Prefacio

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Año 1984 en Forks, Washington

Gritos y más gritos, era el único sonido que se escuchaba en una casa a las afueras de Forks, en medio del bosque. 

La joven de 24 años fue liberada de la silla a la que estaba atada, calló al suelo sudorosa, con costras y moretones por brazos y piernas.

- Ya... no... por... fa... vor pa...pá -dijo jadeando de dolor y con los ojos rojos de tanto llorar

Un hombre rubio con buen porte de 30 años se arrodilló y le tomó la cara con ambas manos, fingiendo cariño pero solo tenía un objetivo.

- Mi Laura, hijita mírate, aún con cardenales estás hermosa, mi hipótesis estaba en lo correcto. Serás hermosa y fuerte...

El tipo seguía hablando pero la chica no lo miraba a él, si no al lapicero levitando sobre la mesa de metal, hizo que el hombre girara su cabeza para que también viera el objeto.

-¡Sí! -el rubio se levantó y tomó el lapicero como si en cualquier momento fuera a desaparecer. Se acercó a su hija y le acarició la mejillas con una expresión psicópata- ¿lo ves? Puedes hacer eso y más, serás hermosa, fuerte y muy poderosa, este es solo el comienzo. Otros tres se unirán contigo a lo largo de los años, ¿sabes por qué? -la chica negó, asustada- Porque su ADN es compatible, tú harás que sus padres se enamoren, cuando cumplan 18... ¿sabes qué? Mejor 4 meses después de cumplir los 18, tampoco soy un desalmado. -dijo con expresión de obviedad.

Mientras su padre seguía hablando, ella pensaba en como llegó hasta ese punto. Cuando Robert, su padre, le conto de metamorfos y vampiros a los 16, lo trató de loco. Luego de casi ser asesinada por un nómada, le creyó, sin embargo pensó que él solo los quería estudiar. Lamentablemente, se dio cuenta que no era así cuando, 4 meses después de cumplir 18, torturó a uno llamado Lucas, ¿ cómo lo atrapó? Ni ella lo sabe pero extrajo su veneno, lo incineró y se encerró en su laboratorio 1 semana en la que apenas comía. Cuando salió, convenció a su hija de ser su primera candidata. Ahora ella tenía 24, seguía con la apariencia de una chica de 18 con la diferencia que ella tenía moretones por todo los brazos y costras por la agujas que se eran inyectadas en sus venas.

Sin pensarlo, ella se convirtió en la salvación y a la vez en el tormento de muchas personas.
















Experimento 1 y 2 (Crepúsculo) (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora