendo las 9:00Am, la oscuridad liquida abundando en esa taza de vidrio diseñada con letras típicas como: "I love you coffe" Pasaron ya 5 días de la muerte del joven de la familia Los Urbina, y no hay noticia alguna ni una mera realidad del por qué lo asesinaron.

Solo abundan testimonios ilógicos pero muy convincentes. El barrio chino quedó en completo silencio después del atroz asesinato.

Observo por la ventana una de las maravillas que tiene mi hermoso barrio; el sol pegando al frente hasta llegar a la mitad del cerro El Ávila, una vista hermosa que nos gusta admirar cada mañana, siempre digo: "Donde hay oscuridad siempre estará un punto de luz que nos guiará por el resto de nuestros días", recuerdos que llegan a mi mente al ver las escaleras de los colombianos; cuando era pequeño el balaceo que hubo en el 89 entre los funcionarios y los de la banda "El pipe" 6 heridos, 15 muertos de la banda y 23 víctimas inocentes que fueron blanco fácil, grito tras grito de mujeres y niños, los viejos borrachos comentaban la típica frase:

<<La china está candela mi compadre>> Esto lo decían siempre cuando el clima se tornaba oscuro siendo las 4 de la tarde.

La banda "El pipe" era muy famosa que sin importar quién era, violaba a las niñas cuando cumplían 17 años, les pagaba a las familias un buen billete 1.000Bs por un día, 6.000 por un mes, eran esclavas sexuales como los españoles cuando llegaban a tierras indígenas. Una vez mi primo era miembro de esa banda, gran preocupación tuvo mi abuela ese momento al ver uno de sus nietos se dañaba su vida con solo tener fama y una noche de placer enferma.

Ese día de la balacera mi primo salió ileso, pero según los malos chismes lo picaron como carne de res y lo lanzaron al rio Guaire, lo que no saben es que desapareció para no causar más desgracias a la casa ni a la familia, en el barrio la familia Hernández lo apodaban los cuchilleros y los malandros expertos en matar a sangre fría.

Y bueno, mi padre estuvo en esos tiempos de vandalismo junto con su primo, lastimosamente se murió balaceado en el barrio las casitas, luego él y su banda se mudaron a petare porque lo estaban buscando al vengarse de la muerte de su querido primo, la banda "Los zamuros" tuvieron la ley de "Zamuro muere, se venga hasta el ala". Mi padre nunca fue un santo, pero a decir verdad cambió bastante estos años, siendo un buen padre, conseguir trabajo, y siendo también un buen esposo ayudando a mi madre con sus gastos de los servicios.

Un grito me saca de mis pensamientos; un poco audible pero muy claro diciendo... << ¡Cloro, Desinfectante, Cloroooo!>>

Veo que es un vendedor de productos de limpieza subiendo por estos lares, es extraño, muy rara vez vienen a esta zona y son solo los jueves y hoy es lunes. En minutos, el grito se hizo más claro hasta que el sujeto pasó por mi casa.

<<Buenas, ¿pana querrá cloro? Tengo cloro a partir de 100Bs, el litro de jabón en 400, el cherry en 300 bolos>> Preguntándome como si tuviera dinero, o como si me interesara. Tamaño de 1.50 de igual forma no era tan mayor, le calculo unos 17 a 18 años, piel blanca y una vestimenta más o menos informal, tal vez sea urbana, con sus pantalones levi's, zapatos converse blanco con las suelas llena de tierra y su franela negra con la marca Nike, y su gorra enganchada a la viga del pantalón, y no podremos olvidar su bolso Totto con años de uso. Teniendo mi mano izquierda sosteniendo la taza, y la derecha en la ventana le respondo: <<No, gracias. Hasta por los momentos no tengo plata mi pana>> Una respuesta poco convencible pero al mismo tiempo cierta. La cara del chamo tuvo un poco de duda y desánimo al mismo tiempo, sin más que decir siguió su marcha, antes de desaparecer de mi vista, baja un escalón y me pregunta sin vacilar. <<Chamo, ¿aquí vive un tal Yonaiker o alguien llamado el Yonar?>>