Experimento 1 y 2 (Crepúsculo) (TERMINADA)

1. Extraña

Me desperté por el sonido de la lluvia contra mi ventana, me puse la almohada sobre el oído pero no funcionaba, empecé a divagar un momento, ¿Qué me esperaría hoy? La escuela, el trabajo, Jake, Victoria... o cualquier otra cosa, por más raro que pareciera, eso me resultaba... rutinario. Era común, si Edward estuviera aquí... Edward, el hoyo en mi pecho vibró y me hizo encogerme de dolor en las sábanas de mi cama.

Hace 1 semana que ya no sentía ese afán por verlo, todo lo opuesto, tenía miedo. Miedo de volver a caer, de encerrarme otra vez en esa fría oscuridad. Me estiré en mi cama para despejar esos recuerdos y pensamientos, vi el reloj que estaba a mi costado y marcaba las cinco y cincuenta de la madrugada. Suspiré y mis ojos se llenaron, estúpidamente, de lágrimas. Desearía poder olvidarlo, seguir con mi vida. 

Si no fuera por Jake y su impronta, Mía, no podría seguir en pie. Si iba a un psicólogo, estaba segura, me mandarían a una celda acolchada. La manda era de gran ayuda, eran mis amigos. Recuerdo cuando Seth y Leah se transformaron, me pidieron ayuda con Seth y de inmediato acepté, era un niño de 14 años pero la muerte de su padre y el peligro recurrente de Victoria habían echo que su transformación se adelantara.

Me paré, recogí mis cosas y fui a bañarme. Me cambié para la escuela y bajé a hacer el desayuno, primero eché un vistazo a la vereda y la patrulla no estaba, significaba que tendría que estar sola en casa toda la tarde, eso hizo que temblara, no por los peligros a los que detiene una puerta con seguro, si no, a otro tipo de peligro, específicamente hablando, uno que tiene melena roja como el fuego y es más peligrosa que cualquier asesino en serie.

Me volví a cambiar, limpié la cocina y desayuné. Ya eran las siete y seguía lloviendo, hoy no era mi día.

En el colegio no estuvo ni mejor ni peor, me enteré de la mayoría de chismes que surgieron a partir de que ellos se fueran, era doloroso mencionarlos porque sentía como pinchaban los bordes de aquel agujero en carne viva de mi pecho. Salí al estacionamiento, donde tropecé y caí pero estaba con Ángela, ya que nos tocó hacer la exposición de Biología juntas, me recogió y tuvimos una plática, en la casi yo no participé, donde acordamos armar el trabajo en su casa y al siguiente día estudiar en la mía. Charlie estará feliz de saber que me estoy relacionando con más personas. 

-¿Bella? ¿Estás bien? -preguntó con preocupación.

Estábamos detrás de mi coche y yo estaba con la vista fija en el bosque, sentía como me observaban muy de cerca para mi gusto. Estaba trastornada con el tema de Victoria. A pesar de saber que soy protegida por los metamorfos, me costaba pensar como unos niños menores que yo podrían protegerme.

- Si, estoy... bien -hice una pausa para mirar rápidamente al bosque pero esta vez fue distinto, ahora me dio un escalofrío que me hizo temblar ligeramente- Ángela, ¿quieres ir a comer a mi casa? -la idea de quedarme sola me daba pánico, me arrepentí ¿y si Victoria venía? ¿ y si condenaba a Ángela por mi cobardía?

-  No sé, llamaré a mamá, espérame porfa - tomó su celular y marcó el número de su madre.

- Ok -dije con una mueca que pretendía ser sonrisa. 

Su mamá la dejó así que conduje a la casa preparé el almuerzo y charlamos un rato. Lavamos los platos y fuimos a comprar los materiales para el trabajo, como su casa quedaba más cerca hicimos el trabajo ahí. Noté, en toda la tarde, que nos seguían, de hecho tratamos de escabullirnos varias veces solo por si acaso.

Empezamos y no paraba de sentirme observada, miraba continuamente hacia la ventana, finalmente me rendí y decidí ignorar esa sensación. Ya era de noche cuando terminamos y me despedí de sus padres.

- ¿Segura que quieres ir sola? -preguntó Ángela preocupada- Ya está oscuro.

- Mi casa queda cerca -y unos lobos están rondando tu casa pensé- a parte, recién son las siete.

- De acuerdo -se mordió el labio- ¿me llamas cuando llegas? o estaré preocupada toda la noche

- Yo te llamo -nos abrazamos y fui a mi casa.