TRECE

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Capítulo 13:La nota.

Melek.

Volteo a ver al general que tanto respeto le tengo, esperando a que especifique y me diga cual es el problema, pues en estos momentos tengo muchos.

—¿A qué se refiere, general? — pregunto acercándome a él.

— A muchas cosas, Melek — se apoya en su escritorio —. La organización sabe que hay un infiltrado, es información confidencial y ni siquiera me enteré porque a mi mismo me lo dijeron, sino por el correo de las brujas.

Sus palabras no me preocupan. O mejor dicho, no me preocupan lo que debería, que la organización sepa que hay un infiltrado no quiere decir que sepan que sea yo. No hay pruebas que me inculpen.

—Me preocupa saber cómo se enteraron, pero no tienen ninguna razón para dudar de mi— me encojo de hombros.

— ¿Pero, y si las encuentran? — pregunta poniéndose recto.

—Si las encuentran, ya sé que haré — comienzo a caminar por la habitación.

Se acerca hasta donde estoy y con calma toma mis manos para darles un apretón.

—Melek, cariño — dice en tono paternal —. Siempre me ha gustado lo segura que eres, pero esto es serio, si te descubren irás a la cárcel o puedes ser condenada a muerte.

—No pasará y tu lo sabes —le devuelvo el apretón —, si me descubren confesaré todo y eso reducirá mi condena.

Semil da un suspiro profundo antes de mirar el reloj para ver qué hora es.

—Debemos irnos a la reunión— dice soltándose del agarre de nuestras manos.

—Adelantate — el sabe que quiero hacer — ¿Las cámaras están encendidas?

Niega con la cabeza y me da un beso en la frente antes de salir de la oficina.

Saco mi celular y entro a los números que tengo ocultos, a toda mi familia la tengo en esta lista.

Llamo a papá y este contesta en el último pitido.

—Estaba esperando tu llamado— la molestia es palpable en su voz.

—Supongo que ya te enteraste que ocurrió con Mehmet.

— Por supuesto que lo hice, Melek —exclama con furia— ¿Acaso creíste que ninguno de nuestros hombres me lo informaría?

Trago saliva y pienso muy bien con qué palabras responderle. No puedo tirar todo por la borda.

—No sabía que tenían planeado arrestarlo— miento.

Nunca he sido del todo sincera con mi familia, o mejor dicho, con nadie. Aunque Elif sepa parte de la verdad, no lo sabe todo.

Siempre he tenido que mentirle a mi familia sobre mis pasos en la organización, conozco el mal temperamento de mi padre y si se entera que yo siempre supe de que atraparían a mi hermano y no hice nada para impedirlo las cosas se pondrían feas.

— Papá, necesito que me dejes hablar — silencio del otro lado— . Por favor.

Escucho como destapa una botella al otro lado de la línea, supongo que es uno de sus licores favoritos.

Se mantiene en silencio muchos segundos.

— Te escucho —suelta.

—Que Mehmet esté atrapado es bueno, yo me encargaré de decirle todo lo que tiene que decir.

Propósitos ocultosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora