Extras (SAI)

Madison y Owen.

Sonrío mientras subo en el ascensor observando la foto que me mandó mi esposa de nuestras pequeñas niñas llenas de pintura, al parecer ellas habían sacado ese lado artística y creativo muy de ella además de la belleza porque Sophie y Emily son unas minis copias de Maddie, lo cual en unos años deberé comprar una escopeta para ahuyentar a los chicos que quieran acercarse a mis princesas.
No entendía la frase de ser padre de una niña es lo más complicado de la vida hasta que hace once meses llegaron ellas a mi vida, definitivamente mi cabeza cambió cuando las tuve a las dos en mis brazos.

- Mamá - digo sorprendido al entrar a mi oficina.

- Hola bebé - me saluda al levantarse para abrazarme y besarme efusivamente.

- ¿A qué debo el honor de tu visita? - le pregunto al sentarme en mi sillón.

- Debes ayudar a tu hermano para que pueda agilizar los trámites de divorcio de Jessica - habla.

Niego la cabeza porque sabía que algo vendría por ahí, desde que conoció a Jessica Finochiarro en la casa de mi hermano Eric hace dos semanas no deja de asegurar que ella es la mujer indicada para él.

- No puedo meterme en ello, es algo de Eric - declaro observando el rostro de mi madre.

- Pero tú eres especialista en divorcio y necesita tu ayuda - sentencia dándome una mirada de que más vale que ayudes a tu hermano.

¿Qué haría con mi metida madre?

- Intentaré ayudarlos, sabes lo especial y posesivo que es con sus casos - comento suspirando.

- Se que lo harán muy bien, ella es la futura esposa de tu hermano - afirma muy convencida.

- Como digas mamá - sonrío.

Pobre de Eric, mamá tenía fija una idea en la cabeza y nadie la haría salir de su error.

- Una cosa más, le mandé una invitación del cumpleaños de las gemelas a Jessica para que venga - me informa.

- ¿Maddie está de acuerdo? -

- Ella felíz, me dijo que Jessica venga con su hermana así ella le presenta uno de sus hermanos o primos - contesta son una gran sonrisa.

Cuando mi esposa y mi madre se complotan como ahora sobre todo en ser las casamenteras no hay nadie que las pare así que la verdad pobre de mi hermano y de mis cuñados.

- No tengo problema que vaya pero deberías hablar con Eric primero, sabes que estuvo muy tenso en esa cena familiar improvisada que armaste - le recuerdo.

- Todo lo que hago es por su bien - afirma con mucha seguridad.

Después de hablar un rato más con mi madre, ella se retira porque debía irse a seguir organizando el cumpleaños de mis hijas, en un par de semana ellas cumplirán un año y su abuela iba a darle la mejor fiesta de cumpleaños, como lo hace siempre.

- Owen - mi hermano menor entra a mi oficina con unos papeles en la mano.

- ¿Qué te pasó? - le pregunto al notar dos chupones en su cuello.

- Me agarraron desprevenido - contesta subiendo un poco más el cuello de su camisa para disimular lo que era casi inevitable.

- Esa mujer quieren que sepas que eres de ella - aseguro.

- Ella no sabe lo que le espera - murmura entre dientes.

- ¿Qué quieres? - consulto haciendo como que no escuché su comentario, no me interesa saber sobre la vida promiscua de mi hermano.

- Necesito que mires está nueva demanda de divorcio, si está bien la mandaré mañana mismo - acota dándome los papeles.

Los miro con atención, eran los papeles del divorcio de Jessica Finochiarro dónde demandaba a su esposo por adulterio, mi hermano se había lucido en esto y pobre del bastardo que está del otro lado porque estos dos lo iba a dejar sin un billete en su bolsillo.