Capítulo 15-Negocios son negocios

5 0 0
                                    

Gemido.

Tras Gemido.

El movimiento circular que provoca el grito del placer, las acaricias y los besos en el cuello que hacen el efecto de la laguna caliente. Sobando y apretando cada parte del cuerpo el punto débil, los muslos apretándolos firmemente mientras se monta en su miembro.

Gemido.

Gemidos que solo se escuchan en la habitación iluminada y perfumada con el humo de las velas y el incienso.

Arriba y abajo un movimiento común pero placentero, la mujer lo araña por la espalda dejándole marcas y él dándole nalgadas dejando sus manos marcadas y enseñándole quien es el dueño de su cuerpo. 

Cambian de posición, la mujer se inclina hacia adelante alzando su hermoso culo como durazno, el hombre se baja de la cama después de unos minutos ella voltea para ver que había pasado pero solo había conseguido soltar el gemido más placentero de su vida, la baba chorreando por toda la clavícula, mientras que la pegajosa sustancia cayendo en las sábanas. Su carne se sonroja, su flor se vuelve rosada cada minuto, cada segundo, cada lamida beso y mordida que le da.

El aliento caliente del suspiro la hace temblar todo el cuerpo.

<<Préstame tus manos rosadita>>

la mujer sin darle respuesta se mordió el labio y obedeció. Con una soga roja hace el amarre y aprieta un poco, la chica suelta un quejido pero no le importó, agarró el frasco y embarró un poco su mano. la curiosidad la intrigó y le pregunta.

<<¿Que fue lo que trajis...>> El frío la hace titubear y eso tuvo el efecto en que se incline y alce más su hermoso y blanco durazno. 

Se lo echa al lado, luego con dos de sus dedos muy profundo embarrando esa fría mermelada. Y por último, marca en una x el orificio oscuro.

<<Tus juegos son muy sucios. ¿Como los aprendiste papi?>> Le pregunta con picardía.

<<Puedo parecer un caballero. Pero cuando me plazca comportarme sucio...>> Le da dos nalgadas y con la punta de la lengua lame un poco.

<<Lo hago con gusto>> Lame de arriba abajo, muy despacio la baba junto con la mermelada se junta dejando un sabor dulce, se humedece aún más los labios disfrutando el momento ardiente, el sudor de su cuerpo hace que su miembro crezca aún más. Aprovechando la situación acerca su erecta berenjena al durazno la atraviesa y la chica grita.

<<Así... Por favor... Comienza de una maldi...ta...>>

Suelta un gran chorro sus melones se endurecen, todas sus piernas mojadas, la muchacha avergonzada voltea y lo único que ve es al chico lamiendo sus manos con la blanca baba que botó eso la hace pedir más de él. La voltea, y observa esa hermosa pequeña barriga cada línea formando la cintura, esos muslos aún mojados por la baba de la flor.

Los senos eso es lo que más le encantaba ver, la mejor vista que el mismo Dios le dio la oportunidad de verlos. Y ahí estaban como el mismo ángel caído y la monja ardiente. Ella tuvo una vista excepcional la manzana de Adán la clavícula seguida por el fornido pecho, su abdomen la hermosa V que formaba sus caderas hasta su miembro.

<<Te amo>> Le dice la chica.

<<Yo te quiero...Pero no en este momento>>

El muchacho se baja de la cama y se coloca el interior, seguido el pantalón. La muchacha no poder subir aún su cara no cambia la impresión que tiene, sus ojos y sus labios abiertos no capta de todo lo que está pasando.

El barrio chinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora