DÉCIMO CUARTO

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"Creo que a veces es la gente de la que nadie espera nada la que hace cosas que nadie puede imaginar". - The Imitation Game (2014)

MARCUS

Me acomodo una vez más sobre en mi lugar, la chica frente a mí tiene totalmente encerrado en la pregunta que me ha dejado volando en mi cabeza. Se ve totalmente como de mi edad, ¿se supone que así debería de sentirme mucho más entendido?
Su mirada se posa sobre mí y sé que debería dar mi respuesta.

—La verdad es que no quiero saber de él. Si pudiera evitarlo toda la vida, lo haría. En realidad, en eso se basó lo que llamo el rescate de mis abuelos. Ellos sabían el monstruo que tenían por hijo y llegaron a buscarme. Porque sí, mi madre jamás quiso rescatarme. Siempre he pensado que Scarlett vino a rescatarme...

—¿Quién es Scarlett? —su pregunta me sobresalta, toma notas sí, pero está prestándome mucha más atención de lo que estoy acostumbrado. Su voz suena casi como la de una madre: paciente y expectante.

—Scarlett es mi única amiga, la conocí hace años cuando ambos estábamos rotos. Es quien me obligó a venir aquí, lleva años diciéndome que necesito ayuda profesional. Y es por quien estoy aquí, ya le mencioné antes que yo viví con mis abuelos fuera del país.

—Suena como una buena amiga. ¿Piensas regresar pronto a tu casa?

—No lo creo, vivía con mi ex novia. Y ella me dejó, no lo dijo, pero sé que tengo algo mal en mí y que tiene que ver con toda la basura de mi vida. Y sé que el no poder ser totalmente yo con ella hizo que no pudiera más conmigo. Porque la verdad, es que no se supone que ella deba repararme, fue muy egoísta de mi parte pensar que las cosas solo iban a ser mejores con ella a mi lado cuando en realidad cada quien es responsable de su cabeza.

Tomo mi abrigo de la silla y espero a que la psicóloga me de fecha para mi próxima cita. Ella mira muy pacientemente su agenda, le he dado libertad de escoger porque no tengo un trabajo que me amarre totalmente. Ella me extiende una nota y la guardo dentro de mi cartera para luego anotar todo en mi agenda del teléfono.

—Licenciada Esposito, ¿cree que puedo mejorar? ¿Qué realmente me ayudará?

Ella me sonríe y no entiendo como una persona con un rostro tan joven, tiene aire de madre tierra.

—Estás aquí por tu voluntad. Eso es un inicio. ¿Nos vemos pronto?

—Cuente con eso, Lic.

Si esto es lo que debo hacer para salir de mí y pertenecer al mundo mortal, lo haré.


Mi teléfono vibra y veo el nombre de Camila en la pantalla.
"Ya hablé César, dice que sí puedes alquilar el lugar para ti. Pero que hablen para acordar las cosas. Te dejo su número y le llamas."

Es una locura como todo se revuelve solo con la idea de quedarme aquí. Necesito donde vivir, necesito hablar con las personas que trabajo para que sepan donde estoy, necesito aprender a llegar a todos lados desde mi apartamento y necesito tomar el tren en la ciudad y no perderme con los nombres de las estaciones. Es un comienzo nuevo, en una ciudad llena de malos recuerdos. Sigo mi camino directo a la estación más cerca en medio de lo que supongo es una oración al cielo para no perderme.





SCARLETT

Repongo la sección de mangas cuando escucho la ya tan conocida voz, la persona por la que conseguimos el frasco junto a la caja registradora.

—¡Wanda!, ¿dónde estás?, ¡Hey, Sacha!

Dylan es uno de nuestros clientes más fieles, siempre aparece por una taza de café o té. Le gusta mucho que pongamos frases en las bolsitas de té. Y es un fan cegado de Fairy Tail y si hay algo nuevo va a venir por ello.

—Hola, Dylan. —digo acercándome, él sonríe, sabe lo que hizo. —sabes cuales son las reglas.

Él saca un dólar de su pantalón, totalmente preparado, y lo deposita en el frasco con la etiqueta: Multa por llamar a Scarlett: Wanda. Si tuviera un dólar por cada persona que me ha llamado Wanda o que cree que me parezco a la Bruja Escarlata del universo cinematográfico de Marvel sería millonaria. Y es por eso que puse el frasco, de alguna manera me tengo que conseguir el dinero, ¿no?

—¿Me extrañaste? Estuve de vacaciones, pero he vuelto a mi vida normal de esclavo de una multinacional. No te has deshecho de mí.

—Como si eso fuera posible.

Sacha nos mira desde su lugar en el lado del café, esa sonrisa en su rostro recordándome hasta el cansancio la idea loca y poco creíble de que Dylan viene aquí solo para verme a mí. Porque según Sacha y Viviana, soy el crush de Dylan.

Dejo la caja en la esquina detrás del mostrador, me coloco frente a la caja, Dylan se acomoda como siempre en su eterno coqueto ser. Pensaría que es así porque le gusto si no fuera así con cada ser existente dentro de esta tienda. Creo que hasta a Sacha le gusta cuando comienza a decirle lo bien que se ve.

—Sacha, hoy luces espectacular. Ese amarillo le luce a tu piel, parece que emanaras luz propia. —su voz es totalmente inocente y sí, Sacha está roja. ¿Es eso acaso posible? Parece que para Dylan no.

—¡Dylan! Ya vienes a molestar otra vez, ¿cuántas veces te tengo que decir que a mis amigas no? Deja de molestar a Sacha. —los gritos de Viviana retumban en toda la tienda. Ella corre, se tira a sus brazos y besa su frente.

—Yo también te extrañé, primita. Además, no es mi culpa que tengas por amigas a Wanda Maximoff y Mónica Rambeau. Y sí, ya sé tengo que poner un dólar en el frasco.

La campanita indica la llegada de alguien más a la tienda. Marcus luce más feliz de lo normal. No es que este usando un suéter celeste que totalmente lo hace ver diez veces mejor de lo que lo hace normalmente. Tampoco es que su cabello hoy este libre y casi cayendo sobre sus ojos. ¿Por qué estoy mirando sus manos?
Necesito comportarme como una adulta competente.

—Buenas tardes, humanos.

No se supone que me sonroje por un saludo, definitivamente debo comenzar a pretender que estas cosas no están pasando dentro de mí.

—Hola Marcus... ¿ya conoces a mi primo? —esa voz, Viviana está en modo demoniaco.

—No, no he tenido el placer. —él extiende la mano. —Mucho gusto, Marcus Tremblay.

—Igualmente, yo soy Dylan Bennet.

Por alguna razón el rostro de Marcus cambió, pasó de totalmente bienvenido una expresión neutra. Su ceño se frunce, ¿qué está pasando por su mente?

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Holi, me puse hacer tarea y se me olvidó postear. Lo siento.
¿Qué opinan de Dylan?
Nos leemos el próximo domingo.

xoxo,

bye

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