"Todos esos momentos se perderán en el tiempo como lágrimas en la lluvia." -Blade Runner
SCARLETT
—No me agrada. No sé. Hay algo en él que no me convence. — Vivi arruga sus labios en disgusto mientras le sostengo una caja de libros que coloca en una repisa alta en la sección de clásicos.
—Tú no le agradas a muchas personas, parece que tienen mucho en común.
Mi respuesta cae como agua fría, me mira desde lo alto de la escalera como si tuviera rayos laser y me hubiera desaparecido.
—Es distinto, las personas no soportan que sea tan fabulosa. En cambio, él desapareció por años y ahora está aquí cuando se suponía iba a casarse y ahora no, no lo hará. Scarlett, algo no está bien.
No puedo contarle lo de Marcus y Sophia porque es su historia, no la mía y no puedo compartir cosas que no me pertenecen.
—No creo que las cosas sean tan dramáticas.
Ella baja los peldaños de la escalera, sus zapatos hacen ruido en el suelo antes de ella tome mi mano.
—Y casualmente está sentado en la caja, con una computadora creando un sitio web para la tienda y actualizando el logo. Sacha tampoco está muy feliz con él aquí, también sospecha de él y sus intenciones.
—O sea que hablan de mí a mis espaldas.
—No, no exactamente de ti. Hablamos de él.
—¡Scarlett! —interrumpe de quien hablamos. —Esta novela no tiene código, ¿Cuánto cuesta?
Aunque a ella no le agrade Marc, sabe que debe ir a ayudarle. Rueda los ojos y suspira.
—Yo ayudo. —el gruñido de Vivi es cómico y es totalmente inofensivo.
MARCUS
—Camila me escribió, dice que tiene un amigo con un lugar en remodelación. Que me alquila a mitad de precio. Y que si puede traerte a Kash por una hora que necesita ir al banco y él no quiere ir.
Scarlett frunce el ceño. Tampoco me esperaba que Camila se pusiera a buscarme hospedaje. Pero al fin y al cabo, por mucho que quiera mirarla como alguien de mi edad, Cami es como esa hermana mayor que nunca tuve y ayudó en los momentos necesarios de mi vida. Obviamente, lo vuelve a hacer.
—Dile que está bien.
—Que bueno que está bien, porque sino no sé que haría con este monstruo.
Camila entra a la tienda con Kash en brazos, sigue con eso de las botas de lluvia, esta vez tiene unos pantalones de cuadros rojos. Baja para abrazar a Scar y noto la camiseta de la mujer maravilla.
—No sabía que te gustara la mujer maravilla, Kash.
Él frunce el ceño, su mirada es crítica. Creo que he ofendido sus sentimientos, una vez más. Desde que llegué aquí no he podido ganarme a este niño, creo sinceramente que me odia.
—La mujer maravilla es mi novia. Y le gusta que le digan Diana.
Miro a Camila buscando explicación, ella se encoje de hombros y me ofrece una mochila con lo que supongo son las municiones para la batalla que es cuidar a su hijo. No es que esté equivocado si va tener un crush. Lo mejor es que sea en una de las mujeres más icónicas del mundo. Ficticia o no. Ella y Stevie Nicks son y serán los más grandes amores de mi vida.
—Volveré lo antes posible, quizá menos de una hora. El problema es Kash, a él no le gustan los bancos. Cree que las personas dentro tienen un hechizo que los mantiene prisioneros.
—No está equivocado, ese hechizo se llama: quincena.
La risa escapa de mí, ese comentario es tan Scarlett. Siento algo cálido dentro de mí, supongo porque es lo único que se me ocurre, es la nostalgia. Así era ella antes, cuando era mi Scarlett. En los últimos días he notado que no conozco a la mujer que me sonríe con los mismos gestos de la adolescente que me animaba a salir adelante. Tiene todo el sentido, pasó mucho tiempo.
Kash me mira como si esperara algo de mí, ¿Qué le puedo decir a un niño de tres años con complejo de adolescente en plena crisis?
—¿Ya almorzaste Kash?
—No. Todavía no me agradas. Pero si pedimos una pizza, quizá me agrades.
Obviamente pedimos una pizza, es la mejor solución. He sido asignado a cuidar de Kash, él está feliz con una rebanada en la boca y moviendo los pies que guindan de la silla. Ambos estamos en el pequeño comedor que tiene Scar en lo que se supone es una oficina para ella llevar todo, pero en realidad parece una pequeña casa.—¿Qué te cuentas, Kash?
Nunca he podido hablarles a los niños como bebés o en palabras diminutas, los veo como personas pequeñas, pero personas. Así que trato de demostrarles el mismo respeto que a cualquiera de mis amigos.
—No sé. Mi mamá dice que hablo mucho, muy alto y que corro demasiado.
¿Eso parece extrañarte, amigo?, eres como un terremoto.
—Yo no creo que seas así.
Sus ojos se iluminan, me mira con su rostro lleno de salsa y sonríe. Es la primera sonrisa que he podido sacar de este niño.
—Me agradas un poco hoy. — Eso es definitivamente un cumplido. Tomo lo poco que puedo obtener. —Escuché a mi tía y a mi papá decir tu nombre ayer. Papá cree que vas a romper el cora de mi tía. ¿Por qué?
Espera, ¿Por qué Rhett cree que voy a romper el corazón de su hermana? Solo somos amigos, solo hemos sido eso desde hace mucho tiempo. Y no puede contar una época donde dos adolescentes sufría y solo encontraron refugio en el otro.
—No lo sé. No le haría daño a tu tía, no intencionalmente.
—¿Qué es intensiofialmente?
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Hola,
Capítulo corto, me entretuve trabajando en otros proyectos que espero tener por acá en algún momento.¿Por qué creen que a Vivi le cae mal Marcus?
¿Por qué creen que Rhett piensa que Marcus le romperá el corazón a Scarlett?
¿Qué les parece Kash como personaje?
Nos leemos el próximo domingo,xoxo
(con dos capítulos)

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Lejanas Conveniencias
RomanceScarlett cree en los planes, la organización, Chayanne y todo lo que le cuente historias. Y no, no exactamente en ese orden. Estar enamorada de Marcus es una sorpresa. Ya creía haber superado todas las palabras sin sentido que se dijeron hace a...