CUARENTA

555 57 7
                                    

Capítulo 40: Reto.

Melek:

Años antes...

Me posiciono junto al capitán Selim, quien nos ha ordenado que lo hiciéramos cuando acabáramos con las rondas estipuladas.

Soy la única a su lado y apenas nota mi presencia me da una mirada severa.

—Cadete Yilmaz, siga haciendo rondas hasta que todos sus compañeros terminen — me ordena señalando la cancha de obstáculos.

Trago saliva y obedezco la orden de mi superior. Troto de manera veloz hasta el inicio de la cancha de obstáculos, comienzo nuevamente la ronda de estos. Llevo mi cuerpo a tierra y con ayuda de mis manos y mis codos arrastro mi cuerpo para pasar la primera etapa.

Un soldado con una escopeta impide que levante mi cuerpo para tomar aire o descansar, pero no es impedimento para mí, pues ya he pasado esta prueba un montón de veces y mi cuerpo ya está preparado para aguantarla.

Paso todos los obstáculos hasta llegar al último, cruzo una especie de laguna artificial creada especialmente para esto. El agua estancada es de un verde repugnante y estoy segura que es el hogar de muchos insectos asquerosos.

Lo cruzo con dificultad, al igual que todos mis compañeros, pues el peso de nuestro uniforme y de nuestras botas, nos impiden nadar con facilidad. Logro a travesar el lago y me preparo para subir la red de cuerdas.

Sacudo un poco el agua sucia que se impregnó a mi ropa y comienzo a subir la empinada red. Siento como dos cadetes de mi escuadra se encuentran debajo de mí y me siento incomoda, sé que no debería, no todos los hombres son asquerosos como Roskum.

Pero cuando uno se atreve a darme una nalgada, noto que estos si están cortados por la misma tijera que el cerdo de Roskum. Me volteo enfadada lista para defenderme, no pienso dejar que me pisoteen otra vez.

—Lindo culo, bonita —ríe el idiota —. ¿No has pensado ser actriz porno, las mujercitas como tú no sirven para ser soldados?

Vuelve a tomar mi culo y me quedo completamente paralizada al tener recuerdos de la noche en la que entró Roskum a mi cuarto. Siempre dije que si me veía nuevamente en una situación así me defendería y lucharía, pero no es sencillo, no es fácil no paralizarse cuando un asqueroso te toca sin tu consentimiento.

Por suerte, una voz gruesa llama nuestra atención.

— ¡Actor porno será usted cadete Özdemir, pues si sigue entrenando así no alcanzará ni para soldado raso! —El capitán Selim, se ve sumamente enfadado — ¡Escuchen todos!

El capitán grita, haciendo que todos los cadetes se detengan para prestarle atención.
— Si vuelvo a oír un comentario así hacia cualquiera de sus compañeras, tendrán un castigo impartido por el general y además serán expulsados de la organización secreta ¿me oyeron? —grita el capitán.

— ¡Sí, mi capitán!—gritan todos al unísono.

El capitán Selim camina hacia la red y nos mira desde abajo.

—En cuanto usted cadete Özdemir, quiero que le pida disculpas a la cadete Yilmaz y que le quede claro que no quiero volver a ver que haga algo así con ninguna de sus compañeras —ordena —. ¡A no ser que quiera que le corte las bolas y las deje frente a todos para que sepan que tocar a una mujer sin su consentimiento trae consecuencias! ¿Me entendió, cadete?

— ¡Sí, mi capitán! — responde el cadete Özdemir

—Y para los hombrecitos que van a venir a alegar que soy injusto porque también hay mujeres que se sobrepasan con los hombres —sigue hablando el capitán —. Sé perfectamente que las hay, pero estamos en una rama judicial machista que siempre mirará para abajo a las mujeres por eso ustedes se creen con el derecho de hacer lo que se les dé la gana. Cualquier abuso o incomodidad de este tipo háganmelo saber, sean hombres o mujeres.

Propósitos ocultosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora