Experimento 1 y 2 (Crepúsculo) (TERMINADA)

4. La Reserva

Llegamos lo más rápido que pudimos a la frontera y no tardaron en aparecer grandes lobos de distintos colores por los árboles. Estacionamos a un lado de la carretera para ir con ellos en el frondoso bosque, nos ubicamos mientras todos nos rodeaban y se me acerco mi mejor amigo en su forma humana. Él sin reparos me abrazó.

- ¡Oh Jake! -él besó mi pelo sollozando.

- Creí que te atrapó a ti también.

- Tienen que decirnos todo sobre esa niña -intervino Edward- enganchó a todos y no pude leer sus pensamientos.

- La niña no es la amenaza -dijo Sam, no me percaté que ya todos eran humanos a estas alturas- solo debemos controlar sus instintos

- Una disculpa pero no los sigo -Santiago, al igual que nosotros, estaba confundido.

- Chicos, deben hablar con el consejo -dijo Seth- era un tema tabú hasta 2 meses atrás.

- Vamos a donde ustedes nos digan -me separé un poco de Jake pero aún así seguimos abrazados.

- Es por aquí -Jacob me apartó para transformase y correr, la manada y nosotros hicimos lo mismo.

El camino a la Reserva se identificaba muy fácil porque abundaba el olor de cada uno de los chicos de la manada, la entrada estaba llena de casas y se podían escuchar las risas de niños y adultos. Todo era tranquilidad, recordé mi vida cuando era una simple chica que venía a pasar la tarde con su mejor amigo arreglando unas motos. Disminuimos el paso y una sensación de melancolía me invadió.

Si Robert le hubiera hecho caso a Laura y mis amigos no fueran lobos,  todo sería distinto, yo sería una humana con un grupo de chicos divirtiéndose o haciendo cosas bobas de adolescentes. Me casaría con Edward y todos asistirían, Jake y Mía serían una pareja común que se apoya en sus metas en la vida. Sería una vampiro pero ¿a que costo? Pensé en las cosas negativas de lo que pudo haber pasado.

- ¿Estás bien cariño? -la voz de Edward me sorprendió, me había quedado mirando a ese grupo de adolescentes.

- Si solo... pensaba -él asintió y nos alineamos con los chicos que estaba en su forma humana.

Estábamos frente a la casa de Billy Black, el padre de mi mejor amigo, con los chicos ya vestidos y Sam habló.

- Solo necesitamos a Billy para que sepan lo que pasó con Vanessa -pronunció el nombre con tristeza- pueden sentarse ahí -señaló unos troncos y sin rechistar nosotros nos recostamos en ellos.

Entró a la casa, yo me dediqué a contar los latidos de cada uno de los lobos, cuando iba por el latido 50 de Quill salió Sam con Billy en sillas de ruedas. Todos lo miramos

- Hola chicos -saludó con una sonrisa- ¿Qué tal la vida de casada Bella?

- Señor Billy -saludó Edward.

- Buenos días -Santiago estaba impaciente.

- Hola Billy, no tengo problemas con ello -dije con una sonrisa, me sorprendía como Billy seguía tan jovial y me hablaba con tanta naturalidad como si no ocurriera nada.

- Dicen que el primer año es el más difícil pero creo que en su caso se equivocaron -de repente se removió preocupado- Tengo... noticias de que Vanessa está con tú familia, Edward -miró a mi esposo.

- Así es y me preocupa porque se nota que no es normal, asustó un animal con la mirada y no creo que eso sea común en una niña que, se supone, es humana.

- Ahí radica el problema -suspiró y se movió hasta quedar en un lado donde todos lo viéramos-

Vanessa es hija de la mujer más entregada a Dios que he conocido, ella jamás dudo de su existencia aún cuando le dijeron que era estéril. Esa mujer era mi hermana, llegó a transformarse pero solo lo hacía cuando era estrictamente necesario. 

Ella era risueña y bondadosa, tendía a confiar demasiado en las personas y se dejaba engañar fácilmente. Un día, un forastero llegó, todos caímos en sus mentiras y poco a poco se metió en nuestras vidas.

Mi hermana y él empezaron una relación, todos creíamos que era un enviado de los ancestros para recompensar a mi hermana por sus buenas obras. 

Ella salió embarazada y todos festejaron la noticia, definitivamente era el hombre perfecto para ella. Sin embargo, 6 meses después de que la niña naciera, Josué se fue. Mi hermana estaba destruida pero luchó por su hija porque ahora ella era la luz de sus ojos.

Todo cambió cuando tenía 5 años, empezó a ser rebelde, torturaba cada mascota que le regalaban y... se transformó en la Alfa.

Todos jadeamos de sorpresa.

Aquello era normal, era de la línea de los Black y solía ocurrir cambios a temprana edad pero solo uno y no se volvía a dar hasta la adolescencia. No obstante, llegó a lastimar de gravedad a su compañero de nido y eso abrió una investigación para saber que era su padre ya que nada de eso nos pasó a ninguno en la manada. Todos nos quedamos atónitos cuando nos dimos cuenta que era un hombre con problemas mentales, estaba escapando de la policía por el asesinato de su familia.

Su madre intentó ayudarla, la llevó a los mejores psiquiatras y psicólogos de todo Forks pero solo empeoraba las cosas. 

Su mirada se tornó triste y empezó a derramar lágrimas.

Ella se suicidó por no soportar el dolor de ver a su hija de esa manera, Josué murió a manos de la policía cuando intentó matar una pareja en Massachusetts. Solo quedaba llevarla con una tribu vecina para que la controlen, ellos tenía mejores rituales que nosotros. 

Con lo que no contábamos era que su Alfa interno despertaría antes de los previsto y adoptaría a tu familia como su manada. Ellos están bajo su poder porque se siente amenazada. 

Necesitamos que ella se de cuenta que su manada está aquí , no le haremos daño. Eso será difícil ya que se encariñó con tu padre y su pareja, Edward. Vanessa no es mala.

- ¿Por qué a Carlisle y Aris? -preguntó Edward- se supone que busca una madre y un padre ¿no? 

- Seguramente vio la chispa que hay entre ellos y quiso formar parte de su unión.

- Es lo más probable -dije- ¿por qué todos la adoran?

- Eso si es obra de ellos -me explicó- la quieren e inconscientemente la hacen su líder.

- Tenemos que hacer algo para que recapacite -dijo Santi- no podemos vivir siempre así.

- De hecho ya tenemos un plan -habló Sam- necesitaremos su intervención.