El Telón De Seda Con El Patrón del Tigre [ม่านไหมลายพยัคฆ์]

(2)

Chen Yongnan regresó a la casa de la familia Chen cuando el sol ya había desaparecido en el horizonte. La casa de la familia Chen, a donde su padre, hermano menor de Chen Jinhe, lo había enviado para que fuera criado bajo la tutela de su tío desde una edad temprana, era el hogar donde crecería debido a su inteligencia sobresaliente, más allá de lo que su padre, un hombre común, podría enseñarle.

Caminó lentamente por el sendero desde la gran puerta vigilada por guardias, atravesando un jardín lleno de frondosos árboles de diversas especies. La casa principal estaba ubicada en el corazón de la extensa propiedad, y había una nueva construcción más pequeña para Chen Yangsun, hijo de Chen Jinghe, quien se había casado y vivía allí con su esposa, un poco detrás de la casa principal. Yongnan entró en la residencia, que estaba decorada de manera sencilla, en marcado contraste con el esplendor de los líderes del imperio japonés.

"Provenimos de la tierra, ¿por qué habríamos de crecer de forma diferente a ella? Al final, todos morimos y volvemos a la tierra", solía decir su tío Chen Jinghe. A pesar de ser el líder supremo de China en ese momento, Jinghe siempre recordaba sus humildes orígenes.

Yongnan siguió el sonido de las voces hasta la sala de recepción, donde solo Chen Jinghe y Chen Yangsun, dos hombres de diferentes edades, estaban conversando seriamente. Uno era un hombre mayor de unos cincuenta años, fuerte y de apariencia imponente; el otro era un joven que se parecía mucho al patriarca de la casa, aunque era dos años mayor que Yongnan, y estaba a punto de cumplir los treinta. Yongnan observó a los líderes actuales y futuros de la nación, ya que Yangsun parecía destinado a heredar el poder político de su padre.

-¡Ah, Yongnan! ¿Ya has vuelto de Chan Hai? -exclamó su tío al escuchar sus pasos. Yongnan se acercó a saludarlo con una reverencia, tanto a su tío como a su primo, antes de sentarse en una de las sillas para unirse a la conversación.

-¿Cómo te fue? ¿Qué te dijo Kirizawa? -preguntó rápidamente Yangsun, ansioso por saber. A diferencia de su padre, Yangsun era un hombre impetuoso y a veces imprudente. También era militar, habiendo sido enviado a Alemania para recibir entrenamiento, y no mucho después de su regreso se casó con la hija de un líder del Partido Nacionalista, en una unión organizada por sus padres para fortalecer el poder de Chen Jinghe dentro del partido.

-"No fue bien -suspiró Yongnan.

-Dijo que haría todo lo posible por la grandeza del imperio"

Yongnan relató a Chen Jinghe y a Yangsun toda la conversación con el general príncipe Kirizawa. Padre e hijo reaccionaron de maneras muy distintas. Jinghe frunció ligeramente el ceño, mientras que Yangsun golpeó la mesa con fuerza.

-¡Malditos! Solo nos ven como una oportunidad para expandir su influencia. Padre, no debemos ceder. Tenemos que expulsar a los japoneses de China.

-¿Crees que no quiero hacerlo? -respondió Jinghe con calma. La pesada carga que llevaba sobre sus hombros lo obligaba a considerar cuidadosamente cada paso, evitando errores o minimizando las pérdidas.

-Kirizawa está lleno de confianza ahora mismo. La ocupación de Manchuria ha debilitado nuestras defensas en el norte. Si vamos a luchar contra Japón, necesitaremos aliados como Inglaterra o Estados Unidos, quienes también intentan frenar la expansión japonesa en el sudeste asiático.

-¿A qué temes, padre? -replicó Yangsun con frustración.

-Nuestras fuerzas militares son fuertes. ¿Por qué no confías en nuestras capacidades y en el pueblo chino, que está dispuesto a levantarse y expulsar a los invasores? Nadie permitirá que nuestro país caiga bajo el dominio extranjero.

-Si la vida de tu padre fuera suficiente para expulsar a los japoneses, lo haría. Pero si esto implica el sacrificio de innumerables vidas, como primer ministro, ¿crees que podría mirar a la cara a los sobrevivientes? -respondió Jinghe con un tono firme, lo que hizo que Yangsun contuviera su impetuosidad y mirara a su padre con el ceño fruncido.