DIECISIETE

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Capítulo 17: Medusa y Perseo.

Alessandro:

Entro en el salón vestido con un traje que uno de los contactos de Melek nos llevó hasta el motel. Repaso el lugar con mi mirada y la veo. Viste un vestido negro de tirantes que realza su busto, la prenda se ajusta a su cintura para luego caer un poco abombado hacia abajo con un tajo en la pierna derecha.

Una "regla" para entrar a la fiesta eran los antifaces, puesto que esa es la temática. Melek no quiso mostrarme el suyo en el motel y se me hizo extraño ya que pensé que sería igual de simple que el mio.

Pero ahora entiendo. Su antifaz es dorado con algunos diseños que desde lejos no se notan, pero lo que sí se nota aunque estes kilómetros son las serpientes que decoran la parte de arriba del disfraz simulando la cabeza de la diosa griega que mencionó hace unas noches atrás.

Medusa.

La Medusa en versión Turca se pasea por el lugar hablando con los italianos en nuestro idioma, lo hace tan bien que casi pareciera que es su idioma natal pero aun asi no pierde el tono ronco que le otorga su nacionalidad a su voz.

Excitante.

Me acomodo las mangas del traje y me incorporo en la fiesta de los italianos. Se supone que deberían estar resguardandose pero aquí están en una estúpida fiesta.

«Lastima que termine tan temprano»

Me acerco de forma lenta hacia la brigadier, saludando a algunos grupos fingiendo que los conozco. Al llegar junto a Melek, quien milagrosamente se encontraba sola le susurro al oído:

—Lindo antifaz, medusa.

Sonríe al escuchar el apodo y se voltea y me mira de arriba abajo.

—Lindo traje, Perseo — replica.

Frunzo el ceño aunque no pueda ver mi expresión, ya que se encuentra oculta por el antifaz que cubre la parte superior de mi rostro.

—¿Perseo? ¿Quién es ese? —pregunto.

Su mirada se fija en mis ojos y me regala una de sus miradas fulminantes.

— Es el hijo de Zeus y Danae — dice como si fuera lo más obvio del mundo.

Muchas veces me exaspera esta mujer, ni se como llevo soportando durante más de veinticuatro horas seguidas sin separarnos.

— ¿Y el dios de que era?

— Era un semidiós y fue uno de los mayores enemigos de Medusa.

Sus palabras me confunden cada dia mas, se que oculta secretos, yo tambien los tengo pero se supone que a pesar de eso somos aliados ¿no?

Digo, ambos trabajamos para la organización suprema.

— ¿Enemigo?

— Sip, degolló a Medusa —se encoge de hombros —. Solo que esta vez la historia será muy diferente.

Me da una última mirada y se marcha hacia los tocadores que hay en el pasillo que tenemos a nuestras espaldas.

¿Se refiere a que piensa matarme? ¿O a que se quiere liberar de mi?

Suspiro y trato de despejar mi mente de todo lo que me acaba de soltar la medusa que piensa en matarme.

¿Será matarme a punta de coger?

Río de mi pensamiento y me acomodo nuevamente mi traje preparándome para ver el espectáculo.

Melek ya ha salido de los tocadores y se acerca al jefe de los italianos. Esta reunión es de uno de los clanes más importantes que conforman la mafia Italiana.

Propósitos ocultosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora