Eres una chica Mexicana muy inteligente, hermosa, súper dotada y te conocen por ser una rompecorazones, tienes un pasado amoroso muy malo y no crees en el amor hasta que conoces a Aidan.
- Gallagher eres muy bueno y dulce, no quiero romper tu coraz...
Estaba en mi habitación, acostada sobre mi cama tendida, hoy es el funeral de mi padre y sinceramente no estoy lista, me siento muy mal.
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Llevaba mi vestido negro con unos guantes de tul negros y una diadema de trenza con un listón negro entrelazado.
Dante entro en mi habitación, y se acercó a la cama con las manos en los bolsillos de su pantalón, se sentó junto a mi y colocó su mano en mi espalda.
Dante- Se que es duro para ti, lo es para todos, pero debes seguir adelante, debes estar ahí, el lo hubiera deseado, estoy seguro de que hubiera deseado verte ahí, dándole un último adiós y dedicándole unas palabras.
__- No tengo fuerzas para hacerlo, en serio no me siento bien.
Dante- Lo se, pero tienes que ser fuerte, como tú madre, hazlo por ella, te necesita a su lado.
Después de tanto insistir Dante me convenció de bajar.
Toda la gente estaba ahí, mi abuelita, mis primas, tíos, tías, sobrinos, y amigos de la familia, todos me abrazaban y me daban palmaditas en la espalda, pero nada me quitaba este amargo dolor que tenía en el pecho.
El funeral transcurrió y al terminar no dirigimos hacia el cementerio para darle Santa Sepultura junto a su padre, mi abuelo, como el tanto lo anehlaba.
Llevaba una rosa roja, una de sus preferidas, el era un hombre muy distinto, le gustaban cosas que a la mayoría no.
La caja estaba lista para ser sepultada, pero antes, pidieron que alguien digiera unas palabras para despedirse de él, como mi madre ya había hablado en el funeral, era mi turno de hacerlo, y aún que sabía que me quebraría en cualquier momento no me detuve, por qué quería despedirme de mi padre.
Así que me hacer que al podio y tome aire para hablar.
__- Mi padre fue muchas cosas, para mí siempre fue mi héroe, mi príncipe azul, mi caballo de juegos, he incluso mi compañía en las fiestas de té, el siempre estuvo ahí conmigo, siempre me apoyó, consintió mis caprichos, y cuando vio que comenzaba a sufrir por amor, el estuvo ahí para sostenerme y no dejarme caer. Dicen que un hombre no puede tenerlo todo, pero créanme, aún que el no lo tuviera todo, apreciaba y aprovechaba cada detalle de la vida, cada segundo y cada momento. Su vida le fue arrancada de una manera horrible, y me siento terriblemente mal al saber que no pude despedirme de el, que no pude decirle adiós y que no lo tendré más en mi vida. El siempre fue un hombre trabajador, honrado y humilde, como todo humano cometió errores, pero estoy segura de que trato de enmendarlos. El siempre fue y será el hombre más importante de mi vida, y no tienen idea de cuánto voy a echarlo de menos. Papá, si el cielo existe, seré tan buena como pueda, para algún día, poder estar contigo, y volver a abrazarte, y jugar a correr entre las nubes como solíamos hacerlo en el jardín de nuestro hogar, te amo y jamás olvidare que dejaste todo lo importante por estar conmigo y ser ese guardian que tanto necesitaba.
