Epílogo

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— Ya acabé, miss —volteé a ver al pequeño que me enseñaba su cuaderno.

— A ver, corazón —lo revisé y se lo devolví con una sonrisa— Está muy bien, toma —le pegué una estrellita en la frente y los ojos del pequeño se iluminaron.

— Gracias —dijo con una adorable sonrojo.

Después le siguieron varios, a los que también felicité y les pegué una estrellita en su frente. Al terminar la jornada, los padres vinieron a recoger a los pequeños con una sonrisa (en algunos casos, totalmente apurados). Ya solo quedaban 3 niños que jugaban entre sí para no aburrirse.

— Jade Tomlinson Styles —llamé al ver a su papá correr hacia el salón—.

— Voy —dijo y salió. Vi como el señor Styles lo alzó, se despidió de mi y volvió a su auto.

— Lily Potter Weasley —vi a su padre acomodarse los lentes mientras se acercaba al salón.

— Buenas tardes, maestra —saludó— ¿Cómo se ha estado portando Lily? —preguntó algo preocupado—.

— Tranquilo señor Potter —le dije mientras Lily salía para saludar a su padre— su hija es buena alumna, algo traviesa pero se porta bien y no tiene ningún problema con las calificaciones —.

Soltó un suspiro aliviado, se despidió y se marchó. Luego, vi como de el Volvo plateado salía Edward, con una sonrisa y tan perfecto como siempre. Se acercó hasta mi y me besó.

— Buenas tardes, profesora —dijo en tono juguetón— vengo por un niño travieso.

— ¡No soy travieso! —se quejó Fabián—.

— Claro que no, mi niño no es travieso —lo alcé y le besé los cachetes. Edward se acercó y nos abrazó.

Hace 8 años que decidí ser maestra y no podía estar más feliz. Esa era la parte que más me encantaba de ser maestra, ver a los niños y niñas sonreír, que sus rostros se iluminen cada que logran aprender un tema nuevo o hacen bien sus trabajos.

Hace 3 años habíamos decidido adoptar a Fabián, desde el primer día en que lo vimos quedamos encantados con él. Mi padre también estaba muy feliz, lo consentía (a veces demasiado) y ni hablar de mi madre, ella no paraba de besar y abrazarlo cada que llegaba a Forks.

Era mejor amigo de Vanessa (quien ya estaba toda una señorita) y del hijo de Jacob y Mía (mi ahijado). 

Joe (que ejercía de abogado) le hablaba de sus casos y de cómo siempre ganaban los buenos, Esme le cocinaba con emoción todo lo que le pedía de almuerz, Carlisle le enseñaba todo lo que le enseñó a Vanessa a esa edad, Alice y Rosalie le inculcaron un buen sentido de la moda (lo cuál estoy un poco agradecida), Jasper le hablaba y contaba historia sobre la guerra, Aris le daba clases de guitarra y Emmett era el que le enseñaba travesuras y formas para que no lo atrapen cuando lo descubran.

Mi Clan también lo consentían, salvo Laura (que le preparaba comida saludable y ambos hacían ejercicio juntos). 

Santiago había encontrado a su impronta, una linda chica enfermera que trabajaba en el hospital de Forks. Y Dayana no se quedaba atrás pues su impronta era el hermano de la impronta de Santiago. 

No habíamos vuelto a tener percances con los Volturi y eso nos tranquilizaba. 

Al fin, podíamos estar en paz.

FIN













Buenas gente :) Primero les agradezco esto, por los votos y comentarios. Aquí está el epílogo para culminar esto. Espero les haya gustado. 

(Por cierto, referencias vergas con los apellidos jajajja)

Si les gustó la pareja de Carlisle x Aristóteles tengo una historia sobre ellos en mi perfil.

Muchas gracias, besos y recuerden: Larry es real <3 




Experimento 1 y 2 (Crepúsculo) (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora