Chica de Ciudad [Terminada]

Capitulo 6

La morena estaba con su padre en el hospital, el hombre  habló con la recepcionista y le dijo que en cualquier momento el doctor saldría atenderlo.

El doctor apareció una media hora después, padre e hija se pusieron de pie y se les acerco.

-¿Como esta mi sobrina, Doctor?

—La señorita Jaime esta estable— contestó, la morena y su padre respiraron más aliviados— Pero aun así se quedara unos días más hasta que mejore.

—Esta bien, si usted lo dice— le dijo Macario, el doctor se despidió de los dos y se fue hacia otro lado.

—Hay que avisarle a mamá— le dijo la morena.

—Si, vamos.

Al llegar a su casa la morena y su padre escucharon la voz de Lupita, al parecer no estaba sola, y en efecto al entrar la morena vio a la castaña sentada y hablando con su mama muy sonriente, se sacó el sombrero y camino.

—Val.

—Hola, Juls— se levantó y la abrazo, abrazo que necesitaba la morena— Lupita me dijo que fueron a ver a tu prima.

—Así es— le afirmó.

—¿Y como se encuentra? — preguntó Lupita.

—El doctor nos dijo que estaba fuera de peligro, pero que debía quedarse unos días más.

—Que bueno que este bien— hablo Valentina, la morena al escuchar su voz sonrió— Le conté a mamá y me pidió que cualquier gasto que tuvieran ella lo compensaría y que Jaime es bienvenida a la hacienda.

—La señora Elena siempre con su buen corazón— hablo Lupita.

—Al igual que Val— la castaña miró a la morena y se sonrojo— ¿Quieres acompañarme a limpiar las caballerizas?

—Claro— contestó la castaña y sin más la morena tomó de la mano a la ojiazul y se fueron.

***

—¿Y estas lista para volver a clases? — le pregunto la morena mientras limpiaba y la castaña miraba.

—En parte si, por que volveré a ver a mis amigas y en parte no, por que estaré todo el día y no nos podremos ver mucho— contestó haciendo un puchero.

—Pero nos podemos ver el fin de semana — le dijo la morena, a la castaña no le gustaba mucho la idea de solo verla el fin de semana.

—Pues no queda de otra— dijo de mala gana.

—No seas enojona— le dijo la morena con una sonrisa, noto que no la miraba, se acercó sin que se diera cuenta y le dejó un tierno beso en la mejilla que sorprendió a la castaña, la ojiazul se tocó la mejilla, su cara estaba colorada y un escalofrío recorría su cuerpo— Me gusta más verte sonreír— la castaña sonrió embobada.

—¡Valentina!— esa era la voz de su tío Fernando, la morena al verlo se puso recta.

—Señor, Fernando— pero el hombre no la escucho.

— ¿Qué Haces Aquí en la suciedad? — preguntó molesto.

—Solo vine acompañar a Juls.

—No traigas a mi sobrina a este sucio lugar— regaño a la morena.

—No volverá a pasar, señor— dijo la morena agachando la cabeza.