Capitulo 12

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Maratón 1/2

Valentina entró a su habitación y azotó la puerta se tiro a su cama y comenzó a llorar, sentía un inmenso dolor en su corazón, un dolor que nunca había experimentado en su vida y que nunca pensó que la persona que más amaba le causará tal dolor. Todo era mentira, la morena nunca la amo.

-Valentina, hija ¿estas bien? — esa era la voz de su madre que estaba preocupada.

—Quiero estar sola, por favor, mamá— le decía la castaña, pero su madre de todos modos abrió, entró y cerró la puerta para estar a solas con su hija.

—¿Qué te sucede, mi niña? — le pregunto su madre al verla tirada en su cama— Subiste aquí como un rayo— le dijo — Dime ¿que te sucedió? — la castaña se acomodo y al girarse vio a su mamá, el rostro de la castaña estaba empapado en lágrimas.

—Me rompió el corazón, mamá— le contestó— Du-duele mucho— esta vez abrazo a su madre y esta le dio consuelo.

—¿Es quien creo que es? — la castaña asintió.

—Si mama, fue Juliana— seguía aferrada a su madre.

—Ya mi niña, tranquila.

—Yo- yo la fu-fui a ver y la vi...la vi con Ka-karina, besándose— hablaba con dificultad.

—Tranquila, hija, todo pasará.

—Es que duele mucho— le dijo— La odio.

—No, tu no la odias.

—S-si, la odio por lastimarme y mentirme— le dijo— Ya n-no la quiero ver nunca más en mi vida— soltó algunos sollozos, la mamá acariciaba su espalda.

Ya habían pasado algunos minutos, la cabeza de la castaña estaba en el regazo de su madre, mientras ella acariciaba su cabeza, ya estaba más tranquila.

—¿Quieres que te traiga algo de comer? — preguntó.

—Bueno— contestó.

—Está bien, vuelvo enseguida— la recostó sobre la cama y al ver que su mama salía unas nuevas lágrimas volvieron a salir de sus ojos.

La señora Elena tocó la puerta y la castaña sin ánimos la abrió y la dejó pasar, traía una bandeja.

—¡Listo! Aquí traje algo rico para las dos— le dijo.

—¿Las dos? — preguntó confundida.

—Así es— vio a la mama sentada en la cama, vio la bandeja, habían dos sandwich y dos vasos de refresco— Te hice tu sandwich favorito y también me hizo uno para mi y comamos juntas— la castaña se acercó y se sentó frente a ella.

—¿Dejaste a los demás comiendo solos?

—Ya habían comido cuando llegamos— le contestó— Además tengo bastante hambre, la comida donde los Coronado estaba rica, pero muy poca, tu sabes que yo como mucho— le dijo y le da un enorme masticando a su sandwich, la castaña le da una leve sonrisa.

—Si, es verdad— afirmó la castaña que también tomó su sandwich y comenzó a comer— Yo también tengo bastante hambre.

Chica de Ciudad [Terminada] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora