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Lucas.

Repetí la misma ruta que los últimos días hasta que mis pies se detuvieron en frente del hotel en el que me hospedaba desde ya hacían dos semanas. La recepcionista me dio su habitual sonrisa a medio lado y yo como siempre, dejé las donas que me encargaba de la cafetería de un par de calles más abajo. Mi vida se había vuelto un desastre y no sabía como colocar orden. Teníamos un juego importante en una semana y yo no estaba para nada concentrado.

Había pedido un par de días, George debió notar lo perdido que estaba en los entrenamientos y las pocas ganas que tenía de hablar porque simplemente me dijo que me tomara el tiempo y que si no podía jugar que me remplazaría. Estaba a punto de llamarlo para decirle que iba a tomar su oferta. A pesar de que no había descuidado mis entrenamientos personales, no me sentía listo para salir al mundo en un estadio repleto de personas.

La noticia de ella siendo procesada había salido en los principales periódicos a nivel nacional. No obstante, papá hizo lo posible porque el caso no llegara al dominio público y se estaba manejando con total discreción. Yo no había podido adentrarme en el caso, el tío Dan me convenció de que dejara todo en sus manos y en las de papá, era la primera vez que los veía en el mismo punto con respecto a algo así que solo se los permití.

Mis hermanos tenían sus propios asuntos con los que lidiar, los tres estaban llevando todo de manera diferente. Zed se refugió en el trabajo, nadie lo sacaba de la oficina realmente. Warren se montó en un avión y se perdió en las Vegas para no tener que darle la cara a la realidad, y Zack volvió a la universidad acompañado de Zoey.

Bianca era la única con quien realmente había hablado, si es que contestar un par de "bien" era considerado entablar una conversación. Sabía donde estaba, pero prefirió no venir y darme mi espacio tal y como se lo pedí. Ashton llamó un par de veces y se pasó ayer por aquí con la excusa de que mini Ashton quería pasar tiempo con su padrino. Su bautizo estaba planeado para dentro de una semana luego del juego, y sabía que mi hermana estaba pensando en posponerlo.

No tenía ánimos, pero estar ayer todo el día con mi sobrino me alivió un poco. No obstante, cuando se lo llevaron, quedé con el sin sabor por extrañar tanto a mi pequeño ángel de rizos negros al punto de que estuve a nada de pedir un taxi que me llevara con Paula.

No había sabido nada de ella en lo que parecía una eternidad, la extrañaba, quería llamarla por lo menos, pero no sabía si ya podía mirarla a los ojos sin sentir remordimiento. Sabía que no tenía que sentir culpa, no tuve la culpa, pero estaba allí el sentimiento. No podía apartarlo.

Tomé una ducha rápida, metiéndome de lleno al vestirme, en las jugadas que George me había enviado por mi insistencia. Tampoco quería que creyera que no tenía interés en el equipo, no iba a abandonarlos, eran mi familia. Ellos también habían llamado, pero solo escribí en el grupo de WhatsApp un breve mensaje dándoles gracias por el apoyo antes de salirme. No podía hacer como que todo estaba bien, y no quería que se sintieran en la obligación de cohibirse de hablar normalmente por mí. Los conocía, me darían mi tiempo.

Pronto, el sonido del timbre de la habitación sonó, haciendo mi estomago gruñir aliviado por el servicio de habitaciones. Sorpresa la que me llevé cuando no era la amable mujer que habitualmente me traía el desayuno en la puerta, sino Callum Stark empujando un carrito con una sonrisa ladeada.

— Pensé que si quebrabas tenías un plan de soporte. —me burlé un poco, dejándolo pasar. Habíamos estado en contacto, pero no lo había visto desde ese día. Me sorprendía verlo por aquí teniendo en cuenta que no era del tipo que visitaba. —¿Pasó algo? —dije ansioso. Los abogados lo contactaban a él, no a mí, pero de todas formas.

SUDDEN DEATH (Kings Of The Game #6) SIN EDITARDonde viven las historias. Descúbrelo ahora