Jueves, 6 de septiembre del 2018
D E B B Y
La semana de exámenes nos está pisando los talones. Los profesores se encuentran presionados pues de nuestras notas depende que mantengan una buena reputación ante el director. Lo que conllevó que el profesor de matemática le pidiera casi rogando a su peor alumno que consiguiera un tutor para esta semana de exámenes.
Su peor alumno terminó en el pasillo chocando hombros con otros compañeros de clases esperando que uno mágicamente se ofreciera a ayudarlo. Consiguió una respuesta a sus ruegos en los ojos avellanas de mi entrenadora quien después de una conversación con él ofreció el numero de la única amiga que podía ayudarlo.
Fue así como termine con Justin Rodgers, el chico nuevo, en mi sala maldiciendo a los números que aparecen en el cuaderno.
—¡Esto es ridículo! —se quejó por decima vez en una hora. Cierra el cuaderno y posas sus ojos color pasto artificial en mí— ¡Y tú no estás ayudando!
—Lo siento.
He estado divagando con la imagen de mi mejor amigo, esta mañana pude notar en sus evidentes ojeras y pocas palabras que esta semana lo está desgastando. Las ganas de ayudarlo pican en cada uno de mis músculos. Por alguna razón que ninguno se atreve a comentar, nuestras conversaciones solo se dan por medio de un miembro del equipo RG.
Confrontarlo solo lo empeorará, así que estoy esperando que esta semana acabe para que en la competencia podamos resolver todo esto. Trato de no pensar en qué pasará si no podemos resolverlo, no agobiarme ante la idea de perder a Adrien.
—Oh—cambió la posición de los músculos de su cara—. No te sientas mal, si esto es por no poder lograr que entienda la matemática no te preocupes. Siempre he sido así de burro para las matemáticas y dudo mucho que tú, incluso con lo bella que eres, puedas cambiar eso.
Lo miro con una vaga sonrisa ante el cumplido. Tengo que ayudar a este guapo chico, debo concentrarme en eso.
—¿Desde qué edad juegas fútbol? —cuestiono señalando su atuendo que implica que tiene practica más tarde.
—Desde que nací—responde sin dudar—. Es lo único que he hecho desde que conocí al mundo. Solo soy bueno para patear un balón e ir detrás de este—bromea consiguiendo ampliar mi sonrisa.
—Supongo que el error es mío—Justin frunce su cara y ladea la cabeza luciendo como un adorable cachorro—, debo plantearlo todo con una terminología que entiendas.
Así lo hice. Concentré mis energías en estudiar y ayudarlo a él a estudiar. Él se convirtió en la perfecta distracción, sonriente y adorable. Conseguí llegar al final del mes, logré llegar cuerda al día de la competencia.
Aprendí en aquella competencia que no puedes bailar por mucho tiempo bajo el radiante sol porque eventualmente tendrás que lidiar con las quemaduras.
Sábado, 6 de octubre del 2018.
A D R I E N
Fue una mierda. Una completa y obligatoria mierda que ya terminó. Dándole paso a la competencia que perdimos el año pasado, la que, si perdemos este año, todo el tiempo que invertimos en la natación competitiva será olvidado en el cajón de actividades en las que no pude lograr algo más que el promedio.
Al menos sirvió para tener una conversación con mamá, consistió en ella deseándome suerte. Nada más que eso.
—¿Se dan cuenta que este es nuestro último año como equipo de competencia? —menciona mi mejor amigo llenando el silencio reflexivo de la habitación.
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¡¿ELLA ES MI AMIGA?!
Teen FictionAdrien y Debby han sido amigos desde la infancia. Él la ha amado desde entonces. 🧡🖤 Adrien & Debby han pasado por diversas etapas juntos. Pasaron por esa etapa en la que los mocos eran comida y su única preocupación era asegurarse de sintonizar...