Ciudad de Chang Hai (Shanghái) mediados de 1937 d.c.
Una figura alta se mantenía tranquila frente a la pintura de un crisantemo que adornaba la pared de una gran casa. Sus ojos penetrantes recorrían cada pétalo amarillo, cuidadosamente pintado en capas por el artista, creando un racimo de flores bellamente elaborado. El joven sabía bien que el crisantemo de dieciséis pétalos, con otros dieciséis pétalos superpuestos, era un símbolo del Emperador del Imperio Japonés, que expandía su influencia hasta su país, China, desde antes del último emperador bajo el régimen monárquico absoluto.
A pesar de que Chen Yongnan tenía solo veintidós años y acababa de graduarse de la academia militar japonesa, regresando a servir como soldado bajo el mando de su tío, Chen Jinghe, no compartía los hábitos típicos de otros jóvenes de su edad, quienes solían perderse en el opio y las distracciones. Yongnan sabía que su vida estaba dedicada a luchar por la grandeza de su país, tal como su tío lo había hecho toda su vida, siendo un modelo para él. Chen Jinghe era el líder del Partido Nacionalista y el Primer Ministro en ese momento.
"La situación nunca es segura", solía decirle Jinghe a Yongnan. "Un buen soldado debe estar siempre alerta, como un tigre caminando por la selva. Aunque el viento se detenga y las hojas no se muevan, los ojos del tigre siguen observando y escudriñando el bosque. Cuando el peligro ataca, el instinto del tigre es rápido y enfrenta la amenaza sin temor".
"La naturaleza de un tigre es no temer ni ceder ante nada, incluso si eso le quita la vida. El tigre nunca se rinde, saltará y luchará hasta su último aliento".
Estas enseñanzas resonaban constantemente en Yongnan, moldeándolo en un joven de carácter sereno y frío. Su mirada aguda intimidaba a quienes lo observaban, haciéndolos sentir inquietos. Su cuerpo, entrenado desde que tenía memoria, lo había convertido en un hombre alto, de anchos hombros y musculatura bien definida. Si bien su rostro era tema de conversación por su atractivo, con rasgos afilados y severos, y sus ojos fuertes y decididos bajo unas cejas oscuras y espesas, Yongnan rara vez hablaba, salvo cuando era estrictamente necesario.
Apartó la vista del gran crisantemo y escaneó la lujosa sala de estar que lo rodeaba. Suspiró al sentir la injusticia del contraste: mientras que los ciudadanos chinos vivían en pobreza y dificultades debido a los cambios políticos, los extranjeros que habían invadido y tomado Manchuria vivían con comodidad en ciudades portuarias como Shanghái. Los adornos y muebles de la casa estaban hechos de antiguas reliquias chinas, lo que provocó que un sentimiento profundo de patriotismo se hinchara en su pecho.
El sonido de pasos lo sacó de su ensimismamiento. Giró hacia la fuente del sonido, enderezándose antes de inclinar la cabeza en respeto hacia el dueño del lugar, que acababa de entrar. Un hombre de unos cincuenta años, vestido con el uniforme completo del ejército imperial japonés, le sonrió y se echó a reír mientras avanzaba para darle unas palmaditas en el hombro a Yongnan, complacido.
—¡Mira nada más! No te había visto en años y mi sobrino se ha convertido en todo un gran oficial.
—Siempre seré un joven ante usted, General —respondió Yongnan con humildad. La persona frente a él no solo era un general del ejército japonés, sino también de la nobleza imperial. Se trataba del General Príncipe Kirizawa Yakuri, comandante supremo del ejército imperial japonés que ejercía su poder en las vastas tierras de China.
—Eres un joven con un gran futuro, teniente Chen —dijo Kirizawa, mirando con admiración al joven frente a él, aunque estaban en lados opuestos. El sobrino del primer ministro de la República de China, que no hace mucho corría detrás de su tío, ahora había crecido y se había convertido en un teniente respetado del ejército chino. Kirizawa lamentaba no tener una hija o nieta para ofrecérsela en matrimonio a Chen Yongnan y así consolidar una alianza.
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El Telón De Seda Con El Patrón del Tigre [ม่านไหมลายพยัคฆ์]
Diversos"El tigre de la nación no teme ni se rinde ante nada, incluso si eso le quita la vida. Un tigre no se rinde; saltará y luchará hasta su último aliento." Traducción al español sin fines de lucro. ¡¡¡NO ROBAR MI TRADUCCIÓN!!!