Capítulo 5: Bajo una misma pena

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Después de un día de clases exhausto para algunos; un examen estresante para otros y un tiempo aburrido para muchos, la última campanada de la escuela hizo sonar la euforia de todos los alumnos en general; no quedaban motivos para seguir en ese lugar y muchos aprovecharon para ir a pasarla bien en otras locaciones o para devolverse a sus hogares y descansar, sin embargo, ni uno ni otro fue el plan de Mikaela Shindo, quien sentía que sudaba por sus manos con cada tiritar que le daban los nervios, ya que en su mente se había alojado la persistente idea de hablar con el consejero escolar, Crowley Eusford, porque los problemas que afrontaba ya estaban a la altura de su garganta y en cualquier momento lo harían gritar de la desesperación.

No tuvo que despedirse de nadie, solo salió cautelosamente del aula con su mochila para dirigirse a la consejería antes de que el profesor Eusford terminara su horario de trabajo. Y aunque no había nadie a quien pudiera decirle hasta pronto, en su camino apareció Yuichi una vez más, sin la intención de dejarlo ir, sino todo lo contrario; su plan era acompañar a Shindo a su casa para que, de alguna manera muy desesperada, supiese finalmente dónde vivía. Era consciente de que ya le había dicho que no quería que nadie fuese a su casa, sin embargo, él creía que con esta trampa podría acercarse con cuidado a la vida íntima de Mikaela y de esa manera poder pertenecer a ella un poco más.

Por supuesto, este tampoco era el plan de Mika.

一Lo siento, Yuichi, pero en este momento tengo una cosa más que hacer antes de irme.

一¿De qué se trata? Las clases ya acabaron, no hay más por hacer.

一Tengo que hablar con el profesor Eusford de algo importante antes de que se vaya. Nos vemos después.

Aceleró el paso, dejando atrás a Yuichi para no perder esa oportunidad. Por otro lado, Yuichi estaba bastante decepcionado y molesto de que las cosas no salieron como había esperado; miró por última vez las aulas del colegio y pensó en la posibilidad de quedarse el tiempo que fuese necesario para esperar a Mikaela, no obstante, pudo divisar fuera del recinto escolar a unas cuantas personas malamente conocidas, así que, con mucha frustración, tuvo que salir de ahí vertiginosamente por la parte trasera de la escuela, aunque eso no estuviese permitido en el colegio.

Una vez más, sus planes se vieron estropeados.

En cuanto a Yu, él se dedicaba a escanear con la mirada lentamente todos los lugares de la escuela, buscando a Mikaela para poder pagarle esa deuda absurda que seguía pendiente, caminando sin ninguna prisa por la explanada de la escuela junto a sus amigos.

一Hoy sí que has estado muy extraño, Yu 一aseveró Mitsuba, junto a él一. ¿Ahora qué te pasa? Caminas como tortuga.

一He estado buscando todo el día a una persona, no me gustaría irme sin antes verlo.

一Oye, Yu一llamó Yoichi, teniendo que interrumpir su búsqueda一. Parece que el profesor Eusford te está llamando.

Los tres jóvenes pudieron notar que, en efecto, el adulto estaba haciendo señas con la mano, indicándole a Yu que quería verlo en su oficina, probablemente para hablar, como se había hecho costumbre desde los problemas académicos y familiares que tenía. Ya era natural para Amane el ir a la consejería constantemente, a tal punto en que había dejado de ser formal con Crowley pese a ser su superior.

一Ni hablar 一dijo Yu, resignado一. Adelántense ustedes, iré a ver a Crowley.

一No puede ser que le hables de "tú"; eres un grosero 一afirmó Mitsuba, indignada con el trato que le daba al profesor.

Tanto Yoichi como Mitsuba hicieron caso a Yu y salieron primero del colegio, encontrándose en la entrada principal con el mismísimo Yuma Amane, siendo algo relevante para ellos, pues no siempre se daba la oportunidad de hablar con él y aun más que Yuma quisiera hablar con ellos como en esa ocasión en que, ni bien los vió, se les acercó con mucho interés.

Limerencia (MikaYu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora