Capitulo 12-Viejas Caras

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Museo de Bellas Artes

<<Vaya caso para ser el primer día>>

Comenta con tono irónico su compañero, la mayoría de las veces le hacía reír pero su sarcasmo lo cansaba. Llegan al centro del Museo y uno de los Guías se acerca a ellos.

<<Buenas tardes caballeros>> Los recibe con tal cortesía

<<Me presento, soy Agustino Villanueva, el guía de todo el Museo>> Les extiende la mano y las estrecha primero al comisario y luego a su compañero.

<<Mucho gusto, Comisario Vásquez y mi compañero Ricardo Marques. Escuchamos que hubo un robo. >>

El Guía saca uno de sus pañuelos y se seca las lágrimas de una manera dramática, lo guarda al instante y empieza a narrar lo sucedido.

<<Es terrible, aparte de que nos robaron, se burlaron de nuestra increíble escultura. Es mejor que me sigan. >>

Caminan detrás de él, y admiran al mismo tiempo las esculturas y pinturas que se encuentran ahí. Luego llegan al lugar de la escultura burlesca. Una cara llena de sangre y arañas rondándole por todo el rostro algunas picaduras ya se estuvieron formando. Ricardo estando asqueado se retiró de la sala.

Vásquez al ver que su compañero se retira alza la mirada y le pregunta. <<¿Estas bien?>>

<<No me gustan las arañas.>> Comenta al sentir un ácido en el estómago.

<<Pero si antes me dijiste que tu personaje favorito es Spiderman>> Se encoge de hombros al corregir su opinión.

<<Que gracioso muchacho>> Frunce el ceño y se retira para ver la escultura de Adonis.

Mientras tanto, Vásquez comienza hacerle unas preguntas sencillas relacionándose al caso como por ejemplo; ¿a qué hora fue el robo? ¿Quién más estuvo de guardia? y si es la única escultura afectada con esta vil broma.

El Guía solo contestó a la mayoría de las preguntas, pero solo estuvo de acuerdo con una: Las cámaras de seguridad. El comisario asintió y lo siguió junto con Ricardo. Pasan por las sala de las pinturas y suben por las escaleras y en medio de ellas se consiguen al dueño del museo.

<<Señor, ellos son el comisario Vásquez y su compañero el Teniente Marques>> Se los presenta señalándolos en el mismo orden.

<<Buenas tardes caballeros. Los seguiré a la sala de vigilancia, si no es mucho pedir, claro.>>

Los tenientes no tuvieron problema alguno. El dueño del museo le pidió a Agustino que se retirara éste obedece y sigue en su rutina.

Mientras suben. El dueño se presenta cortés-mente llamado como el Italiano Pintoresco, un hombre de buen físico, bien vestido, catire con dos anillos en cada mano.

<<Disculpe ¿Cómo dijo que se llamaba?>> Le pregunta Ricardo con curiosidad. El Italiano se ríe por lo bajo.

<<Italiano pintoresco, Dante para mis amigos>>

<<Con razón es calvo>> Le dice a Gabriel apenas en un susurro, éste se ríe un poco.

<<Bien, nuestras instalaciones son muy seguras, la verdad no sé cómo entraron. Nuestros guardias prestan sus servicios tanto nocturno como diurno>> Al llegar a un pasillo lleno de pinturas finas, y el piso en cerámica tipo madera, se encuentran con una puerta color gris claro con nombre "Solo personal autorizado" como señal.

<<Entrare prego>> Les abre la puerta señalando el cuarto medio oscuro. Al entrar observan unos que otros informáticos y vigilantes de cámaras. Dante les da el permiso en que usen una de las computadoras para revisar lo ocurrido. Con teclear un poco tuvo acceso a las cámaras.

El barrio chinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora