VIGÉSIMO SEGUNDO

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"Lo único que está entre tu meta y tú, es la historia que te sigues contando a ti mismo de por qué no puedes lograrla". -El lobo de Wall Street (2013)

MARCUS

—Scar, oye... debemos hablar antes de visitar a tu hermano. —ella camina por el departamento como si no pudiera escucharme. —Scar... ¡Scarlett!

—¿Qué? —su cabello sabe por su frente, se ve cansada y... si no somos el reflejo del otro no sé que somos, porque también tengo miedo de morir hoy.

—¿No deberíamos hablar? ¿Todo bien?

—¿Cómo te mantienes tan sereno? Mi hermano te ha amenazado desde que lo conoces, yo sé que mi vida prende de un hilo. ¿Cómo podría hablar de cualquier otra cosa que antes de pasar por esto? Solo quiero salir de esto, decirle a Rhett y listo.

La preocupación la hace ver pequeña sobre el sofá. Suertudo probablemente siente los pensamientos rondando su cabeza, porque está justo sobre ella en segundos ronroneando. Tomo asiento junto a ella, le ofrezco mi mano y ella la toma.

—No estoy sereno del todo. Pero sé que tu hermano ha estado toda su vida profiriendo locuras con mi nombre porque te ama. Se preocupa por ti. Creo que eso es lo que muchos queremos, importarle a alguien tanto como ese alguien te importa. ¿No?

—¿Te gustaría tener un hermano mayor?

Su pregunta rasga algo dentro de mí, porque sí. ¿Quién no quiere un poco de compañía cuando está solo y perdido?

—Siempre quise uno. Mi idea de un hermano mayor siempre fue protección. Alguien a quien realmente le importase. Y tu tienes a Rhett, no sé si te has dado cuenta, pero él daría la vida por ti.

—Lo sé. Hay que irnos.







Camila toma la mano de Rhett en el sofá las sillas frente a nosotros. Esas dos sillas no pertenecen a la sala, solo están ahí porque él quiere mirarnos a la cara antes de gritar. Kash es un sensor de malas vibras, toma siento sobre una de mis piernas y mira a su papá en desafío.

—No puedes castigar a Marcus y tía Scar, son adultos. —su padre frunce el ceño, un apretón en su mano de parte de Camila y respira hondo.

—No los voy a castigar, Kassius. Solo vamos a platicar... entre adultos.

—Yo no soy un adulto, eso no es mi culpa. Mami, ¿me puedo quedar?

Camila le sonríe, pero niega con su rostro.

—No, bebé. Ve a tu habitación y baja cuando escuches que mamá grita: pizza.

Un suspiro de esperanza se escapa de Kash, se levanta y comienza a subir las escaleras mientras las alumbra con sus suelas de luces.

Rhett se aclara la garganta, Scar toma mi mano con más fuerza y siento que estoy en medio de una escena del padrino. Claro que le tengo miedo al tipo frente a mí, el mismo Abel siempre me recuerda lo mucho que Rhett le recuerda a un árbol y que seguramente solo debe pestañear para hacer una maldición asesina.

—Ustedes fueron los que me citaron. Y por la posición en la que soy sostenido por mi esposa, sé que soy el único que no conoce lo que está por hablarse. ¿Qué pasa?

Tomo una buena bocanada de aire antes de iniciar, a pesar de que he estado repasando palabras de camino aquí no concibo que salgan de mí. Scarlett está temblando, se nota incluso pálida.

—Bueno, Rhett. —inicio. —recuerdas que...

—¡Estoy embarazada! —el grito de Scar la deja sin aire, comienza a tomar bocanadas como alguien a punto de ahogarse. —Ahora te toca hablar.

Rhett tiene los ojos perdidos. Está en shock, baja la mirada al suelo y se queda así por un momento. Temo por su reacción, no por lo que me haga a mí, pero no que le pueda decir a ella.

—Sé que debo detenerme, dejar de verte como una niña. Sé que eres una adulta y que tomas tus propias decisiones. No que me haga super feliz que suceda ahora, pero me hace feliz que tú seas feliz. Y que al menos no es hijo de ninguno de los idiotas con los que saliste antes. Porque si es de Marcus, ¿no?

—¿Por qué me preguntan eso? —me río de lo indignada que suena su voz.

Él levanta las manos en inocencia, Camila sonríe y sé que no tendremos ni un poco del caos que pensamos.

—Uno aclara con eso de que es muy popular las relaciones abiertas y...

—¡Rhett! —se escandaliza, está de pie en la sala, él se levanta y le extiende los brazos.

—Ven, dame un abrazo.

Ella corre y lo rodea con sus brazos. Ambos se quedan así un rato, hasta que la mirada de Rhett se fija en mí y mueve sus labios en lo que entiendo claramente como: estás muerto.

Sí, eso ya lo sabía. Gracias por aclarar.

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Hola, 
Les debía un cap del domingo pasado. Aquí lo dejo. Ya está posteado el nuevo Cap.

Lejanas ConvenienciasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora