NOVENO

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"Alicia, no puedes vivir complaciendo a otros, la decisión es completamente tuya" -Alicia en el País de las Maravillas (película, 2010)

SCARLETT

—Últimamente no siento tanto dolor. Siento que Rhett es feliz, que tiene una vida que ama. A veces aún me siento culpable cuando lo veo hasta tarde en la oficina de casa. Nunca quiso quedarse con nada de las heladerías de papá. Creo que él siempre quiso...—aclaro mi garganta y sorbo un poco de café. —él quería ser parte de la National Geographic. Sin importar si solo limpiaba suelos. Y hoy... es una locura.

Un coro de tasas chocando con platos se hicieron escuchar en DeCorado. El café y té del lugar habían crecido en fama los últimos años. El señor Howard, el dueño del local y padre de Perrie, la mejor amiga de Cami, me mira y asiento. Siempre me da un trato como de la realeza. Para él soy familia.

—¿Hablaste con tu hermano al respecto?

—Sí, él se niega a que sea cierto. Me dijo y cito: Hice todo lo que pude para estar junto a ti. Lo que me hace realmente feliz es saber que le di a mi hermana todo lo que pude de mí y al final se convirtió en el ser que es hoy. Nunca habla exactamente de sus sueños, creo que los enterró lejos.





Hablar con el Dr. Lozano era algo que siempre cura mi semana de sobre pensar. Sé que no debería sentir un lazo tan familiar con quien solo es mi psicólogo, pero para mí, sus palabras eran amables y acertadas: como hubieran sido las de papá. Sé que no debería sentirme mal por la vida que tengo, es perfecta, lo tengo todo. Jamás he dudado que soy amada. El tiempo que tuve a mis padres sentí su amor. Las peleas, los gritos y muchas palabras dolorosas pasaron, sí. Pero jamás dude por un segundo de que me quisieran, a parte de que hacían un buen trabajo.

Solo que jamás pasó por mi cabeza que tendría que ver a mi hermano mayor como una figura parental. Y que él tendría que renunciar a lo que realmente quería hacer por mí. Antes del accidente él estaba estudiando fotografía. Lo recuerdo. Recuerdo las cámaras y como yo anhelaba cuando él conseguía un mejor modelo y me podía quedar la vieja.

De alguna manera siempre he sentido que sobro, que no soy suficiente. A veces que sobro en la perfecta familia de Rhett, por mucho que adore a Camila y la considere mi mejor amiga y Kash, ni se diga, ese niño alimenta mi existencia. Creo que no soy suficiente después de todo el esfuerzo de mi hermano por mí.

Aparco el auto un poco lejos de la puerta delantera de Olympus. Me quedo mirando perdida la nada. El doc hoy dijo algo que me hizo pensar seriamente en mí misma: ¿Estoy tratando de complacer a los demás todo el tiempo? ¿será cierto?

Me conozco, sé lo que quiero. No pido mucho de la vida: espero que Olympus se mantenga de pie por muchos años, una casa diseñada por mí no muy lejos de mi familia y bueno, siempre estar con ellos. Ya he perdido suficientes personas en mi vida, como para alejarme de ellos el tiempo que me queda. Sé que el mañana no es prometido para nadie y es por eso que necesito todo el presente aquí. Es por eso que gasto lo que deba por mantener mi salud mental lo mejor posible.





MARCUS

Scarlett está sentada en su auto desde hace media hora, la tienda mantiene su movimiento normal de domingo e incluso contemplo mi primera reunión de un club de lectura analizando Mujercitas. Trato de ignorar el echo de que ella sigue allá, salí a dejar la basura y la vi con la mirada tan perdida. Un agujero hizo paso en mi pecho y... si algo le sucede ¿me lo diría?

Cuando llegué pensé que venía a solucionar mis problemas y que encontraría en ella mis respuestas. Pero es definitivamente más que eso. Es egoísta de mi parte pensar que ella no tiene con qué lidiar. Al fin y al cabo, no tenemos todos los humanos más de un dolor de cabeza a la vez por muy pequeño que los demás lo vean.

Lejanas ConvenienciasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora