Capítulo 26

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-¡¡FUEGO!! — fue lo que escucharon afuera de las caballerizas, la morena y la castaña se separaron y corrieron. La que grito fue Jaime, la jardinera al ver a su prima corrió rápidamente donde ella— ¡Juliana! ¡Es tu casa! ¡Se está quemando!— le aviso, eso altero a la morena tomo a Ciclón para subirse.

—Yo avisaré a mi madre— le dijo la castaña, la morena asintió ya arriba del caballo y se fue, tras ella fue Lorenzo, Jaime y otros trabajadores que fueron en una camioneta con baldes.

...

La llama era enorme y estaba en la parte del comedor de la casa, algunos trabajadores estaban con mangueras para que el fuego no creciera más. Juliana quería entrar pero Lorenzo no se lo permitía.

—¡Es mi casa! — le gritaba Juliana a su amigo.

—¡No puedes hacer nada, Juliana!— seguía sujetandola— ¡Hay que esperar la ayuda!

—¡Tengo que ir por algo! — le decía con importancia.

—¡Nada es más importante que tu vida, Juliana!

—Si lo hay— le dijo, en eso un jeep se había estacionado junto con un camión de bomberos, del Jeep se bajaron Elena y Valentina, los bomberos les pidieron que no se acercaran mucho, la castaña pudo ver a la morena luchando con salir del agarre de su amigo, pero en un descuido Lorenzo aflojo su agarre y la morena se soltó y corrió hacia dentro de la casa.

—¡Juls! — ese grito fue de la castaña que corrió, no pudo entrar ya que esta vez Lorenzo la agarro— ¡Juliana! — decía con lágrimas en los ojos, tenía un miedo horrible de que a la morena le pasara algo, en eso el vidrio de las ventanas estallan y el fuego salió por las ventanas— ¡NO! — Lorenzo y con ayuda de otro bombero sacaron a la castaña, mientras otro entraba al interior de la casa, pasaban segundos y nadie salía, hasta que el bombero salió cargando a la morena, esta aún estaba consciente ya que caminaba, la ambulancia había llegado minutos después que los bomberos por eso ya había una camilla, el bombero puso a la morena en la camilla, esta tosía por todo el humo que había aspirado.

—Necesita oxigeno— habló él paramédico, lo llevaron hasta la ambulancia.

—Val— habló como pudo antes de que lo subieran al interior del vehículo, la castaña se le acercó— To-toma— le paso un cuadro que la morena cuidaba con su vida, la castaña lo recibió, en esos segundos la morena pierde la conciencia.

—¿Juls? ¿¡Juls!? — intento despertarla— ¿Qué le pasa?

—Perdió la conciencia— le contestó el paramédico, alejaron a la castaña, subieron la camilla, un paramédico se quedó con Juliana y el otro cerró las puertas para volver y conducir el vehículo. La castaña vio como la ambulancia se iba, dio vuelta el cuadro y sus ojos se humedecieron al ver que el cuadro que tanto protegía la morena era su dibujo que le había hecho cuando niña hace tantos años.

Los bomberos lograron extinguir las llamas.

...

El teléfono de la hacienda Carvajal sonó y la primera en contestar fue Valentina.

—Diga.

Señorita, Valentina, soy yo Jaime— le dijo la voz al otro lado del teléfono— Acompañe a Lupita al hospital.

¿Como esta Juliana? — preguntó ansiosa.

Tiene unas muy leves quemaduras pero lo demás bien, ella está bien.

—¿Puedo hablar con ella?

No, lo siento, Valentina, nosotros pudimos pasar a verla, pero estaba sedada, solo la vimos dormir— contestó Jaime.

Chica de Ciudad [Terminada] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora