Todo comenzó hace muchos años atrás, cuarenta para ser precisa, cuando un fotógrafo de la presa amarillista nos tomó un fotografía dónde Nicholas, mi jefe en ese momento, tenía un gesto de caballerosidad conmigo y ese malentendido nos llevó a una gran mentira ante todo el mundo. Un noviazgo falso, una loca propuesta de matrimonio y un medio de salvación para protegerme de eso que querían dañarme tiempo atrás, nunca imaginamos que esto se volvería tan real como lo hizo porque fue una de las mejores decisiones de mi vida, con él y su frase acepte mi propuesta arrancó todo, no lo hicimos mal después de todo porque ver nuestro gran jardín con nuestros hijos, sus parejas y esos hermosos nietos que nos habían dado, es una de las mejores sensaciones de la vida.
Definitivamente nuestro destino estaba marcado desde el primer día en que nos conocimos, una tonta sonrisa se formó en mis labios al recordar cómo trastabille ese día y caí en sus brazos. Todo egocéntrico, gruñón y sexy arquitecto que me gustaba, pero siempre decía que cuando abría la boca se iba ese encandilamiento, ese hombre sigue siendo mi esposo y el gran amor de mi vida, sin él está hermosa familia no hubiera sido posible.
- ¿En qué tanto piensas, amor? - dice mi esposo llegando a mi lado para atraerme a sus brazos.
- En el primer día que nos conocimos, había escuchado tantas cosas tuyas de la boca de tus padres que debo reconocer que ansiaba conocer a su famoso hijo mayor y vaya que pasé vergüenza cuando caí en tus brazos - digo sonriendo volviendo a recordar ese día como si fue ayer.
- La linda rubia de ojos celestes que me puso duro cuando me miraste como lo hiciste - comenta provocando que sonría.
- ¿Con qué duro? - inquiero divertida.
- Tan duro como me la pones todas las noches - afirma.
- ¿Estás seguro que eso no es producto del viagra? - consulto mordiendo mi labio inferior para no reírme.
Gruñe y me mira de la peor forma. - No tomo esas mierdas - masculla con indignación.
- Lo sé cariño, solo me gusta verte enojado - bromeo.
A nuestra edad las personas pensaban que el sexo es imposible, pero mi esposo con sus próximos setenta años por cumplir seguía siendo tan vigoroso y disfrutamos del sexo de otras formas.
- Mamá - la voz de Demian nos hace mirar a nuestro hijo mayor.
- ¿Sucede algo? - pregunta Nick.
- Cayden - dice suspirando.
- ¿Le pasó algo? - consulto preocupada.
- El mismo problema de siempre, Dante lo subió a una de las habitaciones para que duerma - nos cuenta angustiado.
Cayden tenía problemas con el alcohol y el juego, toda la familia está ayudándolo, pero nos angustia que entre todos no logramos que cambie un poco. Solo tiene veinticinco años, ver cómo nuestro nieto mayor se deja consumir por los vicios nos entristece mucho.
- No te angusties, mi bebé - digo soltandome de los brazos de mi esposo para abrazar a mi hijo.
- Por primera vez sentimos que con Jaz todo esto nos supera, queremos ayudarlo a mejor, pero cuando lo hacemos se cierra más en él y arma una muralla tan inquebrantable que nos lastima, no solo a nosotros sino que a sus hermanos también - comenta volviendo a suspirar cansado.
- ¿Qué quieres hacer? - consulta Nick uniéndose al abrazo.
- Está conducta la venimos soportando hace tres meses, no puede dejar que se destruya como lo esta haciendo, pero hemos decidido internarlo en un centro de rehabilitación para adictos - nos cuenta. - Me va odiar por esto, prefiero que lo haga a qué un día en sus condiciones se termine matando, nunca nos perdonariamos si lo perdemos - agrega melancólico.
- No eres un mal padre, hijo, es la mejor decisión, Cay puede enojarse pero es para su bien - afirmo.
- ¿Todo bien? - dice Olivia llegando a dónde estábamos.
- Tu hermano que no quiere devolverme a tu mamá - dice mi esposo divertido.
- No seas celoso, papá - acota mi hija acercándose para ser ella la que lo abrace a él.
- ¿Disculpen? - inquiere Dante saliendo al jardín indignado.
- Acá tenemos al más celoso de los Salvatore - dice nuestra hija riendo.
- Lo celoso y posesivo es típico de los Salvatore, lo heredaron de su padre - acoto.
- Además del mal genio y la obsesión por la puntualidad - agrega Sebas saliendo al patio.
- No se olviden de la belleza - asegura Dante.
- Y el ego - dicen mis cuatro hijos al unisono haciendo que sonría.
- Sacaron todo parecido a tí - acoto fingiendo indignación.
- Eso te hace única y especial entre nosotros, cariño - dice mi esposo con una gran sonrisa.
- Mis amores - musito observando a ellos.
- Quédense así - dice Mackenzie acercándose con su cámara. Mi nieta de dieciséis años es fanática de sacar fotos, que quedan inmortalizadas.
- Espera que acomodo mi cabello - la detiene Dante.
- Apúrate que se enfriará la comida - se queja Sebas empujando a su hermano.
- Sonrían - nos pide ella.
Nos acomodamos para que Inzi saque su foto, miro a Dante para que no haga ningún gesto y él solo sonríe. El flash llega a mis ojos, mi nieta sonríe para luego mostrarnos a los seis lo hermosa que había salido esa imagen.
- ¡A sus lugares! - exclama Emily saliendo con una gran fuente de pastas.
- Espera que te ayudo, mi amor - comenta Sebas acercándose a su esposa.
- Iré a levantar a Cayden, no le hará mal compartir el almuerzo con su familia - habla Jaz.
- Iré contigo - se separa Demian siguiendo a su esposa.
- Vamos a la mesa - acota Olivia abrazando a su hija.
- ¡Bruno! - grita Dante al ver cómo su hijo lleva dos platos en su mano para que le sirvan doble porción.
La imagen de mis hijos, con sus parejas y sus hijos es hermosa.
- Somos muy afortunados - habla Nick entrelazando nuestras manos.
- Muy afortunados - repito caminando para acomodarnos en esa gran mesa donde almorzaremos todos juntos.
Es difícil no recordar el como empezó todo, una loca propuesta para ambos salvarnos de nuestros problemas nos llevó a terminar de unir nuestros destinos, cuarenta años después seguimos felizmente casados, siendo padres de cuatro maravillosos hijos que son nuestro mayor orgullo y abuelos de doce magníficos nietos de todas las edades que son nuestra completa adoración.
El acepte mi propuesta, señorita Clayton, que salió con desesperación de su boca nos llevó a formar está gran familia con una larga descendencia que seguiran llevando los valores de la unidad de generación en generación.
Definitivamente fuimos y somos muy afortunados.
* Último extra, quería que este capítulo termine con mis amados Nick e Izzy, por ellos empezó todo y quería que con ellos diéramos un cierre a SAI.
Cada historia, cada personaje estará siempre en mi corazón y con unas lágrimas en mis ojos debo cerrar un ciclo para empezar otro lleno de muchas y nuevas historias.Gracias por el apoyo de estos años.
Los amo ❤️

ESTÁS LEYENDO
Extras (SAI)
RandomUn mundo paralelo dónde podemos saber un poco más de nos amados personajes de la Saga