SEGUNDO

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"El destino establece las cartas, nosotros sólo las jugamos de la mejor manera posible." - Wolverine

—¡Se va a casar!

El rostro de Rhett luce en shock ante mi grito. Camila mira entre nosotros esperando la reacción de mi hermano. Kash está comiendo un pedazo de lasaña de manera no muy aseada mientras mira el circo que tenemos frente a él.
Creo que le agrada su vida, es como vivir en una serie de televisión: nunca se aburre.

—Sabíamos que este día llegaría, no iban a jugar por siempre a ser felices con el otro a cientos de kilómetros.— mi hermano se encoge de hombros, se levanta y se sienta junto a mí frente a la isla de la cocina.—ambos han tenido parejas desde la última vez que se vieron. Y ambos decidieron, y esto lo repito de tus propias palabras: que lo que sea que tuvieran no era duradero, solo algo del momento.

Está reaccionando mejor de lo que pensé, no ha salido su ser sobreprotector. Incluso pensé que se pondría en modo: ¡Tú eres Elastigirl!

—Eso no quita que duela.

¿Por qué sigo pensando en él? ¿Por qué me duele que esté pasando todo esto?
Camila se aclara la garganta y me mira seriamente.

—Bueno, Scar. Te he dicho que no soy la mejor persona para dar consejos románticos. Quiero decir... me casé con tu hermano por dinero.

Rhett asiente.

—Y yo me casé con ella por... ¿Por qué me casé contigo, mi amor?

—Porque soy genial.

—Exacto, porque es genial.

¿Qué?
Camila sonríe y sus ojos tienen la misma expresión que cuando descubrí que estaban enamorados. Viéndose así nadie sospecharía del caos que se formó antes del nacimiento de Kash.
Ella rueda los ojos, se aclara la garganta y sigue:

—El punto es que no podemos controlar lo que sentimos, pero sí como reaccionamos a ellos. Y sé que te duele, porque a pesar de tus otras relaciones y de las suyas ustedes dos siempre han sido el refugio del otro.

Sé que siempre he podido contar con él para lo que necesite. Pero sé que me dolería demasiado enterarme que dentro del poco tiempo que tengo para escuchar su voz, se me sea restado mucho más. Casarse con Sophia es hacer una vida con ella y que esa sea su prioridad. Una amiga, específicamente una mejor amiga, siempre complica las cosas en este tipo de situaciones y es por eso que muchos deciden contar ese lazo, para mantener el otro.

Si está bien o mal, ya lo he pasado. He tenido amigos que me han dejado de lado solo porque sus parejas no quieren que sean amigos de otras mujeres.
Crecer es difícil y más cuando tienes que pasar a la etapa de adulto.
Las relaciones son una mierda.

—Ahora.— Rhett besa mi mejilla y se mueve junto a Camila otra vez.—puede que esté pasando dos cosas. Uno: sí, estás enamorada de Marcus y todos este tiempo tus sentimientos estaban en una capa fría solo por la distancia y ahora vuelves a sentir todo de nuevo. O dos: te das cuenta de que estás perdiendo un pedazo de tu adolescencia, no necesariamente estás enamorada, solo ves que no será igual su relación.

Quizá Rhett tiene razón, quizá no estoy enamorada. Perderé mi normalidad, más de lo que ya la había perdido. Lo más probable es que mi amor por él quedó en nuestro tiempo en la escuela y mientras estuvimos juntos.
Hace mucho que estamos lejos, hace mucho que... Que no somos solo Marcus y Scarlett contra el mundo.
Para él existe Sophia.
Ella es su mundo, un mundo al que ya no podemos ir en contra. Porque él gira solo por ella.
Mi cabeza duele de sobreanalizar una situación de la que no soy parte. Por mucho que viva en mi cabeza de manera gratuita, la decisión fue suya.


MARCUS

Sigo de rodillas porque soy un idiota que sabe lo que debe hacer, pero sigue congelado. Debo levantarme, debo hablar y pedir una explicación. Pero sigo aquí mirando a sus ojos después que me pidiera ponerme de pie. Después de decirme: no.
¿Por qué me haría perder mi tiempo?
¿Por qué ahora cuando era obvio cuál era el rumbo que tomaba esta relación?

¿Cómo chucha llegamos a esto?

Habíamos tenido esta conversación. Fui directo desde el inicio, a pesar de toda la mierda en mi infancia: quiero casarme, quiero una familia. Y siempre estuvimos de acuerdo. ¿En qué momento no fui claro?

—Lo siento, Marcus. En serio, discúlpame.

Sus ojos están rojos, las lágrimas caen por sus pálidas mejillas sonrojadas. Ella quita el cabello de su rostro, su respiración es superficial.

—¿Por qué? Tú...

La voz aún cuesta salir de mí. Mi garganta se cierra, siento como todas las ideas dentro de mí se cancelan una a una. Las ilusiones que me creé de una casa, el jardín y las vacaciones. Tomar su mano en contra de todas las mareas.
Y luchar contra todas las mierdas que nos pudiera arrojar la vida.

—He querido decírtelo, he querido... Es que tú, Marcus. Tú estás fuera de nosotros. Y... No quiero decir que solo eres tú. Somos los dos. Yo no hice nada por salvarnos. Nos dejé morir.

—Sophia, no nos hagas esto. Lo que sea que tengas en mente lo podemos superar, tenemos que hablar. Hay que sentarnos y...

—No, no, no. Tú no quieres ver que está todo perdido. Hace mucho que no somos un tú y yo. Somos Sophia aquí y Marcus allá.

—Sophia...

—Me iré hoy de aquí, fui yo quién rompió las cosas hoy y...

—No, me iré yo. Este era tu lugar primero y no quiero que dejes tu casa.

Sí, dolió la parte en la que no dije: nuestra casa. Arde.
Si Sophia no quiere decir nada más, si no quiere explicarme su decisión no pediré nada, al menos no ahora.
Es un momento de estrés, quizá las cosas no están siendo tratadas de la mejor manera y debemos hablar. Todo se soluciona hablando. Sí, hay que aclarar esto.

Sé que soy un ser impulsivo, pero medité esta decisión. Fue la decisión más racional que pudo salir de mí. Quiero compartir mi vida con la mujer frente a mí. Estoy enamorado de ella, el dolor en sus ojos me rompe. Siento mis ojos empañarse en lágrimas.

Por fin me pongo de pie, dejo el ramo de flores en el suelo y me encamino a recoger un par de cosas para marcharme.

—Marcus.— volteo a mirar su rostro, la decisión en sus ojos me asusta. —Las cosas no van a cambiar. Duele, porque a mí también me duele. Pero hasta aquí llegó.

No puedo creer que esto me pase a mí. Estábamos bien, todo estaba bien.

—Bien.

No puedo procesar otra respuesta.

—Marcus. ¿Cuál es mi flor favorita?

No entiendo a qué se debe esa pregunta con todo lo que está pasando, nos está rompiendo. ¿No ve que la habitación entera está llena de flores?

—No tienes una flor favorita.

Sigo mi camino a la puerta, hasta que escucho su voz detrás de mí:

—Tulipanes.

________
Hola,
¿Cómo están? ¿les gusta la idea de leer el punto de vista de Marcus?

Aquí está el capítulo dominguero, si antes del domingo llegamos a 15 estrellas dejaré un capítulo extra el próximo domingo. ¿Qué les parece?

¿Qué piensan de Sophia? ¿Por qué creen que dejó a Marcus?

Nos leemos el próximo domingo,
Xoxo

Lejanas ConvenienciasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora