Capítulo 32

2.8K 297 17
                                    

2/2


Un mes después

La castaña había dejado de comunicarse con ella y eso le extraño, pero también le preocupo mucho, lo más raro es que la castaña si hablaba con su madre por teléfono pero no entendía porque no hablaba con ella.

¿Habrá vuelto hacer la chica de ciudad? ¿Se volvió acostumbrar a ese estilo de vida? ¿Habría aceptado la propuesta de ese chico y se olvidó de ella?

¡NO! la castaña no podía hacerle eso, había prometido que volvería, que estarían juntas.

Juliana estaba sentada cerca del corral mirando el celular, los mensajes, releyendo antiguos mensajes que le había enviado y los últimos que había enviado y no me respondió, estaba ahí, pegada mirando, no sabía si mandarle otro mensaje o llamarla, pero temía que no le respondiera ninguno de los dos.

-¿Qué pasó, Val? —se preguntaba mientras soltaba un suspiro.

—Debo ser adivina —esa era la voz de Karina, la morena la miro unos segundos y volvió su mirada al celular —Yo te dije que ella no volvería.

—Ella si volverá —aun tenía esperanzas.

—Ya ha pasado un mes, no lo creo —le recordó, apago el celular y lo guardo en el bolsillo de su pantalón —Deberías olvidarte de ella y divertirte conmigo.

—Ya te dije que no quiero nada contigo, estoy enamorada de Valentina.

—Yo no estoy hablando de amor, estoy hablando de diversión —le aclaro —Yo nunca tendría algo serio contigo, eres solo una capataz —dijo mirándola en menos —solo eres una simple empleada y al parecer Valentina se dio cuenta y por eso se fue y solo te mintió de nuevo, ella no volverá, ¿porque volvería? No eres nadie, como dije, eres una insignificante empleada —le gustaba humillarla y aún que no quisiera si le afectaba.

—Es mucho más que una empleada —esa voz hizo latir muy rápido el corazón de la morena, las dos se giraron y la sonrisa de Juliana fue tan grande que no la podía controlar, la castaña estaba a unos centímetros de ella.

—Val —le susurro cuando estuvo a su lado, la castaña le sonrió y tomó su mano.

—Volviste —habló no muy contenta —es solo una empleada, pero bueno a ti te gusta rebajarte al nivel de una empleada.

—Me da lo mismo lo que me digas, ya no me afecta —le dijo —pero si le afecta a Juls y no dejare que la humilles más.

—A también me da lo mismo, la verdad ya me aburrí de ella —le dijo, dio media vuelta y se fue por donde había llegado.

—Volviste —le dijo.

—Así es.

—No es un sueño ¿verdad? —preguntó aún incrédula.

—No —contestó y la sorprendió con un beso —soy muy real —volvió a besarla.

—Ya creo que eres real —las dos sonrieron.

—Lamento no haberme comunicado esta semana —se disculpo.

—Por un momento creí que habías olvidado todo y decidiste quedarte allá.

Chica de Ciudad [Terminada] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora