SUDDEN DEATH (Kings Of The Game #6) SIN EDITAR

XIII

Lucas.

Me estacioné en la entrada de mi edificio sin molestarme en ingresar en el parqueadero cuando vi las dos figuras robustas esperando fuera con una bebida cada uno en su mano. Entrecerré mis ojos en su dirección nada más llegar, escaneando lo diferente en ambos.

El tío Dan, a sus sesenta años y con la camisa negra cubierta por la chaqueta de cuero y vaqueros parecía un tanto más joven, solo un tanto. Ashton por su parte, con su habitual traje de negocios no daba lugar a nada más que una repasada sabiendo que si miraba más de la cuenta iba a arremeter contra mí por creer que me burlaría de nuevo de su vestimenta.

— Vaya, pensé en dar vuelta al ver tu auto, pero me falló el volante. —solté riendo nada más llegar junto al hombre de cabello negro enarcando una ceja en mi dirección. —¿Cómo estás, tío? —palmeó mi espalda, fijando sus ojos en Ashton ocultando la risa en el café en su mano.

— No me quejo, pero parece que tu tampoco. —rodé los ojos, tendiéndole la mano a Ashton a manera de saludo.

— Pasábamos por aquí y pensamos saludar, el hombre de la recepción dijo que no estabas. —Robin me saludó desde la distancia al igual que tornado lo hizo con su habitual ladrido resonando en todo el lugar.

— Salí a comprar un par de cosas que me hacían falta. —levanté la bolsa del supermercado en mi mano izquierda. Cocinaría hoy para Paula y Amelia luego de que llegaran de la presentación de la pequeña. Alaia y ella estaban tan emocionadas que a una la había tenido revoloteando por el departamento bailando mientras que la otra obligó a su padre a que llamara a todos los miembros del equipo para avisarles. Todos estábamos "cordialmente invitados", lo que significaba que, si no iba alguno de nosotros, Nicholas acabaría con nuestra estabilidad emocional recriminándolo toda la temporada que venía en unos meses.

— Claro. —el tío Dan acabó la soda en su mano y tras caminar a la cesta junto a la pared, volvió a nuestro lado. —Mañana hay barbacoa en celebración de...—se calló, soltando una carcajada. —No celebramos nada, pero no tenemos que hacerlo para reunirnos. —su dedo índice me apuntó, determinado. —Te quiero allí. Lilian hará su especialidad, que no sabemos que demonios es y si nosotros nos morimos, tú también.

— Bianca está emocionada por ir. —afirmó Ashton, tragando en seco.

— ¿Cómo está ella? —no habíamos hablado mucho en los últimos días, su teléfono había estado apagado y su mensaje avisándome que no estaría disponible fue lo que necesité para alejarme y dejarla en paz.

— Su retiro de las redes sociales ha sido bueno. —se burló. —Cree que no me doy cuenta, pero a pesar de que su teléfono está guardado en mi oficina bajo llave, toma el mío por las noches.

— ¿Para qué deja el suyo entonces? —tanto Ashton como yo miramos con burla al tío Dan que parecía no entender el chiste.

— Como si no la conocieras. —atiné a decir, notando la miniban estacionándose tras mi camioneta. Me perdí lo siguiente que dijo alguno de los dos, solo teniendo ojos para la niña despeinada bajándose de ella. Zoey apareció en la entrada, esperando por ella, pero Amelia en lugar de correr hacia la adolescente, como pudo, rodó su bolso y se tiró a mis brazos provocando el silencio de los dos hombres que me acompañaban.

— ¡Lucas! —me tendió su puño, pero al igual que siempre, solo lo besé.

— ¿Cómo fue tu día, cielo? —la sostuve contra mí, evitando la mirada de Ashton o del tío Dan. —¿Lista para hoy?

— Sí. —Zoey la prepararía hasta que llegara Paula del trabajo, luego nos iríamos los cuatro en mi auto rumbo a la presentación. Aún estaba pensando cómo iba a afrontar al equipo en lo que respectaba mi relación con Paula, pero lo sobrellevaría. No estaba listo para presentarla como la mujer con la cual estaba saliendo, no porque no quisiera, sino porque sabía como eran y no quería incomodar a Paula teniendo en cuenta que apenas iniciábamos. —Zoey me espera. —sus ojos azules pasaron a los hombres, y sacando una radiante sonrisa los saludó. —Soy Amelia, ¿tú como te llamas?