12. Los Cullen

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Llegamos al extremo del arroyo y pudimos divisar a los Cullen, parados con Carlisle en la punta, todos me miraban sorprendidos y yo... yo también. Si antes los consideraba guapos era porque estaba ciega, eran perfectos. Tenían la misma belleza que mis hermanos, la diferencia es que su piel se veía blanca y fría a la capa azul de la noche.

Fortalecí mi escudo y Laura reforzó su campo como protección a nuestro al rededor.

Los lobos saltaron y nosotros también, corrimos en silencio hasta un claro y nos pusimos de frente.

- Buenas noches -saludó Laura educadamente a todos los vampiros en frente nuestro- somos un clan que viene en son de paz, no hay de que preocuparse, queríamos saber si podemos compartir su tratado con los lobos ya saben, cazar en su territorio. Nos controlamos perfectamente...

Laura hablaba pero yo estaba concentrada observándolos, sobre todo a uno, Edward, él me miraba desesperado, quería alejarme de todo problema pero ahora yo era igual o más fuerte que él.

- Esperamos que nos entiendan y nos den una oportunidad -terminó Laura con su discurso.

- Buenas noches Laura, no hay de que preocuparse -habló Carlisle con una sonrisa- con tal de que no cacen humanos en nuestro territorio todo está perfecto.

- Buenas noches con todos -hablé mirándolos, todos los Cullen se fijaron en mi- desearía que nos presentaran a su nuevo integrante, como ustedes ya nos conocen...

- No te preocupes Bella -me sonrió Carlisle- él es Joe, esposo de Esme - dijo mirando a un hombre moreno y con rostro amable que tenía a Esme detrás tratando de quitarla de vista.

- Oh, ok felicidades Esme, Joe

- Gracias Bella -dijo Esme amablemente

- Gracias -respondió Joe con una mini sonrisa. Al menos Esme ya no saldrá afectada, ahora solo quedaba acatar las indicaciones de Santi.

- Fue un gusto conocerlos Cullen's -dijo Laura- esperamos vivir en paz el resto de la eternidad, los dejamos para que hablen con los lobos.

Les hice adiós con la mano y Alice me respondió con un movimiento efusivo de la mano derecha en son de adiós. Yo miré a Edward y el estaba fijado en mi. Aristóteles se puso frente a mi, tal vez por su apariencia, parecía que no se había alimentado en semanas.

- Un gusto conocerlos -habló Aris

- Igualmente -respondió Carlisle

Se miraron y el rostro de Aristóteles cambió y cayó de rodillas frente a Carlisle, mirándolo como  un ciego mira el sol por primera vez. 

- Déjame salir y yo misma ahorco a Santiago con mis propias manos -dijo Aurora.




Experimento 1 y 2 (Crepúsculo) (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora